Capítulo 9

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Mikey despertó para descubrir que estaba completamente solo en el cuarto, se levantó algo somnoliento para ir a buscar a sus hermanitos, caminó lentamente, se sentía aún algo cansado, llegó a la sala para encontrar a un Leo cabeceando, pero despierto, tenía unas horribles ojeras, pero no las notaba muy bien por su bandana azul claro. Dio un pequeño salto cuando la tortuguita naranja le abrazó sorpresivamente, Leon correspondió el abrazo un poco después.
-sigues despierto desde ayer…-no era pregunta.
-si…-confirmó cansado- papá no ha vuelto aún, sigue buscando a Donnie- entonces Mikey recordó todo lo de la noche anterior como un balde de agua fría ¿aun no han encontrado a Donnie? ¿Qué? lagrimas amenazaron con salir de sus ojos, pero Leo evitó que eso pasará abrazándolo más fuerte- tranquilo, aunque no lo encuentre hoy lo seguirá buscando, se que lo encontrará, tarde o temprano…-Mikey asintió en silencio sentándose junto a su hermanito para esperar…
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Ya daban las 6 de la mañana en el reloj, el sol estaba saliendo, las personas que vivian de noche regresaban a dormir, y las demás salían a trabajar, el transito de gente se incrementó, pronto todas las calles estaban saturadas de autos, las sombras se esfumaron, la luz iluminó todo y Rafa sabía que no podía seguir ahí afuera, debía volver y seguir la búsqueda cuando cayera la noche, cuando sus dos cachorros lo vieron llegar con las manos vacías se limitaron a abrazarlo.
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- ¿estás bien? ¿necesitas algo?
-puedo solo, gracias- contestó Donnie desde dentro del baño.
-OKI- la joven se alejó de la puerta y fue a la sala, que sea domingo no significa que no tenga tarea que hacer. mientras tanto en la bañera estaba la tortuguita, esforzándose por poder quitar todo ese horrible olor a basura putrefacta que se había impregnado en su piel, vio la herida en su pierna, notó lo profundo que era el corte, de seguro le quedaría una marca, a pesar de estar fuera de peligro no podía evitar sentirse triste, su mente se nubló con pensamientos y emociones que jamás había sentido con tanto peso, observa las ondas en el agua imaginándose que estaría haciendo su familia ¿Mikey se habrá salvado? ¿Leo se encontró a papá? ¿lo estaban buscando?... ¿lo extrañan tanto como él a ellos? sintió la yema de sus dedos arrugarse, ya debía salir. Se secó con la toalla que la humana dejó para él, se acomodó la bandana con cuidado de que sus nuevos lentes no se desprendieran, salió del baño, afuera estaba el perro/cosa, se miraron un momento, a Donnie estaba comenzando a irritarle que no dejara de observarlo de esa forma así que hiso lo mas sensato y lo ignoró.
La tortuguita se acercó a Abril curioso sobre lo que estaba haciendo, al notar su presencia la chica lo llevó a sentarse en su regazo, Donnie inspeccionó las ecuaciones que le explicaban, tomó un lápiz que tenía cerca y comenzó a resolverlas tranquilamente, Abril se sorprendió, calculó mentalmente lo que hacia ¿y que creen? estaba correcto.
- ¿Dónde aprendiste eso? ¿tu papá te lo enseño?
-No- contesto sin titubear ni un segundo- pero me trajo un libro donde hablaban de esto, es sumamente interesante. 
-oo, ya veo- La chica no podía negar que le entretenía la forma tan apropiada de hablar que tenia un niño (o bueno, tortuga) de no mas de 3 o 4 años, era muy inteligente.
-Al principio no sabia de que se trataba ni que utilidad tenía, pero descubrí que todo era pura lógica- continuó -a mis hermanos no les gustaba tanto como a mí, ellos prefieren los cuentos, no las matemáticas.
-seeee, pues, no a todos les gusta usar su cerebro, pero eso es cosa de cada uno, tú eres brillante- Donnie detuvo sus movimientos.
-…brillante-repitió en un susurro sonriendo, unos fuertes golpes en la puerta principal dieron fin a la amena conversación. Donnie se asustó, alguien que llama a la puerta de esa forma solo puede ser una persona furiosa, demente o con malas intenciones, sin embargo, en contraste al nerviosismo de la tortuguita la joven reconoció al instante de quien se trataba. le dio un par de palmaditas y lo regresó al suelo.
-Descuida- susurró- ve a mi cuarto a esconderte, no tardo- el de morado asintió e hiso lo que le dijo, Mayhem le seguía vigilante, Abril fue a abril la puerta.
-Casey, waw, dime ¿tratas de echar mi puerta abajo? -su tono era plano y sarcástico, la nombrada se reincorporó ya que seguía en pose de “golpear la puerta”
-A, no, lo siento- se disculpó bajando el brazo.
- ¿Qué te trae por aquí? - suavizó su mirada.
-a bueno, jeje- se notaba algo nerviosa- es que, como hoy no tienes trabajo y…pueeees, pensé…
-… ¿siiii? 
-quería saber si tal vez, am, querías ir a hacer algo conmigo. Tal vez ir a patinar (?)
-…Oh, am- eso no se lo esperaba, si bien ellas dos son amigas desde pequeñas solía pasar mas tiempo con Sunita, quería responder “claro Casey, déjame ir a buscar mi chaqueta y voy” pero no podía dejar a su huésped solo, tenia que cuidarlo hasta que regresara con su familia- lo siento Casey, hoy no puedo, tengo…cosas que hacer.
- Aa, ok, este, te dejo entonces- se notaba la decepción en su rostro.
-otro día será.
-si, si- Casey le miró con una sonrisa algo forzada dando una mirada rápida a su departamento antes de salir- oye, tu perro raro está mirando algo- apuntó.
- ¿m? - Abril volteó, Mayhem miraba desde el marco de la puerta a la tortuguita, quien a pesar de no estar a la vista se sentía nervioso, entonces el perro/cosa tubo una idea en su malvada cabecita microscópica. Donnie reconoció esa mirada y negó “NO, no te atrevas” pero la pose que la mascota tomaba era mas de “SI, si me atrevo” y comenzó a ladrar como si se estuviera metiendo un asesino serial a la casa. Casey en su enérgica paranoia irrumpió en el apartamento.
- ¡HEY! - Abril iba tras ella buscando detenerla.
- ahora tu perro raro le está ladrando a algo…
-Mayhem le ladra a todo y a todos-alegó, Donnie se ocultó bajo la cama velozmente pero el perro seguía empeñado en rebelar su ubicación.
-tal vez sea una rata, si se metió una rata podrías enfermarte, odio las ratas son asquerosas.
-¡Casey! ¡fuera de mi cuarto! - trataba de pararla, pero cuando se le mete una idea a la cabeza no hay quien la pare. Se agachó a investigar que había bajo la cama solo para descubrir a una criaturita que jamás había visto, al menos no era una rata…
- ¿¡QUE ES ESA COSA!?-no pudo evitar levantar la voz espantando a la tortuguita, quien se apresuró a salir de su escondite por el lado contrario, corrió hacia la sala y Abril se puso en la puerta para evitar que Cassandra fuera tras él- Abril ¿Qué estas escondiendo? - en su rostro se posó una sonrisa ladina algo burlesca.
- ¡Numero 1; no es una cosa! ¡Numero 2; voy a necesitar que le bajes unas 10 rayitas a tu actitud si quieres que te explique! - la cara de Abril denotaba que hablaba en serio, Casey se calmó unos segundos después y asintió en silencio, solo entonces se apartó- ¿Donnie? Donnie tranquilo, Cassandra-
-Casey-corrigió
-Casey- dijo entre dientes- no te hará nada, calma- buscó con la mirada al pequeño y lo encontró debajo de la mesa del comedor, se agachó a su altura, Donnie cerraba los ojos con fuerza escondiendo su cabeza en sus rodillas, Abril acarició su caparazón- hey, todo bien…- le sonrió, Dee levantó la vista un momento, confió en ella y salió de ahí- Casey, te presento a Donnie- el nombrado se ocultó tras una de sus piernas mirando desde su altura a la chica de tes clara y labial oscuro. ella sonrió curiosa.
-hola criaturita ¿Qué eres? ¿algún tipo de rana mutante?
-es una tortuga-Aclaró Abril.
-Nunca había visto una tortuga como tu- se arrodilló para verlo mejor- es un placer conocerte.
-…

Tres Pequeños ProblemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora