Shinichiro observaba los nulos intentos de Manjiro por escapar del páramo, subido sobre la copa de un árbol sintiendo el aire en su rostro, un poco agradecido por el acto de comedia que era ver al despistado Dios intentando buscar los puntos cardinales.—El bosque está en constante movimiento, no creo que puedas ubicarte ni por un segundo—Explicó el pelinegro con una gran sonrisa.
—Entonces llévame con tu maldita diosa y ayúdame a solucionar este problema—Le refutó Manjiro con voz molesta.
—Ya te lo dije, ella no aceptará nada hasta que le devuelvan a su hijo-Shinichiro bajó del árbol y caminó al lado de Manjiro. - Si estás dispuesto a ir al palacio de las nubes y enfrentarte a lo que sea que habite ahí y además, traer a Hanagaki con vida... Podrás pedirle todo lo que desees—Explicaba con tranquilidad el más alto, totalmente ajeno a la verdadera identidad del Dios a su lado.
—Pero dijiste que las bestias del páramo...
—¡Oh Claro! Ya lo están buscando, pero dicen que el increíble dios protector de toda Japón, es invencible así que, podrías tener una oportunidad si decides buscar a Hanagaki y traerlo... —Shinichiro hizo una pausa observando a un tronco con un hongo, Manjiro notó el semblante serio y asqueado del pelinegro pero no le tomó importancia.— tengo entendido que el dios de la guerra y la agricultura está de parte de Manjiro, él es temible y no sé si todas las bestias logren sobrevivir a uno de sus ataques.
Manjiro escuchaba con atención, intentando recordar los tipos de bestias podrían ser mandadas... Sanzu podía con todo siempre que no fuera elementalmente más fuerte que la suya. Entonces su cuerpo se puso rígido y su piel palideció.
Había un fénix entre las bestias más imponentes y como si no fuera poco, Sanzu al ser técnicamente pariente de la flora, era débil ante las flamas. Si no de daba prisa en volver, quizá ya ni habría palacio que comandar.
—Acepto, me hago cargo pero llévame a la salida—ordenó como si rigiera en aquél bosque, provocando que Shinichiro le mirará con duda.
—Lo haré pero tendrás que cambiar ese temperamento de mierda si quieres que la madre Flora te conserva un favor, ella no ayuda a fanfarrones hipócritas.
A Manjiro no le dió tiempo ni de reaccionar pues Shinichiro le había dado un pequeño golpecito en la frente, que lo hizo caer en un profundo sueño; cuándo despertó ya se encontraba fuera de páramo y no quería volver a entrar en toda su bendita y sagrada vida.
Con las palabras de Shinichiro en mente, considerándolas basura, corrió lo más rápido que pudo a su hogar, dispuesto a detener el ataque de las bestias divinas.
Quizá no había sido buena idea eso de reclamar a Hanagaki como esposa, pero realmente lo valía, el maldito hijo de la flora era lo mejor que había llegado a su vida y no iba a perderlo tan fácil.
"Ya voy a casa, esperen un poco"
ESTÁS LEYENDO
Dodo To Muteki
FanficInvencible y atractivo un dios entre los mortales, lo tenía todo pero se sentía vacío y no fue hasta su encuentro con una criatura peculiar, que la vida del invencible hombre tomó color. Donde Manjiro es un héroe de la antigua Japón y Takemichi una...