𝖤 𝖥 Í 𝖬 𝖤 𝖱 𝖮 || Five Hargreeves [✔️]

01

¿ALGUNA VEZ SE HAN ENAMORADO? sí, es lindo.

Pero... ¿alguna vez se han enamorado de alguien que no les corresponde?, esa sensación de hacer todo para que esa persona te vea, te vea más que como una amiga, pero ese no es mí caso, es algo diferente, algo que no sabría explicar...

— ¿Como van las cosas con, Cinco? —pregunto Diego después de unos minutos de silencio. No era un secreto para mis hermanos que Cinco y yo estábamos "intentando" algo, entre comillas, ya sabrán porqué.

—Ammm, bien —conteste no tan convencida, Diego volteo a verme y se levanto de la cama sentándose en esta.

— ¿Ammm, bien? —repitió— ¿Qué quieres decir con eso? —pregunto incrédulo.

—Pues, bien ¿Qué quieres que diga?, sabes como es Cinco, es un poco difícil de tratar y siempre esta ocupado. —murmure levantándome.

—No entiendo como es que sigues con él, llevan un año "intentandolo" —hizo comillas con los dedos girando los ojos.

—Él no quiere apresurar esto, quiere que todo vaya a su tiempo...

— ¿Eso te dijo él? —pregunto a lo que yo negué.

—Es lo que creo yo —murmure bajando levemente mi cabeza, Diego suspiro cansado — ya sabes como es él, es muy difícil hacer que se gane tu confianza, además el nunca recibió cariño cuando era pequeño, por eso es así.

—Te recuerdo que ninguno de nosotros recibió cariño, incluyéndote. Eso no excusa para que él te ignore y regrese cuando quiera.

—Ya, da igual. No quiero pelear contigo por sexta vez. —murmure cansada.

La puerta se abrió sin ser tocada, me asuste al pensar que podría ser papá, él no deja que en las habitaciones de las chicas estén los chicos.

Me tranquilice cuando vi a Cinco, su cara seria se volvió mas seria, una mirada que solo te transmitía temor.

No digo nada, solo se dio la vuelta y tiro de la puerta algo fuerte... Cuando digo "algo" quiere decir que me hizo saltar de miedo.

—Bien, creo que es momento de que vayas a hablar con tu príncipe azul —burlo levantándose de la cama para salir de la habitación.

Suspire pesadamente. No crean que me da miedo ir con Cinco, bueno en parte si, tiene una mirada cuando esta molesto que hace que salgas huyendo.

Me levante de mi cama, puse mis zapatos y salí de mi habitación, sin hacer mucho ruido camine hasta el otro lado de la casa, que es en donde están los chicos. Armandome de valor llegue a la puerta que tenía un Cinco, toque levemente la puerta con mis nudillos, ya que si tocaba muy fuerte se escucharía por toda la mansión.

Toque un poco más fuerte. La puerta se abrió de un solo haciendo que me asustara.

— ¿Qué es lo que quiere... —se quedo a la mitad de la oración cuando se dio cuenta que era yo— ¿Qué quieres?

— ¿Puedo pasar?

— ¿Qué quieres? —volvió a preguntar. Ruidosamente pase saliva.

—Hablar contigo —murmure sintiéndome intimidada por su mirada.

No dijo más y se hizo a un lado dejándome pasar. Cerro la puerta y se dirigió hacia su escritorio, el cual tenia muchos libros y papeles regados.

— ¿Estas molesto conmigo? —pregunte después de unos segundos de silencio acercándome a él.

— ¿Por qué lo estaría? —pregunto sin quitar la vista de su libro. — ¿Por qué estabas sola en una habitación con Diego? —volvió a preguntar— ¿A que vienes? ¿A aclararme que no estaban haciendo nada? ¿A inventar algo? ¿A qué? —tantas preguntas hacían que entrara en pánico. Comencé a jugar con mis dedos.

—No, yo... solo venía a preguntar si estabas molesto, sabes que Diego es mi mejor amigo, bueno el único y... no quería que pensaras cosas que no eran —murmure, por alguna razón necesitaba explicarle las cosas.

— Está bien, —respondió después de ignorarme por unos minutos— pero no quiero volver a verlo en tu habitación.

—Si, está bien —afirme. Me quede parada ahí, solo viendo como él estaba concentrado en su libro sin siquiera verme. — Ya... ya me voy —informe sin obtener respuesta— Ammm, nos vemos en la cena —otra vez... nada, camine a la puerta y la abrí, pero antes de salir hable — Te quiero —esperanzada a obtener una respuesta me quede en la puerta, pero era más que obvio.

Con una mueca salí de la habitación cerrando con mucho cuidado la puerta.

Un poco decepcionada comencé a caminar por los pasillos, no podría explicar el dolor en mi pecho, es como sentir que tu corazón se quiere salir de tu cuerpo, que algo se quiebra y hace que duela.

Sumida en mis pensamientos choque con alguien, levante la mirada encontrándome con Luther.

—A ti te estaba buscando —me desconcertó un poco, pero me quede callada para que siguiera hablando — hoy tenemos reunión ¿Lo olvidaste? —cerré los ojos frustrada, si lo había olvidado.

—Lo siento —murmure.

—No tienes que pedir perdón, vamos —hizo un movimiento con la cabeza para que lo siguiera, pero ahí recordé.

—Espera —lo detuve haciendo que me viera confundido— falta Cinco, voy a llamarlo. —Luther me detuvo tomándome del brazo.

—Olvídalo Aitana, —nego— él no querrá, mejor vamos —me solté de él y negué.

—Por favor —me queje— veras que esta vez su querrá ir —Luther suspiro rendido y me soltó para que fuera — gracias —dije mientras corría un poco, sin hacer mucho ruido— veraz que esta vez si querrá ir —Luther negó y se dio la vuelta.

Llegue a la habitación de Cinco con una sonrisa, toque la puerta con mis nudillos, como la vez anterior y espere a que abriera, al no obtener respuesta volví a tocar la puerta.

—Cinco —toque la puerta, frunci el entrecejo y volví a tocar. Me estaba comenzando a desesperar, volví a tocar, pero de nuevo, no obtuve respuesta.

No muy convencida abrí la puerta, al abrirla toda y ver toda la habitación no vi a nadie, la habitación estaba sola, me confundí demasiado, no vi salir a Cinco y él nunca sale, o es lo que yo he visto.

Una idea vino a mi mente.

Tal vez ya estaba con los chicos.

Feliz me dirigí al lugar donde nos reuníamos los fines de semana, el ático.

Subí las escaleras rápidamente, al estar arriba lo primero que hice fue buscar a Cinco con la mirada, pero no estaba...