Solar Embrace (TRADUCIDO)

AN ENVOLVING JOURNEY AND DESTINATION

VIAJE Y DESTINO EVOLUCIONADO

El movimiento de las olas a lo largo de una costa oceánica gradual es un ruido reconfortante, especialmente cuando uno está cansado. Puede extender el tiempo que uno duerme, ya que no solo es un ruido reconfortante, sino que las ligeras vibraciones que imparte en las costas pueden ser francamente celestiales para un cuerpo dolorido. Fue con el sonido de estas olas que Celestia se despertó, estirando su cuerpo mientras lo hacía. A medida que la princesa seguía estando más alerta a su entorno, su mente rápidamente notó varias cosas a la vez.

Uno, Spike todavía estaba profundamente dormido, acurrucado contra su cuerpo como cuando se habían acostado. Su calor latente aún irradiaba de su cuerpo en ondas, subiendo y bajando en sincronía con su pecho. Dos, su ropa y su piel estaban secas, gracias a las propiedades innatas de exudación de calor del dragón. Si él no hubiera sido uno, ella podría haberse enfermado durante la noche debido a los escalofríos que sin duda la habrían sobrevenido. Tres, y quizás lo más importante, el sol había salido y lentamente se abría paso por completo desde detrás del horizonte. El hechizo que le había puesto para continuar su camino independientemente de su estado mental todavía estaba funcionando, al parecer. No había una nube en el cielo, como si la tormenta que había pasado el día anterior no fuera más que un mero recuerdo.

Gimiendo suavemente mientras su cuerpo protestaba por su movimiento, Celestia se sentó lentamente, el abrazo de Spike se desvaneció mientras lo hacía. Ya hacía calor una vez más, pero dado que esta isla estaba en latitudes mucho más al norte que las islas cercanas al ecuador, no iba a volverse insoportablemente caliente. Lo que le importaba no era su situación actual, sino cuánto tardarían los dos en dejar la costa y viajar hasta el volcán inactivo. Recordó que había un pequeño lago allí, y desde arriba, incluso mientras caía, podía ver vegetación a su alrededor. Si tenían suerte, allí arriba habría comida para ellos: o, al menos, para ella. Sabía que Spike podía comer casi cualquier cosa si tenía que hacerlo, y en esta isla, no había muchos alimentos diversos. Pastos de distintos tipos, tal vez algunos árboles frutales de algún tipo,

Celestia se volvió y miró a Spike, su expresión tan pacífica para alguien que casi muere en el día anterior. Ningún otro pony habría pegado ojo esa noche, pero, de nuevo, Spike no era un pony, y se notaba. En muchos sentidos, era más fuerte de lo que aparentaba: sus muchas aventuras con sus amigas eran prueba suficiente de ello. Suavemente, casi con ternura, le acarició un lado de la mejilla-Spike-susurró, inclinándose un poco para que sus labios estuvieran más cerca de su oído-Spike, es hora de despertar.

-mmm... está bien-susurró el dragón, dándose la vuelta pero sin sentarse. Levantó las manos y se frotó la cara: probablemente sus ojos, ya que Celestia no podía ver desde su ángulo. Le recordaba un poco a cuando un potrillo se despertaba y se frotaba los ojos de manera exagerada-¿que pasó?

-no ha pasado nada, Spike-dijo Celestia, observando cómo se sentaba lentamente-al menos, nada que no nos hubiera pasado el día anterior: todavía estamos varados en la isla.

-uf, mi cabeza-murmuró el dragón, abriendo los ojos cuando sus manos fueron a frotarse las sienes-me siento como si acabara de escuchar otra de las clases de matemáticas de Twilight.

Celestia sonrió y soltó una pequeña risa-ah, sí: escuché de tus amigas que ella no está de acuerdo con muchos en el número pi. Ella, si mal no recuerdo, "piensa que pi es un número que se repite, pero todavía no hemos llegado a la parte que se repite", o algo por el estilo.

-sí, ella pasó por una fase severa de pi hace unos meses-dijo Spike, sonriendo un poco ante el recuerdo-dicen que los grandes bosques del norte fueron alterados permanentemente por su demanda de pergamino para que pudiera anotar todos los números y buscar patrones.