Epílogo

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Ese día trágico se convirtió en un sin fin de noticias nuevas para la prensa local, todos debatiendo el mismo tema a costa del sufrimiento ajeno.

Los canales de televisión y las revistas anunciaban la historia de un omega que vivía a las sombras del maltrato de su pareja, ignorando cada cosa mala que le hizo sentir. Luego el pobre omega intentó escapar con su amante, pero su ex pareja los interceptó, ambos alfas se enfrentaron sin compasión, hiriendo al omega de gravedad.

¿Qué van a saber ellos? Manejan la historia su conveniencia, el público juzga al omega infiel, muchos aseguran que se lo buscó, ¿Porqué no pidió el divorcio? ¿Porqué no se divorció pagando? Preguntas que hace la gente sin pensar. Es muy fácil hablar cuando tu vida está resuelta y no sabes las cosas por las que ha pasado a quien tanto juzgas.

Algunos se comparecieron del pálido, los demás se ocuparon de viralizar los vídeos de la pelea en internet.

He aquí lo más triste de todo, ni siquiera el mismo Renjun sabe que ha pasado. Sus párpados pesados se levantan con lentitud, luchando para acostumbrarse a la luz. La cabeza duele como si un taladro hubiera estado allí, ladea la cara buscando una imagen conocida. Mark parece estar ahí, difuso.

―¿M- Mark? ―balbucea adormecido.

―¡Hyung! ¡Despertaste! ―exclama con emoción contenida.

―¿Qué...Qué me pasó? ―preguntó sin poder asimilar del todo el lugar donde se encontraba. ―¿Y… H-Haechan?

El alfa no estaba en el hospital, o al menos no en ese lugar.

―¿No recuerdas lo último que hiciste? ―los doctores habían preparado a Mark para esta situación, debía hacerle esa pregunta si despertaba, para saber cómo se encontraba su memoria después del golpe y la fractura.

―Haechan, me marcó hace un rato ¿lo vez? ―Llevó la mano con el catéter conectado hacia el cuello, enseñando su marca.

―Hyung... ―debía hablar con mucho cuidado, ―ha pasado mucho tiempo ya.

―¿Cuánto?

El omega menor titubeó, nervioso, Renjun levanto un poco la cabeza, observando el vientre abultado que cargaba ya.

―Seis meses, ―artículo en un hilo de voz.

Renjun quiso responderle, solo un quejido salió de su boca, se tocó el vientre rígido, los dolores venían de esa zona. Miro a su menor con pánico y lágrimas.

―T-Tranquilo, e-estas en trabajo de parto ahora. ―esas fueron las palabras que necesitaba para dejar de reaccionar.

¿Su bebé iba a nacer? ¿Dónde estaba su alfa? ¿Porque todo su cuerpo dolía tanto?

Mark llamó a una enfermera y esta indicó la emergencia un equipo de doctores. Renjun fue trasladado deprisa,  entre preguntas, gritos y el dolor de las contracciones. Sus orbes negras se iluminaron cuando lo vieron a él, pero algo no encajaba, Haechan vestía de blanco, una mujer con ambo verde marino estaba a su lado, atenta a sus movimientos. El pelinegro corrió hacia su omega, con los ojos acuosos por las tantas lágrimas que no podía ocultar.

―¡Alfa! ―Renjun alzó la voz, sintiendo que volvía a respirar.

―Mi omega, mi más grande amor en el universo, ―le hablo siguiendo el trayecto de la camilla a su lado.

Sus lobos se sintieron vivos al reunirse de nuevo. Haechan sujeto su mano, Renjun se aferró a ese agarre, mientras los médicos lo preparaban para la cesárea.

Un tiempo indefinido después, alfa y omega observaron a su cachorro con la mirada brillosa. Llena de estrellas.

―Es hermoso, ―hablo Huang, exhausto.

―Simplemente perfecto, te amo ―Haechan beso su frente, mejillas y labios.

―Te amo, Byeol también te ama,― le sonrío, cansado y feliz.

Sin preocuparse por todo lo que sucedía a su alrededor. Haechan tendría que irse pronto, pero quería disfrutar de su familia un momento más. Su omega y su cachorro estaban sanos, eso era todo lo que le importaba.

―Bendito el día que viniste a mi puerta para decirme que mi esposo me engañaba con el tuyo.

Sus labios se tocaron, suaves, íntimos y llenos de sentimientos, aunque todavía les quedaba mucho por entender.

INFIDELIDAD  °Renhyuck°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora