Wu xiyun no tubo de otra que contarle sobre su despiste, tampoco sabia que paso exactamente por lo que conto todo lo que ocurrio de principio a fin.Zhao zhengren se sorprendio, no hablo en un par de minutos pensando, wu xiyun miro la cara seria del otro, no pudo evitar pensar lo guapo que se vehia.
- regresemos, iremos a la casa del señor quan qi - dijo zhao zhengren agarrando las presas que habia cazado.
Obedientemente asintio con la cabeza - espera un momento, dejame recoger algo– wu xiyun se dirijio detras del arbol donde se encontraba antes, ante la mirada de zhao zhengren saco un ramo de flores blancas que eran muy pequeñas y unas hojas con brotes puntiagudas.
– ahora podemos irnos –
Zhao zhengren no dijo nada, penso que a los donceles debian gustarles este tipo de cosas delicadas, ademas el conocia esas plantas ademas de tener un olor agradable no eran malo para el otro.
Por supuesto wu xiyun tampoco fue tan temerario como la primera vez, agarro aquella planta extraña por que no lo conocia y queria revisarla asemas de tener esa extrña aura a su alrededor, mientras esperaba al hombre que se fue, no se atrevio a tocar nada mas pero inesperadamente se encontro con dos cosas que conocia muy bien, se le iluminaron los ojos al verlos, las plantas de anis estrellado y la manzanilla, ya estaba cansado de tomar agua sin sabor por lo que fue una bendicion encontrarlos tan rapido.
Queria ir y arrancar algo para llevarselos pero se puso a pensar en lo que habia ocurrido anteriormente, sin embargo al ver el anis estrellado y la manzanilla no vio ninguna aura a su alrededor, se aseguro de berificarlo muchas veses pero no vio nada, hasi que seguro de si mismo los recogio, como esperaba no paso nada.
Arranco unos para hacerlos en té esa tarde y arranco otras con raices para plantarlos en el huerto de su hogar .
Al llegar a la casa el pequeño du leng los revivio felizmente pero quedo en shock al ver el estomago de su maestro – ma… mestro xiyun su estomago —
Wu xiyun miro la cara del niño que parecia confundido, no pudo evitar pensar en las miradas que le daban esos aldenos cuando lo vieron, estaban llenos de temor maldiciendole.
– no te preocupes, este niño quiere conocer a sus papás que decidio crecer mas rapido – dijo dando palmaditas a su estomago. –haci que tendras que estar preparado pronto habra un hermanito para ti –
Du leng miro desconcertado a su maestro entonces le brillaron los ojos ante la segunda oracion de wu xiyun – ¡no se preocupe!, ¡me asegurare de cuidarlo muy bien! –
– cuento contigo –
Con la ayuda de du leng lograron transplantar las plantas del anís estrellado y la manzanilla.
Antes de salir de la casa wu xiyun le explico a du leng como preparar un te con esas plantas, haci al bolber podra disfrutar de una rica bebida.
Quan qi era un hombre mayor y solitario como el maestro ye, este hombre era un medico bastante habil ademas de ser capaz de cultivar la cultivavion espiritual , el doctor qi era uno de los que tambien era adorado y respetado por los aldeanos, pero eran tan diferentes, el maestro ye era tranquilo y sabio en cambio el doctor qi era gruñon y perdia los nervios facilmente.
Por supuesto ese fue su punto de vista de wu xiyun al escuchar como lo describia zhao zhengren.
–¡¡¡idiota!!!, ¡te lo dije ¿no? Tu herida no es una broma, aun haci te atrebiste a desobedeserme?! ¡¡bete!!, no quiero lidear contigo–
Wu xiyun se sobresalto al escuchar esos gritos, no pudo evitar pensar en su maestro de ciencias quien siempre estaba gritando.
–doctor qi, tenga piedad, le prometo que no volvera a pasar, solo somos mi esposa embarazada mi hijo de 7 años y yo, nadie puede traer un pan a la mesa ecepto yo – el hombre que claramente era mas fuerte que el viejo doctor qi se arrodillo y suplico, aunque claramente estaba herido gravemente ese hombre lo soporto.
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vida agricola con embarazo [ Pausada ]
Randomwu xiyun un estudiante universitario recien incorporado murio sin poder disfrutar su juventud al maximo pero para su fortuna renacio en otro mundo, penso que, ya que no pudo disfrutar de su juventud en su primera vida lo haria ahora. Pero quien pen...