Capítulo 1

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Wei Ying corría por las calles de Chengnan intentando con todas su fuerzas no gritar de miedo.

Si tenía suerte los transeúntes pensarían que se le hacía tarde o que buscaba a alguien y no que estaba huyendo como cobarde de una bestia de grandes colmillos.

Llegó a la entrada de la ciudad que por algún motivo que agradeció estaba vacía.  Miro tras de si para asegurarse de que no lo habían seguido y poder descansar un poco.

Demonios

"Lenguaje"

La voz de su maestra resonó en su cabeza.

No era su culpa, estaba cansado, hambriento y ahora lo seguía una bestia para lastimarlo. Definitivamente no había bajado de la seguridad de la montaña para esto.

Una respiración agitada a sus espaldas lo hizo tensar.

No de nuevo.

Giró un poco la cabeza para ver a un perro que sobrepasaba la altura de sus rodillas, negro y con la legua de fuera.

Me arrepiento, quiero volver. ¡Quiero volver!

El perro soltó un ladrido fuerte que no lo hizo dudar en correr de nuevo por un sendero que lo llevaría Dios sabe dónde.

¿Que hago?

El perro ladro con más fuerza y frecuencia y él solo pudo subirse a un árbol grande que estaba cerca del sendero y que era lo suficientemente fuerte como para soportar su peso.

BoaSaren estaría decepcionada de él pero que más daba ahora.

¿Dónde estaba la princesa valiente que ayudaba a su caballero en problemas?

O en todo caso

¿Dónde estaba su príncipe apuesto que ayuda a un simple muchacho en peligro?

Decidió esperar a que el perro se fuera ya que no podría estar todo el día ahí. ¿O si?

Diez varitas de incienso y muchas hojas y varas arrancadas después Wei Ying seguía arriba del árbol recostado contra el tronco y con un mapa en las mano mientras el perro negro estaba a los pies del árbol, sentado y meneando la cola a espera de que el humano bajara.

Ya habían pasado cuatro personas: tres comerciantes y un joven de su misma edad tal vez. El primero parecía que desgraciadamente era sordo y no había escuchado sus súplicas por ayuda, el segundo y el tercero solo lo miraron un rato para después decir un "lo siento", el joven por otro lado solo se había detenido para burlarse de su desgracia y miedo, no contó con que él perro que le atemorizaba le iba saltar encima y morderlo hasta que saliera huyendo.

Para su mala suerte el perro jamás se alejo del árbol y apresar de saber que no lo dañaría no quería bajar y que esa bestia se le tirará encima.

Maldijo el hecho de no estar en un bosque donde podría saltar de árbol en árbol hasta perder al animal. Tampoco es como si tuviera ganas de bajar y volver a correr. Otra opción era volar sobre su espada pero estaba agotado después de vagar tantos días intentando ubicarse sin descanso.

Solo le quedaba esperar hasta que alguien lo ayudará.

—¿Nadie va a venir a mi rescate? —el perro ladro y él brinco en su lugar. —Demonios, deja de hacer eso.

—¿Necesitas ayuda?

Dos jóvenes vestidos de blanco con detalles en azul celeste estaban parados en el sendero mirándolo. Eran muy parecidos, probablemente gemelos, solo que el que le pregunto tenía una voz amable, encantadora, casi lo sintió como una suave melodía, una sonrisa amable en su rostro, era ligeramente más alto y tenía unos ojos de un color ámbar.

No Es Suficiente Para MíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora