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—Quiero llorar. —musitó frustrado una vez que habían terminado de recorrer todas las tiendas y podía sentarse en el suelo. —Voy a llorar.

Se tiró de golpe a la superficie helada para esconder el rostro entre sus brazos apoyados en las piernas. Sunoo lo miraba con el labio inferior abultado sin saber muy bien qué hacer, de todas formas se agachó para quedar a su altura y abrazarle con fuerza.

—Ya vamos a encontrar algo, Wonie, no te pongas triste. —dejó un suave besito en la cabeza del menor mientras su mano acariciaba de arriba a abajo su espalda, confortandolo.

—Tiene que ser el regalo perfecto para Jay hyung y llevamos toda la tarde en esto sin encontrar nada que me convenza. —sacó el rostro de entre sus brazos dejando ver como las lágrimas bajaban por sus mejillas.

Habían estado todo su único día libre buscando regalos para la persona que les había tocado en el Santa Secreto, sin embargo, Sunoo había sido capaz de encontrar algo para Heeseung en los primeros treinta minutos, mientras que Jungwon no era suficiente para hallar lo adecuado para la persona que más quiere en este planeta.

¿Qué le puedes regalar a alguien que en cualquier momento puede comprarse lo que quiere? Simplemente todas las ideas que venían a Jungwon, su hyung ya las tenía planeadas o comprado.

Su cabeza no pensaba lo suficiente para una idea brillante y quedaba una hora para el cierre del centro comercial. Tal vez debería rendirse.

—Jungwonie... —escuchó la voz de su mejor amigo sacándolo de sus pensamientos autodestructivos. —Sabes que le puedes regalar una papa a Jay y le encantará, eres su mayor debilidad.

Eso hizo abultar aún más su labio inferior.

—Por la misma razón es que necesito que sea algo especial, no quiero decepcionarlo, soy la persona que más lo conoce y realmente quiero que sea feliz cuando vea lo que le pude regalar. —la voz de Jungwon se escuchaba más triste que nunca, haciendo que su mejor amigo comenzará a contagiarse por no saber cómo ayudarle.

— ¿Y si le haces tú un regalo? Ya sabes, cómo cuando los novios se hacen regalos en cajitas por sus aniversarios.

Y eso fue suficiente para que Jungwon se levantara rápidamente del suelo tomando la mano de Sunoo fuerte y comenzara a correr por todo el centro comercial para llegar a una papelería. Compró toda clase de materiales para la idea que su amigo le había dado y salieron con la misma velocidad para llegar a trabajar toda la noche.

Mañana era el día de entrega de regalos.

Pasó gran parte de la noche encerrado en el cuarto de Sunoo tratando de hacer algo que realmente sorprendiera al mayor. Primero buscó en Pinterest mucho tiempo hasta encontrar la idea perfecta.

Luego, trato de visualizar bien los pasos que tenía que hacer para que todo saliera como en la foto, pero por mucho que se esforzará en el proceso, los resultados eran horribles y comenzaba a quedarse sin materiales.

Decidió que sería el último cuando vio cuatro intentos anteriores tirados por el piso. Los chicos ya estaba durmiendo en sus cuartos, Sunoo tal vez esté en el sofá porque no fue a tocar la puerta para que le abriera, o por lo menos Jungwon no escuchó.

Una vez acabó con el quinto y último esfuerzo, se dio cuenta de que tal vez las manualidades simplemente no eran los suyo y quiso llorar. No destruyó este intento porque de alguna forma le recordaría que era la peor persona en el mundo por poder regalarle algo adecuado a su hyung favorito.

Escondió el rostro entre las almohadas cuando logró ver la hora en su teléfono: 05:23 de la madrugada. Su corazón dolía, se sentía inútil, frustrado y cansado, ¿por qué tenía que ser tan perfeccionista?

A veces sentía que nunca estaría conforme con nada, eso hasta que al conocer a Jay concordó en que era más que suficiente para hacerle feliz. Jungwon nunca había tenido un tipo ideal hasta que conoció a Jay hyung.

Lástima que él estaba saliendo con una chica.

Eso terminó por destrozar su corazón dólido en la madrugada, generando que, entre sollozos e hipidos lastimeros, escribiera una carta de amor, de desamor, de nostalgia... Quien sabe, muchos sentimientos plasmados con letras sobre una hoja, por lo menos ahora tenía regalo.

Cuando el momento de entregar los regalos de Santa Secreto llegó, Jungwon pidió entregar el suyo en privado, aunque tuvo que soportar unas cuantas bromas, el resto entendió. Mientras que Heeseung fue el que le entregó a Jungwon un regalo, su hyung mayor era su Santa Secreto.

Sonriendo tanto como su corazón lastimado le permitía, disfrutó de ver cómo todos se pasaban sus regalos y estaban felices por tener amigos geniales.

Jungwon también debería estar feliz en ese momento, pero no dejaba de sentirse inútil y fracasado.

Sin embargo, no pudo permitirse ser miserable esta vez, los chicos habían ido a preparar la cena mientras que Jungwon le pasaba el regalo a su hyung en un cuarto en privado.

—Antes que nada, quiero pedirte perdón... —Jay se sorprendió al escuchar esas palabras, pero no le interrumpió. —Busqué el regalo perfecto todo el día y no pude encontrar nada que te hiciera feliz, luego intenté como tonto hacer un regalo por mi propia cuenta y salió muy mal.

En ese momento los ojos de Jay viajaron al desorden de papeles recortados que había por todo el cuarto y cuatro cajitas más como la que tiene Jungwon en sus manos.

—Este no es el regalo, solo quería que lo vieras, es feo, pero realmente me esforcé en él. —Jungwon le entregó la cajita a Jay con una sonrisa tímida ocultándose de a poco.

Jongseong observó con detalle cada parte de la cajita, porque estaba decorada con cosas especiales para ambos y cuando se dispuso a abrirla, pegada a la tapa había un acordeón de fotos, de Jungwon y él juntos, con un montón de mensajeros cortos escritos alrededor de cada una.

Es el regalo más bonito que alguien podría darle.

Iba a cerrarla para abrazar al menor, pero un papel en el fondo lo descolocó, era una carta.

—No creo que debas leerla ahora...

Escuchó a Jungwon susurrar, pero le ignoró por primera vez en su vida desde que lo conocía. Leyó la carta con atención, interponiendose entre su menor y la puerta para evitar que saliera corriendo.

Su corazón dolía, ¿Jungwonie en serio pensaba así de él? No era un misterio para nadie que tal vez el menor sentía algo por él, pero ¿de verdad su pequeño pensaba que estaba saliendo con una chica?

Ni siquiera se le viene a la mente alguna chica que haya roto el corazón de Jungwon por estar cerca de él, simplemente su prima había sido molestosa las últimas semanas pidiéndole favores porque su novio estuvo de cumpleaños y necesitaba ayuda con el regalo.

"Perdóname por enamorarme de ti, Jay hyung"

Jongseong no necesitó leer más, tiró la carta hasta la cama divisando como Jungwon jugaba con sus dedos nervioso por su reacción y eso le llevó a cometer la mayor locura de su vida.

Lo besó. Con tanto cariño que Jungwon no necesitaba explicaciones, solo necesitaba grabarse el sabor de los labios del mayor porque sentía que estaba soñando.

Había pasado más de una vez en su mundo de sueños, besar a su hyung era un logro para su corazón, que tal vez ya no está tan dañado.

—Es el mejor regalo que me pudiste dar, Jungwonie.



Realmente me gusta mucho escribir one shots del Jaywon, me hace feliz.

Espero les esté gustando, recuerden que estoy escribiendo un fanfic Jaywon que se llama "Antes del libro", lo pueden encontrar en mi perfil. ♡

Besitos,
Zum.

Jay hyung ✧ JayWonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora