Esto no tiene contexto de ningún capítulo, así que solo disfruten bebés...
El caso era sencillo, brujas con un poderoso libro que comenzaba a causar problemas y entre ellas dos víctimas.
Sam y Rowena serian quienes irían por el libro y deshacer todos los hechizos que les habían hecho a los habitantes del pueblo, mientras que Dean y Cas se desharían de ellas. Como dije, un caso sencillo, algo que harían rápido con las balas mata brujas. Pero como todo caso, de un momento a otro se puede tornar peligroso.
Sam y Rowena estaban peleando con una de las brujas, o más bien Sam combatía con ella mientras Rowena buscaba en el libro lo que estaba buscando. Mientras que Cas y Dean eran retenidos por la bruja que estaba quemando sus entrañas.
— Cazadores – los miro – No, me equivoque, cazador – señalo a Dean – Y ángel, me pregunto ¿Qué demonios hacer un ángel del Señor entre estos lugares? Puedes hacer más que eso, ángel – Cas tarto de tomar su espada de ángel, pero la bruja se lo evito – Ustedes – sonrió – Ustedes se ven interesantes, como si algo dentro de ustedes los retuvieran a sacar su fuego interno – los soltó y pudieron moverse y respirar – Ustedes, ojalá seguir viva para lo que pasara a continuación.
La bruja tenía todos los ingredientes para un hechizo, pedido por alguien que deseaba estar con alguien, pero al tener a los cazadores ahí, tenía que cambiar el método para que funcionara. Comenzó a decir algunas palabras que no entendían, Dean se acercó a tomar su arma de vuelta, y cuando quiso actuar y dispararle a la bruja. Una especie de humo morado los comenzó a invadir a ambos y pronto perdieron el conocimiento. Lo último que pudieron ver fue a Sam disparándole a la bruja.
Cuando Dean recobro el conocimiento ya estaba de vuelta en el bunker con Rowena diciendo algunas palabras, Sam se relajó al ver que despertó, llevo sus manos a la cabeza, tenía un fuerte dolor, cuando desvió su mirada a su derecha pudo ver que cas estaba tendido sobre la otra cama, inmediatamente se levantó teniendo que sostenerse por un fuerte mareo.
— ¡Cas! – dijo acercándose a él - ¿Qué le paso?
— Llevan inconscientes dos días – dijo Sam – Tú apenas despertaste.
— ¿Qué? – lo miro – ¿Cómo que dos días?
Sam ya no le dijo nada, porque Cas comenzaba a despertar. Dean se acercó, tomando su rostro, el ángel estaba desconcertado, pero al ver a Dean se tranquilizó. Pero pasaron un breve momento en esa postura, Dean recorrió con la vista su rostro, deteniéndose unos segundos mirando sus labios, relamió los suyos, volvió su mirada a los ojos del ángel, él también había estado mirando los labios del cazador, pero al verse atrapado volvió la mirada a sus orbes verdes. Jadearon involuntariamente.
Dean fue quien carraspeo y soltó el rostro del ángel para ayudarlo a levantarse, trago saliva y miro a Rowena y Sam.
— Dos días ¿eh?
— Si – dijo Sam tratando de ignorar el previo evento entre su hermano y el ángel - ¿Se sienten bien? ¿Sabes quién eres?
— Si – dijo Dean – Se quien soy, sé que ella es una hija de pera – sonrió mirando a Rowena – Estoy bien, creo que nada paso.
— ¿Y tú, Cas?
Sam pareció haber ignorado lo que su hermano le dijo, para saber cómo estaba el ángel. Cas estaba sentando en el borde de la cama, mirando a los cazadores y la bruja.
— Estoy bien – dijo – O al menos eso creo, no me siento distinto ¿me veo distinto?
— Claro que no Cas, tú te ves increíble como siempre – dijo Dean – Dos días, muero de hambre quiero comer algo.