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Los alfas y el omega guardaron silencio, pensativos sobre el reciente descubrimiento. Renjun escarbo entre sus recuerdos, quitando una nota que descansaba en el fondo de la caja.

―Guardé  esto desde la época en que estudiaba cocina. ―admitió sonriendo nostálgico.

―"Nunca había conocido a alguien como tú,... ―Haechan inicio la lectura del trozo de papel.

Eres el arroz frito de mi kimchi." ―leyeron ambos al unísono.

Las risas inundaron el ambiente, no era necesario ser un genio para saber que esas palabras eran de jóvenes inexpertos en el ligue.

―¿Quien de los dos escribió eso? ―pregunto Taeyong aguantando la risa.

―Me declaro culpable. ―Renjun se señaló a si mismo. Sorprendiendo a su amigo de sobremanera.

―Te creía más listo. ―se burló.

―Por aquélla época yo cursaba repostería avanzada, y Renjun gastronomía general en el mismo nivel, nos cruzamos en algunas clases de comida dulce. ―recordó Haechan, ahora con la mente más clara y su lobo feliz.

―Según recuerdo, una tarde me acompañaste a casa, hablamos de una sociedad, el restaurante gourmet "MiniMini" ―bonitas memorias vinieron a la mente del chino.

―Es verdad, incluso dibujamos un logo.― Lee estiró su mano hacia la caja, sacando un cartel pequeño con el dibujo de un pollito y un gatito a cada lado de la palabra "MiniMini" escrita en una cursiva retro, ―Estábamos llenos de ideas, ¿Qué sucedió? Solo recuerdo que las clases cambiaron y perdimos contacto.

Tae los observó, por aquel entonces el mayor apoyaba mucho a Renjun, motivandole a avanzar con los cursos de cocina, tanto así, que lo convenció de aceptar realizar una especialización en el extranjero. Un año y medio más tarde, tras terminar sus estudios, Jisung, con quien llevaba 4 años de novios, le propuso matrimonio. Y muy a su pesar consiguió trabajar en Eat Tae.

―Por mi parte, luego de terminar el curso abandone Seúl y me mude a Busan, mi padre enfermó, razón por la que me necesitaban en la pastelería, un poco después me reencontré con Mark, nosotros eramos buenos amigos desde antes, unos años después nos casamos. ―relató su lado de la historia.

―Es extraño ¿No? Como sus lobos demostraron que eran destinados ahora y no antes, quizás es porque antes estaban cerca, y al separarse sus lobos sintieron la ausencia del otro, más la necesidad de encontrarlo. ―La teoría de Taeyong tenia mucho sentido.

―Puede ser, es algo inesperado, como una amnesia o algo así. ―habló Renjun.

Conversaron sobre esto por mucho rato, tanto que la tarde se hizo noche y pronto cada uno tendría que irse. Haechan solo debía ir a la puerta del al lado, Taeyong despidió de la pareja y subió a su auto.

[...]

Los días pasaron rápido, Renjun se sentía mucho mejor, saludable y tranquilo. Hoy era el día en que debía conversar con Mark.

Para sorpresa del omega, Haechan insistió en desayunar juntos y estar en su departamento al pendiente por cualquier cosa.

―¿Estás seguro de esto? ―preguntó el pelinegro una vez más.

―Si, tranquilo, todo saldrá bien, aunque estoy seguro de que me dirá cosas que no quiero saber. ―Suspiró.

―Sabes que no estás solo, podemos vernos después de que hablen, aún nos debemos una cena. ―le guiño un ojo sonriendo.

―Claro, podemos cenar hoy si quieres, además me debes un postre. ―Renjun sonrió coqueto.

―Los que quieras. ―le devolvió la sonrisa.

Alfa y omega desayunaron entre coqueteos sutiles y sonrisas. Al terminar ordenaron la mesa, Huang secaba todo lo utilizado mientras Lee lavaba los platos. Jugaron con agua y dejaron todo limpio.

Haechan acorraló al más bajo contra la mesada de la cocina, Renjun no puso ninguna objeción, se sostuvo en los hombros del pelinegro al perder estabilidad. El alfa sujeto su cintura, disfrutando el tacto en ella, el omega suspiró indeciso y volvió a tomar la iniciativa. El hecho de que Renjun sea quien provoque los besos tenía totalmente encendido a Haechan, por eso pensaba que el chino era diferente a otros omegas.

Sus labios se devoraron con ansiedad, y una picardía diferente. Haechan succiono el labio inferior del contrario, abandonando los belfos para descender con besos húmedos a la mandíbula y el cuello, haciendo pequeñas y placenteras succiones sobre la piel.

Renjun suspiró, mordiéndose el labio inferior, de esa manera lograba callar algunos gemidos suaves. Lee levantó la tela de su camiseta, acariciando la piel, sus labios dieron suaves toques en el pezón izquierdo, disfrutando el rosado botón por unos segundos, continuando su recorrido hacia abajo, besando cada parte de su abdomen.

―Ha-Haechan... ―Renjun gimió, contrayendo los músculos de su abdomen cuando el alfa lamió la zona del ombligo.

Haechan jugaba, volviendo una y otra vez por el sendero trazado en esa blanquecina piel, provocando hasta la última terminación nerviosa en su acompañante.

Desabrocho los botones del pantalón, dando caricias lentas sobre el bóxer mientras disfrutaba mordisquear un rosado botón.

Los toques en la puerta dieron por acabado su apasionado momento, se miraron desilusionados y suspiraron, regularizando su respirar lentamente.

El pelinegro acomodó su camiseta, luego cerró la bragueta del pantalón. Camino hacia la puerta, pensando quién podía ser. Haechan le siguió el paso, listo para cualquier cosa.

Para ser honestos fue un alivio que se tratara de Mark, quien los miro con gesto neutral, restando importancia a la presencia de Lee.

―Ya puedes irte, te avisaré si necesito algo. ―Renjun miró al alfa y le dio un leve apretón en la mano.

―Esta bien bebé... ―Ambos se miraron sonrojados, Haechan utilizaba ese apodo por primera vez. ―Ya… Ya sabes dónde estoy.

Salio rápido, apenas lo hizo Huang le dio paso a su invitado. Ambos omegas se sentaron en el living, sin saber muy bien por dónde empezar.

―Quizás creas que debería estar odiandote porque en teoría me quitaste a mi esposo, pero no te hice venir para juzgarte, necesito tu honestidad... ¿Qué fue lo que realmente pasó?

Huang esperaba que se negara a hablar, que ante pusiera alguna excusa o tan solo repitiera el libreto de su ex pareja. Lejos de cualquier pronóstico, el omega pelilargo quebró en llanto repentino, abrazandolo por inercia, por buscar en quien apoyarse. Renjun trago saliva, esa reacción tan extraña lo tomaba por sorpresa, intento salir del shock y acercar sus manos con lentitud a la espalda del muchacho.

INFIDELIDAD  °Renhyuck°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora