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Estaba cansado de esa estúpida clase de matemáticas, no entendía de que le serviría en la vida saber todas esas fórmulas. Uno no iba a comprar para que le dijeran el precio final en cuadrado de binomio.

Rodó los ojos observando con cuidado la hora en su celular mientras soltaba el lápiz y se apoyaba sobre la mesa; escuchó la risa de su mejor amigo y frunció el ceño, su sufrimiento no era divertido.

— ¿De qué te ríes? —lo observó abultando aun más los labios, tratando de expresar su molestia.

—Te ves todo adorable en modo gruñón —aclaró, a Sunoo no le gustaba burlarse de los demás. —, ya falta poco para que podamos salir y ver a los chicos.

—No me anima mucho, Jay hyung tendrá una cita con ese tonto. —musitó en voz bajita tratando de que el profesor no les descubriera, pero sin ocultar la indignación que sentía ante ese hecho.

—Ya, pero eso es tu culpa por no decirle nunca que te gusta —Jungwon rodó los ojos, ¿tan difícil era entender que cuando se trataba de su hyung favorito era una bolita de timidez y nervios? —, además, solo basta con que le pidas que no vaya para que haga caso, es muy dócil cuando se trata de ti.

Tal vez Sunoo tenía razón, pero se sentía incorrecto, él no era nada de Jay para negarle la salida con alguien más, sobre todo si es por verle feliz.

La sonrisa de Jay era lo más importante para Jungwon.

—No es tan fácil cómo eso, no soy capaz de pedírselo, no tendría razón para hacerlo. —contestó después de pensarlo unos segundos y tomaba el lápiz para, aunque sea, copiar lo del pizarrón.

—Solo dile que no quieres que alguien quite su atención de ti... —comenzó a jugar con el lápiz en su mano mientras pensaba como apoyar a su menor. —Eso hice con Sunghoon hyung.

—Sunoo, Hoonie hyung ha estado baboso por ti desde que nos conocemos. —las mejillas del castaño no tardaron en volverse rositas.

—E-eso no es cierto, ya —tomó la cara de Jungwon y lo hizo volver la vista hacia su cuaderno. —Termina de escribir, concéntrate.

Yang simplemente rió para hacerle caso y seguir escribiendo la materia, de alguna forma tendría que entender más adelante.

Continuó así por unos minutos hasta que el timbre por fin sonó, indicandoles que ya era hora de almorzar. El momento más largo que tenía con Jay.

Ambos tomaron sus cosas, colgando la mochila de sus hombros antes de salir del salón encontrándose con Riki que les esperaba fuera de este.

— ¿Tus clases terminaron antes? —cuestionó Sunoo saludando al menor de los tres mientras se dirigían a la cafetería.

—No en realidad, simplemente ustedes tardaron mucho en salir. 

Jungwon hubiera seguido escuchando, claro que lo hubiera hecho, pero su mente sólo podía concentrarse en la imagen que tenía en frente.

Jay estaba sonriendo demasiado entusiasmado frente a ese chico tonto que a Jungwon tanto le molestaba.

Daniel se acercaba cada vez más a su hyung, en un intento descarado por coquetearle, ni siquiera disimulaba, ¿por qué a Jay hyung le gustaba él?

Detuvo su paso cuando sintió las lágrimas acumularse en sus ojos, no podía entrar a la cafetería en ese estado.

Dio media vuelta y salió corriendo llamando la atención de algunas personas, entre ellas de un rubio que preocupado y confundido observaba a Sunoo pidiendo una explicación.

Tal vez la sonrisa de Jay no era lo más importante como pensó, no cuando era él quien quería generarle esa felicidad.

Llegó a la sala de teatro, su lugar seguro desde que entró en esa escuela, no siempre estaba vacía por los ensayos del club, pero para Jungwon era lo más calmado y tranquilizante en momentos así.

Jay hyung ✧ JayWonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora