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— No debiste mentirnos...

— Lo se y no sabes lo mucho que me arrepiento.

— ¿Quien más sabe de esto?

— Creo que es obvio. — señaló la puerta brillante de Dolores.

— Es verdad. — rió para después ponerse seria nuevamente. — ¿Por qué ellos querían matarte? En la visión del tío Bruno ellos se ven algo mayores, ¿los hiciste enojar?

— Si, no es por ofender ni nada pero me parecía algo ridículo que existiera la magia. Los pueblos cercanos y pequeñas ciudades de Colombia saben y cuentan historias sobre el Encanto, mucha gente la busca para saber cómo es aquí y para confirmar definitivamente que la magia no es solo una exageración o un cuento de hadas.

¿Y se enojaron por que llamaste nuestra magia una tontería?

— Fue algo más complejo que eso pero quiero ahorrarme los detalles.

— Entiendo, no quiero enojarme contigo por lo que sea que dijiste sobre la magia. Pero ve el lado bueno, ahora sabes que existe y que es genial.

— Es verdad. Mirabel puedes serme sincera y yo voy a entender perfectamente si estás enojada por que les mentí de la forma más horrible posible. Incluso me siento enojado conmigo mismo por decir tal mentira sobre la señora Estela, que no era más que una gentil mujer que me cuidó y curó en su humilde hogar, me recibió con tanta amabilidad y jamás me pregunto sobre mi vida de antes, pude ser un criminal o un asesino pero poco le importo preguntar sobre lo que yo era y mentir sobre que ella era mi madre no es más que un insulto a su persona.

— No estoy enojada, solo me siento algo traicionada por que realmente confíe en ti, en lo que dijiste. Eres una gran persona y tambien entiendo que tuviste que huir, no se como fue tu vida ahí afuera o el como llegaste hasta aquí con ellos, solo quiero que el Pedro que eres ahora, el que creo conocer, sea el mismo cuando les diga a todos la verdad y no vuelva a mentirnos más. ¿Puedes hacer eso?

— Si eso me hace ser perdonado por una amiga, entonces lo haré. — sonrió.

Por supuesto. Ahora quiero hacerte un pequeñito interrogatorio.

— Bueno creo que aún necesitas saber más así que puedes seguir preguntando.

— No, eso no tiene nada que ver ahora con tu vida y esos asuntos, haré esas preguntas después. Yo quiero saber algo más.

— Oh, bueno, entonces pregunta sin problema.

— ¿Como es el exterior?. — dijo con una pequeña emoción en su hablar.

Inspiración {CamiloxMariano}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora