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TW: mención de canibalismo¿
Venti miró su reflejo en el enorme espejo de su cuarto, sus trenzas estaban perfectamente ordenadas y lucía bastante pulcro. Había puesto esfuerzo en su presentación y esperaba que Xiao lo notara, después de todo quería lucir bonito para él.
Un suave golpe en la puerta llamó su atención, reviso por última vez en el espejo y fue a abrir la puerta. Los ojos de Venti se abrieron con sorpresa y una sonrisa coqueta se hizo presente. Xiao era un chico apuesto, eso no lo negaba pero esa versión de él hacía que sus mejillas ardieran.
Sus parpados maquillados con ese hermoso tono coral, sus brillantes ojos expectantes; esperando a que el chico de verde dijera algo, su vestimenta pegada al cuerpo, luciendo su delgado y tonificado cuerpo, y ese hermoso ramo de cecilias, le hizo soltar un suspiro que no sabía que estaba sosteniendo.
—Te ves hermoso— hablo Venti tomando el ramo de flores con delicadeza —¿Todo esto es por mi?.
Xiao asintió avergonzado —También te ves hermoso, como siempre.
El brazo de Venti se entrelazó con el de Xiao. Este lo llevó a la terraza, la cual estaba bellamente decorada. Las mejillas de Venti dolerian de tanto sonreír pero era algo que no podía evitar. Venti se sentía apreciado.
—Uhm— Xiao fingió toser —Por favor toma asiento. Iré a buscar la comida.
Venti miró con sorpresa cada plato de entrada que le daba Xiao y sus ojos casi salen de sus cuencas al ver el plato fuerte; era carne de aspecto tierno y jugoso, su aroma era delicioso. Venti pasó saliva mientras observaba el plato bellamente decorado.
Tomo un bocado de la carne y cerró los ojos disfrutando la tierna carne que, con cada mordisco era como una ida al cielo.
—¿Te gusta?— preguntó Xiao y sonrió levemente al ver como Venti asentía felizmente —Me alegra, estaba un poco preocupado, después de todo nada aquí es vegetariano.
Venti rió levemente y bebió un poco de vino, fuera o no vegetariano eso no importaba. —¿Donde conseguiste esta carne? Esta muy buena.
—La cacé.
—¡¿La cazaste?!.
Xiao asintió —Lo hago cuando estoy estresado.
—Que genial— Venti asintió y pensó que quizás por eso había estado desaparecido por tanto tiempo. —¡Ah! Xiao, se me había olvidado decirte, me iré de Liyue la próxima semana.
La cena estaba de maravilla hasta que esa oración salió de sus labios, inmediatamente el ambiente se tenso, Xiao lucía extrañamente serio y sus ojos dorados estaban fijos en el plato frente de el.
—Ya veo.— dejó su servicio en el plato y se levantó de su asiento, miro a Venti. Una sensación de frío recorrió la espalda de Venti, había algo en la forma en que lo miraba que le daba mala espina, algo que parecía estar fuera de lugar. —¿Puedes acompañarme a mi cuarto? Tengo una última sorpresa que darte.
