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El chino lloró desconsolado, preguntándose ¿Qué más le quedaba por descubrir? ¿Cómo podría sobreponerse a tantas cosas? Miles de pensamientos daban vueltas en su cabeza, pero al menos no estaba solo en esto, claro que no, Lee Haechan estaba a su lado y eso le hacía preguntarse que había hecho para merecerlo.

―Tendré que estar calmado y hacer que Jisung me lo cuente. ―murmuró siendo abrazado por el alfa pelinegro.

―¿Cuándo termina tu celo? Si quiero salvarte debo marcarte antes de que termine. ―Haechan tenía razón, sea como fuere el problema, a esta altura esa era la única solución viable.

―Aún falta otra semana, hay tiempo, será mucho más complicado ahora que no estamos solos, ―suspiró y se acomodó, dándole un espacio al muchacho para que se acostara a su lado. ―El doctor dijo que debo dejar de tomar los supresores, por un tiempo, súmale a eso una espera de uno a dos días para desintoxicar el cuerpo por completo.

Haechan ntendía lo que quería decirle, el tiempo estaba de su lado, los dos días de desintoxicación servirían para arreglar algunos asuntos.

―Imagino que ya tienes un plan, creo que Mark sabe más de lo que dice, pero no querrá hablar conmigo. ―opinó Lee.

―Hablará conmigo. ―dijo el omega, observando su expresión de desconcierto. ―Piensalo, si el te dijo eso es porque no tiene nada contra mi, me jode las bolas verle la cara, pero lo que él tenga para decirme es importante ahora. ―acomodo su cuerpo de lado, acariciando la mejilla de su compañero. ―Dame su número, yo le hablaré en cuanto todo esté más tranquilo.

El rubio asintió, sorprendido por la mente creativa del pelinegro, aún tenía ciertas dudas con respecto a su divorcio, aún sabiendo que no tenía derecho a meterse.

―¿Por qué lo tratas con tanto cuidado? Es decir, se lo que me dijiste, pero también sé que hay algo más. ―Le acarició el rostro.

―La vida no ha querido ser buena conmigo ―Suspiró haciendo una mueca parecida a una sonrisa sin ganas. ―Yo, al igual que todos, tengo secretos, y te lo contaré cuando este listo para afrontar lo que me atemoriza.  Perdone algo imperdonable, eso es todo lo que te puedo decir.

Renjun le dejó sin habla, ante esto no había mucho que agregar, solo más preguntas creciendo y creciendo sin detenerse. ¿Existe algo más imperdonable que una infidelidad?, Haechan no lo sabía, su lobo le indicaba ser paciente.

―Ren… Me gustaría ser diferente para ti, que te sientas libre de avanzar paso a paso, que las presiones no existan y solo sonrías para mi todos los días, puedo ver que por mucho tiempo le has dado prioridad a tu mente, y creo que es tiempo de darle prioridad a tu corazón.

Su mano tocó el pecho del omega con lentitud, justo sobre su corazón, sintiendo cada latido desde el inicio hasta el final, sintiendo la pequeña corriente eléctrica que llenaba sus terminaciones nerviosas al estar cerca.

Renjun acercó su rostro, pidiendo permiso para recibir ese contacto casi terapéutico entre sus labios. Por cada beso concedido un parche cubría una herida. Es así que de nueva cuenta se fundieron en los labios del otro.

[...]

Las horas volaron como hojas al viento, dos días después de todo el caos Renjun recibe el alta del hospital, acompañado por cientos de indicaciones, pero listo para seguir su vida.

Jisung no se presentó a buscarlo, de eso se encargaron Haechan y Taeyong, parando por obviedad en el departamento de soltero del omega. En el trayecto de camino Haechan aprovechó para darle una sorprendente noticia a Renjun.

―El día que vine a hacer la limpieza me enteré que el departamento de al lado estaba disponible, necesitaba donde irme así que lo alquilé. Somos vecinos. ―Relató Haechan muy contento por ello.

―Qué bien, eso será divertido. ―comentó Renjun sonriendo.

Unos minutos más tarde llegaron al edificio, Haechan insistió mucho para cargar al omega cual si fueran una pareja de recién casados. Ocurrencia que le hizo reír a más no poder, incluso Taeyong río por lo graciosos que se veían.

Ingresaron al departamento y por un rato todo fue risas y sobre atenciones hacia Renjun. Después de cenar especialidades preparadas por Taeyong, llegó la conversación menos esperada por todos.

No era algo que a Huang le alegrará, pero era consciente de que Taeyong debía saber, la idea podía salir mal o bien, cualquiera sea el resultado lo más prudente era mantener al mayor informado.

―Le dije a Haechan que me diera el número de su ex esposo, tengo que averiguar todo lo que él pueda saber. ―Huang habló firme. Seguro de sus ideas.

―¿Estás loco? Haechan me contó todo, que tal si te pasa algo por meterte en esto ¿lo pensaste? ―Taeyong se negaba a dejarlo involucrarse.

―Nada malo pasará, sé muy bien que todo puede cambiar si Haechan me marca,  pero eso no lo es todo, Mark también tiene una marca. Él tiene mucho que decirme. ―murmuró tomando el teléfono.

Taeyong no dio objeciones, conocía a su amigo desde la punta de los pies hasta el último cabello de su cabeza, Renjun no descansaría hasta cerrar la historia de manera correcta. Era arriesgado si, pero por otro lado, el omega no quería nada con la familia de su ex marido y viceversa.

El chino buscó el contacto de Lee, abrió el chat y comenzó a escribir.

  "Mark, se que esto te parecerá de lo más extraño, y te comprendo. Tienes derecho a reaccionar mal, a pedirme que no te moleste. Haechan me contó las cosas que le dijiste, sinceramente no me importa en que esté metida la familia Park, solo me importa continuar con vida. Tu y yo somos del mismo rango, se que puedes entenderme, de omega a omega, necesito hablar contigo.

No tiene que ser un lugar público, hay un lugar, mi departamento de soltero. Jisung no sabe que lo estoy usando, cree que me quedó en casa de Taeyong, puedes venir aquí para que estemos solos, nadie más que nosotros dos.

Será la última vez que veas mi rostro y yo el tuyo. Por favor, se que no tienes nada en contra mía, entonces ayúdame por primera y última vez."

Presionó la tecla enviar, segundos después dejo el celular sobre la mesa ratona del living.

―No he tenido el tiempo de hacerlo; había algo aquí dentro que quería recuperar y mostrarles. ―El sonido de una breve risita resonó en sus labios.

Desapareció por el pasillo principal y regreso algunos minutos más tarde con una pequeña caja en sus manos.

―Son fotos de mis primeros días en la escuela de cocina. ―sonrió enseñando sus encías.

Los alfas sonrieron enternecidos, dieron espacio a que el menor de estatura desempolvara la caja y sacará las fotos, la primera tenía algo de tierra acumulada, por lo que deslizó el antebrazo sobre ella, cuando la imagen fue más visible, Haechan abrió los ojos sorprendido.

―Este soy yo... ―se señaló, un joven peli castaño parado a escasos centímetros de un rejuvenecido Renjun.

―¿De verdad? ―consultó Huang, a lo que el alfa en frente suyo asintió. ―Alto... ―el chino revolvió las otras fotos, hasta dar con lo que quería, una foto en la que posaba solo con uno de sus varios compañeros. La imagen estaba firmada en la parte de atrás. ―Tu... ¿Eres Dongsookie?

―Y tu eres el dulce Junnie.

Lo que por tanto tiempo intentaron decir sus lobos, los humanos por fin lo recordaron. El destino los unió mucho antes del dolor de la traición.

INFIDELIDAD  °Renhyuck°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora