Capítulo 10: Fuego.

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Sanzu dejó a Keisuke descansando en la habitación de las esposas, dejando que mil guardias cuidaran la entrada y que doce doctores velarán por la salud del felino. Quiso volver junto a Hanagaki, admitía que no le agradaba pero se sentía atraído por la capacidad que tenía el muchacho para manipular a la naturaleza y crear vegetación desde cero utilizando su propia energía espiritual.

Le parecía ciertamente interesante.

Cuándo Sanzu caminaba al pasillo donde había dejado al muchacho con flores en su cabello, escuchó una especie de llanto amargo combinado con risitas, un sonido que lo hizo sentir nervioso al no saber de donde venía, se acercó a una de las ventanas  que daba al jardín que Manjiro mandó a construir para Takemichi.
El sonido parecía intensificarse más y cuándo sacó la cabeza para ver mejor de qué se trataba, recibió una dolorosa patada en la quijada.

La patada fue tan poderosa que lo terminó lanzando lejos de la ventana y Sanzu se quedó estupefacto al ver la delgada pero imponente silueta que se levantaba poderosa en el marco de la ventana, debido al sol que entraba, Sanzu no pudo verle bien la cara pues esto creaba una especie de sombra.

Pero apenas se hicieron presentes nueve inquietas y esponjadas colas junto a dos largas e inmensas orejas, a Sanzu se le detuvo el corazón inmediatamente.

Esa mierda era un maldito Huli Jing.

Cuándo Sanzu se levantó para contraatacar, el zorro había desaparecido en una nube de niebla que se expandió por los pasillos, entre risitas y gruñidos, dejando como evidencia un cabello rubio.

Entonces su deseo por cazarlo y dárselo de comer a su señor, le hizo cosquillas en el vientre, pues cualquiera que devorase a un Huli Jing sería protegido de cualquier veneno.

Incluso su piel sería utilizada como un trofeo en la capa que mandaría a confeccionar para su gran señor. Caminó molesto a donde había estado Hanagaki y lo encontró recostado en una pared, con los ojos cerrados mientras acariciaba a la que alguna vez fue una gran y poderosa henredadera, enrollada ahora en el dedo medio de su mano izquierda, parecía que tenía consciencia y era tan pequeña como una lombriz.

—Hanagaki. - Llamó Sanzu con voz sería-.No te alejes mucho, tengo el presentimiento de que un Huli Jing entró aquí y podría hacerte daño.

El muchacho de ahora una brillante y sedosa cabellera rubia miraba al mayor en silencio, sorprendiendose por el hecho de que una bestia tan independiente y curiosa como el Huli Jing hubiera entrado a ese lugar por cuenta propia.

Se dirigieron al salón principal donde Sanzu escribiría un telegrama al padre de todos los dioses, para que le diera un castigo debido a Izana, sin embargo el corazón de Hanagaki latió con fuerza al sentir el pesado hedor de la sangre en sus fosas, Sanzu lo tomó a tiempo antes de que algo realmente malo pudiera haberle pasado al niño flor.

—¡DONDE ESTÁN!—Exclamó un hombre completamente desnudo sobre una pila de guardias moribundos.

Hanagaki de encontraba protegido entre los brazos del dios agrícola observando en shock la larg lanza clavada en el piso de duro mármol.

—¿Qué buscas?. —Cuestionó Sanzu comenzando a moelstarse.

—A mi hermana y a su pareja, estoy buscando a dos Huli Jing y sé que este dios bruto es el único que colecciona bestias para su diversión. -el hombre caminaba sobre los cuerpos sin vida de los guardias que no eran pocos y habían sido acabados en tan solo segundos. La cabellera del zorro era rubia y poseia una gran y dolorosa quemadura en su rostro, su cuerpo delgado pero marcado era levemente tapado por sus grandes y largas nueve colas.

Definitivamente ese Huli Jing era dañino y fuerte, pues no todas las bestias eran capaces de acabar con esa cantidad de guardias en segundos y mucho menos si se trataba de la infantería de Manjiro.

—Tienes a una calamidad entre tus brazos ¿Cuánto tiempo tendremos que seguir aguantando las perversiones de tu maldito maestro?—La voz del zorro salía con dolor y desprecio y miraba a Sanzu desde arriba claramente sintiéndose superior al dios de la guerra.

Apuñaló a Sanzu con sus garras causándole daño de muerte, pero no lastimó a Hanagaki en absoluto, mientras Sanzu desfallecia y rodia sangre sobre el cuerpo del niño flor, el zorro hablaba de manera indiferente.

—Esta es la paga de un pueblo en miseria, nosotros no somos criaturas tímidas que se dejan esclavizar. - El Huli Jing tomó a Sanzu del cabello y lo atrajo a su cuerpo, haciendo que soltará a Hanagaki en el proceso, el dios estaba indefenso y moribundo, sintiéndose impotente por ser mangoneado por un "prostituto".- Así son las cosas querido, no voy a irme hasta no encontrar a mi familia y tú pagas las consecuencias de servir a un amo cruel y asqueroso.

El niño flor quiso correr al ver como el Huli Jing clavaba sus filosos colmillos en la garganta de Sanzu, haciendo que sangrará cuál cascada.

Los huesos crujían y solo podía escuchar como Sanzu se ahogaba en su propia sangre mientras el zorro devoraba el cuerpo yacente de vida del que alguna vez fue un temible dios. ¿Todos los Huli Jing eran tan fuertes? El cuerpo del niño flor no reaccionaba, en realidad había caído de rodillas sobre el charco de sangre que había dejado el cuerpo de Sanzu y el zorro no se detuvo hasta que estuvo satisfecho, habiendo devorado parte de la carne en el rostro, clavícula y pecho de Sanzu, un escenario tan sangriento y bizarro que fácilmente quedaría grabado en la memoria de Hanagaki.

—No temas niño. - Avisó con voz seductora aquél hombre-. No sería capaz de hacerte daño, estamos en el mismo bando, si quieres huir esta es tu oportunidad, yo aún tengo cosas que hacer.

El cuerpo de Sanzu ya era peligroso por sí solo, el cuerpo secretaba una encima ácida en lugar de sudor y su sangre no podía ser ingerida por nadie... Pero el zorro se veía incluso renovado ¿eso a qué se debía?.

—No puedo irme sin mis compañeros. - Cuándo el más joven dijo aquello, las orejas y colas del contrario se contrayeron en un símbolo de alerta.

—¿No estás solo?. - Le preguntó mirándole con duda y el menor negó levantándose del piso.

— Mierda, ese bastardo ¿como no ha sido sentenciado a muerte?. - el Huli Jing tomó al chico de la mano y comenzó a caminar fuera de la sala-. Mi nombre es Inupi, por cierto... El maldito asqueroso de Manjiro se llevó a mí hermana y a mi mejor amigo, solamente por que se le hicieron tiernos, así que no tuvo de otra que venir por ellos. - El muchacho suspiró cansado.- No te imaginas las cosas que he tenido que hacer para llegar aquí, matar a Sanzu fue lo más fácil en comparación.

Por alguna extraña razón la presencia del zorro le causaba una mezcla de miedo y seguridad, su esencia era tan poderosa que sus piernas temblaban al verlo, era más alto y más fuerte que él. Lo vió asesinando y devorando a Sanzu como si nada, de hecho el propio dios estaba nervioso en presencia de la criatura entonces ¿a qué o quién se había enfrentado Inupi para causar ese terror?.

—Yo devoré a una de las tres deidades más importantes.

Y Takemichi entró en pánico al escuchar aquello.

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N/A: un Huli Jing es la variante china del Kitsune, se les denomina espíritus dañinos y suelen seducir a víctimas, en el folclore chino solían ser mujeres preciosas que aparecían como un sueño en los hombres, causándoles obsesión y deseo compulsivo por poseerlas. Volviendolos locos al no poder tenerlas y así les quitaban la vida.

Otra anécdota cuenta que quien logre cazar a un Huli Jing y comérselo, será inmune al veneno de algunos insectos, otros dicen que se vuelven inmortales.

La verdad no sabía si poner a Inupi, Koko y Akane o a los hermanos Haitani, pero la verdad es que Koko es quién más parece un zorro, sin embargo los hermanos Haitani tienen una personalidad muy parecía a los Huli Jin así que... ¿Será premio doble? Idk sigo pensándolo.

Pd: Si hay errores de continuidad es por que iba a poner a Inupi como el fénix por lo de su cicatriz pero... Seria muy cruel.

Dodo To Muteki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora