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Marti necesitaba estar tranquila, pero por más de que lo intentara no lo conseguía. Cada segundo que pasaba se alteraba más, con el simple hecho de pensar de que les podría pasar algo a las dos cositas que tenia adentro.
Y luli no sr quedaba atrás, cada segundo que pasaba se sentía peor. Cada vez más culpable, ella le gritó y le dieron puntadas en la pancita que tanta ternura le daba.
A la pancita que podía pasar horas hablándole y cantándole canciones de cuna.
A la pancita que tenia un dinosaurio y un piojito  a los que no conocía aún,  pero que sentía que los amaba.
Esta bien, no era su responsabilidad. No tenía la obligación de hacerlo. Pero ella quiso, y ya se sentía como si fuera su mamá también.
Y por eso era que se sentía tan mal.
Angie trataba de manejar lo mas rápido posible  pero el tráfico de fin de semana se lo impedía. Y cada minuto que pasaba, era un minuto más de marti llorando del dolor y pidiendo que no les pasara nada. Aunque para este escenario era algo que veía muy poco probable.
Luli la veía llorar, y lo hacía también. Tenia intención de abrazarla y contenerla, pero ella la rechazaba. Lo único que permitió fue que posara una mano en su rodilla. El único contacto que mantuvieron.
Porque no se dirigueron la palabra en ningún momento.
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Lo que pareció ser una eternidad, en realidad fueron veinte minutos hasta el hospital.
Llegaron y entraron directo a la guardia. A marti le habian dado una silla de ruedas y luli fue quien completó los datos para que pudieran atenderla.
Casi de inmediato, una doctora la atendió, aunque no quiso que nadie entrara con ella.
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Sus dos amigas y su novia, se quedaron en la sala de espera, las tres nerviosas. Demasiado

Invisible String. Martuli [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora