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NOTA: Antes de comenzar con el capitulo quiero decir que este tipo de comportamientos JAMÁS deben ser normalizados o romantizados.

No hay nada más que decir, disfruten de la lectura.

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Diego simplemente me dejo frente a la puerta, se despidió con la mirada y después de eso entro a lo que era su habitación.

Tragué saliva y toque la puerta con mis nudillos.

Pasaron solo unos segundos cuando la puerta fue abierta dejando ver a un Cinco algo... ¿alegre?

—Hola —salude en un suspiro.

—Ocho... —murmuro— iba de salida, ¿necesitas algo?

—Si... —murmure algo desconcertada por su buen trato.

— ¿Y? ¿qué es? —pregunto después de ver el silencio que se formo.

— ¿Podemos... entrar? —pregunte viendo hacia atrás de él, en donde se encontraba su habitación.

Frunció el ceño, pero asintió colocándose a un lado para que pase.

— ¿Y? —pregunte una vez estuvimos dentro y cerro la puerta.

— ¿A donde fuiste ayer? —creo que fui muy directa ya que se tenso y toda aquella “alegria” que mostraba se fue.

— ¿Disculpa? —soltó incrédulo— ¿qué estás insinuando?

—Ayer escuche que alguien salía por la ventana, de nuevo. Y la verdad es que quiero que seas sincero conmigo.

— ¿Crees qué te soy infiel? —hablo indignado.

—Ya lo fuiste una vez así que... —paro mi hablar acercándose a mí intimidante.

—Sí, y me disculpe —hablo entre dientes girando los ojos.

— ¿Y qué me asegura que no lo volverás a hacer? —me cruce de brazos.

— ¿Qué asegura que tu tampoco lo harás? —abrí la boca indignada.

—Eres increíble, Hargreeves —respondí con sarcasmo caminando hacia la puerta para salir, pero me detuvo tomando mi muñeca.

— ¿Por qué te vas? ¿te identificaste con lo qué dije?

—No creas que somos iguales, Cinco. —murmure— yo en verdad te amo y haría lo que sea por ti, tú...

—Entonces demuéstralo —interrumpió— si tanto me amas... demuéstralo con acciones, no con palabras.

— ¿Qué? —fue lo único que emitió mi temblorosa y confundida voz.

—Aléjate de Diego. Otra vez los vi muy juntos y sabes que no me agrada para nada —soltó mi muñeca y pensó un poco — ah, y también de Allison y Vanya —chasqueó la lengua— vi como esas dos te meten mierda en la cabeza sobre mí.

— ¿Viste? —pregunte confundida.

— ¿Lo harás o terminamos con todo? —eso fue como un balde de agua fría sobre mí.

Jamás lo había dicho con tanta... seguridad.

Mi ceño se frunció y negué con la cabeza varias veces.

—No, no, no —negué— es solo que... la información cayó de la nada y bueno —suspire viendo como alzaba una ceja haciendo referencia a lo de hace un rato— yo... —dude por un momento. ¿Alejarme de ellos?— pero-

—Sin peros —murmuro acariciando mi mejilla— no es tan difícil decir “si o no”

Evite su mirada viendo hacia otro lado, pensando.

—Está bien —farfullé. Sonrió de boca cerrada y dejo y casto beso en mi frente. Cerré los ojos por inercia.

—Esa es mi chica —“halago” haciéndome suspirar sintiendo su suave mano sobre mi mejilla acariciando esta.

Después de aquella conversación no volví a hablar con mis tres hermanos, tal y como pidió Cinco.

Cada vez que ellos intentaban hablarme yo simplemente pasaba ignorandolos o hacía como si no los escuchara, todo esto con mucha tristeza y sintiendo que mis ojos se aguadaban.

A veces llegaban a mi habitación en busca de una explicación, pero jamás les habría la puerta, una de esas tantas veces también llego Klaus y Ben preguntando que sucedía conmigo, pero como siempre, jamás daba alguna explicación.

Otra de las cosas que también sucedieron fue que la ventana de la otra habitación ya no se volvió a escuchar, lo cual me alegro, pues eso quería decir que Cinco ya no se veía con Alya.

Si, ese era el nombre de aquella pelirroja. Alya...

Ese nombre paso por mi cabeza tantas veces.

Esa noche, la noche en que me hablo sobre Alya prácticamente me contó lo increíble que era pasar el tiempo con ella y lo enamorado que estaba.

Aunque indirectamente.

El corazón se me hacia pequeño cada vez que veía como esos ojos verdes brillaban al hablar de ella.

De sus gustos increíbles.

De su increíble carácter y belleza.

No sé si en ese momento olvido que yo era su novia, pero... lo sentí así.

Esa noche llore como nunca, y la noche siguiente, y la siguiente a esa. Todo ese mes, en realidad. Y llore más cuando me pidió que le dejara ser aunque sea ser “amigo” de aquella chica que me hacía sentir insegura.

Suspire al terminar de verme en el espejo roto.

Intentaba de todo para tapar mis imperfecciones, pero el maquillaje ya no hacia efecto en mí, ni eso podía hacerme sentir aunque sea un poco bonita para él.

Hace unas tres semanas quebré el espejo mientras lloraba por sentirme insuficiente para Cinco. Realmente desde hace mucho odio verme en un espejo ya que eso hace que todo mi “buen” humor se vaya a la mierda.

Verme al espejo es el verdadero infierno.

Suspire una vez más limpiando mis lagrimas, las cuales caían sin parar.

Solloce una vez más, golpee la mesa con fuerza y me levante para tomar la base de maquillaje y tirarla con toda la fuerza que tenía en ese momento haciendo que impactara en el espejo ya roto, rompiéndolo más, y también rompiendo la base regándose por el tocador y suelo.

Intente calmar mi enojo, pero fue inútil, estaba tan molesta de no ser igual de linda que Alya.

— ¿Qué sucede? —pregunto Allison exaltada entrando a mi habitación con una asustadiza Vanya detrás de ella.

—Como que “¿qué pasa?” —cuestione incrédula, Vanya cerro la puerta una vez entraron— ¡ESTOY HARTA! —grite desgarrando mi garganta. Me importaba poco si me escuchaban— ¿¡POR QUÉ NO PUEDO SER COMO ALYA!? —exclame— ¿¡POR QUÉ NO PUEDO SER IGUAL DE LINDA Y FABULOSA COMO ELLA!? ¿¡Por qué tengo que ser yo!? —grite eufórica.

— ¿Quién es Alya? —preguntó confundida Allison.

Limpie mis lagrimas dramáticamente y reí sin gracia.

— ¡La fabulosa chica con la qué Cinco me engaño y la cual no dudo que me siga engañando! —todo esto lo decía con un tono de burla, pero de esa burla seca y sarcástica.

Vanya y Allison se lanzaron miradas confusas y preocupadas.

— ¿La chica que nos presentara hoy Cinco? —ahora la confundida era yo.

— ¿De qué mierda estás hablando? —solté bruscamente acercándome a Allison.

—Hoy, en la reunión a la que no fuiste, por cierto —recalco lo último— Cinco nos hablo sobre que nos presentaría a una tal Alya, que era importante para él y quería que toda la “familia” estuviera.

Hijo de puta.

𝖤 𝖥 Í 𝖬 𝖤 𝖱 𝖮 || Five Hargreeves [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora