Hoy y siempre. (Dramione)

17. Verdades (I)

Hermione caminaba por los pasillos de Hogwarts mientras el corazón le latía rápidamente. ¿Donde estaba Draco? ¿Sería capaz de decirle lo que estaba pasando? Se supone que no tenía que decir nada, pero a la vez sentía la necesidad de hablarle y advertirle lo más pronto posible.

"...Ayer en la fiesta de navidad pudieron tomar la delantera y escapar de nosotros. Pero no los dejaremos avanzar más." había dicho Harry en la reunión del ED.

La noche anterior, todos habían estado ocupados en la fiesta de navidad. Solo había dos personas que salieron en medio de la fiesta: Jason Coleman, su novio. Y Marilyn Aniston, la pareja de Draco.

Jason se fue porque estaba enfermo... claro que pudo fingir, pero incluso Ron y Harry lo ayudaron a ir con Madame Pomfrey de tan mal que estaba, y después de eso, pasó toda la noche allí. Era casi imposible que fuera él.

Por otro lado, Aniston. Estaba completamente bien al empezar la fiesta, y al terminarla también, no se pudo haber ido porque estaba enferma. Además, Harry dijo que a los sospechosos de Hogsmade los vieron a las 11 de la noche aproximadamente, y cuando Hermione habló con Draco y le preguntó por Marilyn, faltaban más o menos 5 minutos para las 12, y el dijo que Marilyn se había ido más o menos una hora antes (casi a las 11), y ni siquiera él sabía el por qué.

Hermione sentía una mezcla de emociones, entre furia, miedo, tristeza, desesperación, y a lo lejos... un poco de alivio. Alivio de que Marilyn Aniston se alejara un poco de sus vidas, tal vez. Pero, ¿por qué?

Sabía que había algo raro en ella. No era para nada agradable, ni amigable. Sabía que no era imposible que un Hufflepuff fuera así, pero era muy difícil. Entrar a Hufflepuff era una de las mejores máscaras, ya que muchos la creerían inocente y sería más difícil de acabar siendo sospechosa.

Pero se había metido con la chica equivocada. Hermione no se quedaría quieta.

. . . .

Ya era 27 de diciembre. Habían pasado 3 días desde la fiesta de navidad. Draco pensaba en que, desde ese día, ya no había vuelto a hablar con Hermione, ¿en que estaría tan ocupada?

Slytherin tenía entrenamiento de Quidditch ese día, así que Draco salió junto con Zabini para ir al campo. Iban hablando acerca de qué harían al salir de Hogwarts.

—¿Qué haces? —cuestionó Zabini al ver a Draco revolver su mochila.

—Nada, solo que no encuentro mis guantes. Los necesito para jugar.

—¿Te presto los míos?

—¿Y que en vez de que yo me congele, te congeles tu? Olvídalo. Iré por ellos, creo que los dejé en mi casillero.

—Como quieras —Zabini encogió los hombros— te esperamos en el campo.

—Si. Dile al resto que empiece a calentar —dijo Draco alejándose de Zabini, camino al castillo.

Draco llegó rápido al área de casilleros del castillo. Luego de sacar sus guantes y guardarlos en su mochila, empezó a caminar de regreso.

Antes de salir del castillo, cruzó a un pasillo que estaba solitario y algo oscuro, casi nadie pasaba por ahí. A lo lejos vio a una figura en la esquina del pasillo. Al acercarse más se fijo que la figura en realidad era Granger. Iba a hablarle desde donde estaba, pero parecía que estaba escondiéndose, así que decidió acercarse silenciosamente.

Se detuvo justo detrás de ella. Al parecer Hermione no se había dado cuenta de su presencia. Draco desvío la mirada hacia lo que la castaña estaba viendo, y se sorprendió de ver cómo, del otro lado, Aniston caminaba mientras leía un pergamino.