Capítulo 2

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Wei Ying se encontraba sentado en una de las ramas más bajas de un gran árbol que estaba en medio de un bosque.

No sabía dónde estaba, su mapa (el cual resultó ser casi tan viejo como su maestra) se había perdido durante todo el correteó y las últimas cacerías nocturnas que había hecho, las personas parecían tener reservas con él sin importar si mostrará una sonrisa, y por si eso no fuera todo, el animal negro seguía siguiéndolo como buitre a un animal muerto

¿Acaso cree que soy su padre?

Lo único bueno de todo esto era que el animal parecía tener consciencia y consideración suficiente como para mantener su distancia.

Gracias a eso había podido descansar, dormir cortos periodos de tiempo (los cuales no tenía que estar alerta ya que el perro lo cuidaba) y había podido pescar en el río y cazar en el bosque para comer.

Ese animal era buena compañía, siempre que se mantuviera a más de un bu de distancia.

No podía decir lo mismo de los cultivadores que se había topado las últimas cinco semanas, de los cuales había aprendido un par de cosas.

Lo primero era que había una secta nada querida y muy poderosa, los Wen. Había sido confundido con uno todo el tiempo aunque aún no descubría el porque.

Lo segundo que noto fue que una guerra estaba próxima, no sabía que tan cerca estaba pero definitivamente iba a ocurrir

Definitivamente mal momento para bajar.

Lo tercero era que ya había recorrido el territorio de ocho sectas y no sabía si estaba cerca o lejos de Yummeng.

Persona que veía era persona que huía. ¡Lo peor era que ni siquiera le dejaban comprar productos o servicios!

Cuando bajo de la montaña su maestra le había dado un monedero con algunas pepitas de plata y oro, Wei Ying no sabía cómo ocuparlo realmente, era la primera vez que veía algo como eso pero estaba dispuesto a gastar un poco en una posada para comer y dormir.

Grande fue su sorpresa cuando le decían que no tenían servicio, no había habitaciones o simplemente le echaban fuera con una escoba como amenaza.

Menudo viaje que tuvo que hacer.

Las únicas personas que le seguía tratando como un ser humano normal eran los hermanos vestidos de luto.

Al parecer los primeros cuatro territorios que invadió, contando Chengnan, eran de sectas que estaban afiliadas con la secta Gusu Lan de dónde provenían los guapos hombres de jade.

En total habían tenido doce encuentros después de aquel primero dónde dió una muy mala impresión.

"La primera impresión siempre es importante"

Su maestra le dijo antes de bajar pero ¡Demonios! Ni siquiera le daban la oportunidad y cuando la tuvo la arruinó.

Dió gracias a qué sus demás encuentros no fueron tan humillantes.

Su segundo encuentro fue en el pueblo continúo a Chengnan, justo donde empezaba un bosque un tanto vacío y con árboles jóvenes. Había estado brincando de rama en rama durante la noche en busca de algo anormal.

Aunque lo más anormal que encontró esa noche fue un destello blanco que lo atacó mientras brincaba, con suerte y lo había podido esquivar y caer con gracia sobre el piso.

El ataque venía del hermano de Lan XiChen quien parecía cuidar el área con una citará negra.

Intento charlar con él, más que nada tratar de que su expresión fuera otra a una neutra, aunque solo consiguió un "Ten cuidado", "Hay mucho peligro para uno solo" y unos cuantos "Hmn".

No Es Suficiente Para MíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora