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Renjun miró a su mayor reteniendo los nervios, una exhalación profunda ayudo a distender la presión en su abdomen por unos minutos, Taeyong le tomó la mano antes que la extremidad blanquecina tocará el teléfono.

―No contestes si te sientes mal. ―recomendó nervioso.

―Es mejor ver que tiene para decir, después podre cortar la llamada e ignorarlo un rato más. ―suspiró y soltó la mano de su hyung para contestar.

―Hola... ―habló, ya que no había sonidos del otro lado.

Quiso articular palabras una vez más, interrumpido por los sonidos guturales que venían del otro lado. Algunos jadeos se oyeron, pasos en el suelo y gruñidos.

―Jisung querido ¿Estas listo? ―habló una voz suave y seductora del otro lado.

―Claro pequeño, quiero esa segunda ronda. ―la voz de su esposo apareció en línea, quebrando a Renjun, golpeando lo más profundo de su ser.

Sonidos nuevos de jadeos y besos se hicieron presentes, sucedidos por gemidos suaves y el chirriar de la cama.

El omega se cubrió la boca, dejando caer lágrimas amargas de sus ojos cristalizados. Taeyong le arrebató el teléfono, deteniendo su tortura, él también escuchó los gemidos y gruño de rabia, cortando la llamada con brusquedad.

―Es un malnacido, imbecil, alfa de cuarta... ―insultos varios venían del pelimiel.

―Q-Quiere volverme loco hyung... ―el omega lloró, cubriendo su rostro con ambas manos.

―Mi cachorrito, ―Taeyong, angustiado por su menor, lo abrazo acariciando su cabello. ―Eres un ángel, ellos no merecen ni una sola de tus lágrimas.

―M-Me gustaría ser tan descarado como él, pero...Haechan es maravilloso...ninguno de los dos queremos usarnos. ―confesó aún abrazando al más alto.

―Hacen bien, se nota que se quieren, solo sigan así, exploren lo que sienten. ―le acarició la espalda. ―Tengo una idea, dame el número de Haechan.

Renjun levantó la mirada curioso.

―¿Para qué?

―Así nos comunicaremos por su teléfono, y el tuyo lo dejas en casa. ―sugirió.

―Esta bien, ya no quiero saber nada de Jisung.

Limpio los rastros de lágrimas sobre su mejilla y busco el número del alfa castaño para enviárselo a su hyung.

Tras el pase de números, Taeyong encendió el auto, partiendo al primer objetivo del día, que era el salón de belleza con Yuna, su estilista personal.

El omega recibió un color negro más un baño de crema y con ello el cabello alisado. Más tarde decidieron almorzar algo, podiar darse el lujo de hacerlo, ya que ese dia el restaurante no abriría por razones obvias, nadie estaba en condiciones de atenderlo, por ende Taeyong les dio una pequeña paga a todos sus empleados diciendo que podía tomarse unas mini vacaciones de dos días.

Culminando el almuerzo compraron algo de maquillaje básico y un poco de ropa nueva, las tiendas cerraban una tras otra cuando el reloj dio la una.

―Deberías ir a ver a Jae. ―habló Huang.

―Si, es cierto ¿Te dejo en tu casa? ―preguntó encendiendo el vehículo.

―No, bueno no en esa casa, ¿Recuerdas mi departamento en BokGu? Me gustaría ir allí, necesito limpiarlo un poco si quiero quedarme y puedo matar el tiempo con eso.

Se explicó, quitándole cualquier atisbo de duda al mayor.

―Bien, te dejaré allí. Estoy seguro de que Haechan morirá de amor al ver tu nuevo estilo. ―le guiño un ojo.

―¿Y eso? ―Renjun río por el cambio de tema, ―¿No es un poco pronto para hablar de amor?

―Nunca es pronto cuando se trata de predestinados. A ver si crees de una vez y te entregas a tu romántico destino.

Taeyong suspiro como si estuviera leyendo un libro de romance. El omega solo atino a reírse de sus palabras, aunque tal vez el alfa tenía algo de razón.

Viajaron en pocos minutos a BokGu, se despidieron en la puerta del departamento, cabe destacar que primero pasaron por la casa matrimonial a recoger las llaves, después de ver a su hyung alejarse entró el edificio.

Sientos de recuerdos vinieron a su mente. Observo cada rincón, los muebles en el interior del depto se hallaban cubiertos de tela empolvada.

El teléfono vibró en su bolsillo, lo miro pensando que se trataría de Jisung, pero sonrió al notar el nombre del remitente. 

"Necesito verte, ya te extraño mi bonito, seguro tu nuevo estilo te queda increíble."

Aquellas palabras lo hicieron sonreír como un adolescente colegial.

"También te extraño, ¿Porque siento que quiero pasar todo el tiempo contigo?"

Tecleo y envió su respuesta, quitó la sábana blanca del sillón para sentarse en el.

"Será porque estamos conectados, nuestros lobos lo saben pero nosotros no lo aceptamos, hace unas horas atrás, un poco después de dejarte en el estacionamiento, me sentí muy angustiado ¿Te encuentras bien?"

Renjun abrió los ojos sorprendió con la respuesta, ¿Haechan sintió lo que él estaba sintiendo?

"Yo...Estoy bien, me pasó algo triste después de que nos despedimos, estuve llorando un rato ¿Pudiste sentirlo?"

Pregunto anonadado. Esa repentina conexión con el alfa lo sorprendía cada vez más.

"Aún que no exista un lazo físico entre nosotros lo sentí, mi lobo me decía que algo no estaba bien. Uff ahora tengo más ganas de verte minino."

El omega sonrió de lado, llevando una mano hacia su pecho, justo sobre el corazón que latía muy rápido.

"¿Estas en el trabajo? Si es así tendrás que aguantar hasta la noche, mira esta foto cuando me extrañes, la tomé en el auto de Taeyong jsjs :] "

Adjunto una foto con el mensaje, ansioso, imaginando las reacciones exageradas del alfa cuando lo vea.

"Wow, me dejaste sin palabras, sabía que ese color se te vería hermoso, te ves tan lindo y tierno, ahora te envió una sorpresa para quedar a mano :3 ¿Como me queda?"

Renjun formó una pequeña "o" con sus labios luego de contemplar la imagen del alfa, sintió a su corazón dar un brinco y el estómago le dio cosquillas.

"Te ves muy atractivo, eres tan bonito, creo que esto solo nos dará más ansiedad"

Río tipeando el texto. Con ello solo aumentaban sus ganas de verse.

"Tienes razón, ¡Huang Renjun! ¿Qué me estás haciendo?"

Una carcajada salió de sus labios, detrás de esa pantalla, dentro de la pastelería Haechan reía a su par.

"¿Yo? No estoy haciendo nada, tu me estás embrujando". 

La risa que había iniciado se detuvo al sentir punzadas de dolor en el vientre, una extraña sensación de humedad invadió su entrada, mojando sus pantalones. El pálido pensó que se trataba del líquido lubricante, pues aún seguía en celo, más al tocarse y levantar la mano vio sangre, misma que se volvía más abundante y dolorosa.

Sus manos temblaban, haciendo que fuera difícil escribir, por lo que, con la poca fuerza que le iba quedando presionó el botón de audio.

"H...Haechan, es-estoy sangrando... no... no me ...siento bien"

Alcanzo a enviarse el audio antes que su vista se volviera negra y el cuerpo se dejará ir del todo.

INFIDELIDAD  °Renhyuck°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora