8.

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—Seongie, ¿puedes besarme? —el mencionado negó sin despegar la vista del celular. — ¿Abrazarme? —nuevamente negó. — ¿Por qué noooooo?

—Porque estoy enfermo y te puedes contagiar. —levantó la mirada de su celular para observar la puerta del cuarto, un trozo de madera que lo separaba de su novio.

—Pero a mi eso me da igual, solo quiero estar contigo, han pasado días de promoción sin ti. —el azabache suspiró con leve tristeza, claramente extrañaba tener a Jungwon cerca, pero también estaba seguro de que era mejor así hasta que estuviera recuperado.

—A mi no me da igual, te quiero sano y bien. —el menor frunció el ceño, enojado y cansado de la situación.

—Bien, adiós. —se despidió completamente enfadado y frustrado, a quién le importa si se contagia, estar sin Jay ha sido horrible para él.

Fuera de que sean novios, su hyung siempre ha sido un pilar en su vida, cada vez que siente que se va a desmayar en el escenario por en cansancio, mirar a Jay siempre le ha dado fuerza necesaria para seguir hasta el final.

Sin embargo, hace cuatro días que ha estado cerca de caer en las presentaciones, su ánimo ha estado bajo y eso influye mucho en cómo se mantiene de pie.

Salió de la casa compartida decidido a olvidar que es su día de descanso en forma de protesta, Jay de seguro se preocuparía e iría a buscarlo para que de verdad se tome el día libre.

Así que caminó hasta la empresa que en realidad no quedaba tan lejos como pensaba, o tal vez no se dio cuenta de lo mucho que tardó en llegar.

Se adentró en el edificio saludando a todos los amigos con los que se encontraba, hasta que llegó a la sala de ensayo que su grupo solía usar, cerró la puerta y se conectó al parlante para comenzar a calentar.

Su cuerpo estaba bastante resentido por la cantidad de ejercicio que ha tenido estos días, pero si calentaba bien no sería un problema.

Estiró lo suficiente, elongó y entro en calor tanto como pudo antes de comenzar a practicar una coreografía al azar que había escogido hace días.

Sin embargo, cuando iba por la cuarta vez, la música se detuvo sacándolo de su estado de concentración, así logró ver a su hyung apagando el parlante detrás de él.

Llevaba barbijo así que no pudo adivinar muy bien lo que reflejaba su expresión facial, aunque por lo mucho que Jungwon lo conocía, gracias a sus ojos pudo saber que había conseguido su objetivo.

—No sonrías, Jungwon, no me parece divertido. —o tal vez no había logrado su objetivo.

—Hyung, ¿por qué viniste? Estás enfermo. —se acercó hasta el contrario quien extendió una mano para mantenerlo suficientemente lejos.

—No te hagas el inocente, Jungwon, viniste exactamente porque sabías que yo me preocuparía y vendría a buscarte. —el menor abultó su labio inferior sin poder negar las palabras ajenas, pero en su defensa, realmente lo extrañaba. —No me hagas pucheros, estoy enojado contigo.

—No eres nadie para decirme lo que debo o no debo hacer. —tal vez, su idea si fue estúpida, pero ¿tanto le costaba entender que quería estar con él?

—Soy tu hyung y me preocupo por ti, así que vas a ir a ducharte y descansar, Jungwon. —el tono de Jay era bastante fuerte, pero sin levantar la voz, estaba realmente enojado y podía sentirlo.

Por su parte Jay odiaba actuar de esa forma, entendía que Jungwon quería abrazarle, aunque sea estar cerca de él, pero hasta que se mejore realmente no podían. No por las promociones, si no porque su menor es muy fácil de enfermar, posiblemente sería un resfriado mucho más fuerte que el sufrido por Jay.

—No me interesa que seas mi hyung, yo hago lo que quiero, soy adulto y tomo mis decisiones. —el pelirrojo se acercó bruscamente a él para moverlo y sacarle el control del parlante de la mano, así pudo encenderlo nuevamente.

Pero antes de comenzar a bailar nuevamente, Jay desconectó el estéreo, mirándole con el ceño fruncido y una mueca de cansancio en el rostro.

—Wonie, hazme caso, ¿vale? Estoy cansado y quiero volver a la cama, pero no podré ir si sigues aquí. —la voz agotada del mayor tocó su corazón, haciéndole doler, estaba arrepentido.

Tal vez no fue una buena idea, claro que extrañaba a su novio, pero no pensó en que aún estaba enfermo y hacerle salir fue estúpido.

Bajó la mirada antes de comenzar a caminar en su dirección, a paso lento y levemente nervioso.

—Lo siento mucho, fui egoísta. —su voz aterciopelada se coló por los oídos del mayor. —Hacer esto sin ti ha sido muy difícil y necesitaba tenerte aunque sea un momento...

Con el sentimiento de tristeza adueñandose de Jungwon, pasó los brazos por la cintura del mayor que se encontraba con la guardia baja debido a la preocupación que le generaba ver a su chico en ese estado.

Lo abrazó, lo abrazó tan fuerte sin importarle el resfrío, le gustaba mucho el aroma de Jay, simplemente era su favorito en el mundo.

Iba a separarse para darle espacio, pero unos brazos lo detuvieron, apretandole con más fuerza antes de sentir un beso en su frente.

—Yo lo siento, realmente me cegué mucho por cuidar tu cuerpo que olvidé cuidar tu corazóncito. —susurró el más alto en su oído generándole cosquillas que lo hicieron reír levemente.

—Te amo, Jay hyung, vamos a descansar.

—Vamos a descansar, Wonie bebé.

Jay hyung ✧ JayWonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora