07

870 121 50
                                    

Movía mi pierna de arriba a abajo por los nervios, estaba esperando a que Cinco pasara por la ventana de la habitación que se encuentra frente a la mía.

— ¿Qué tienes en mente? —divago Allison sacándome de mis pensamientos, mi mirada fue hacia ella con cara de confusión, ¿tanto se me notaba?

—Hablare con él —murmure decidida.

—Y... ¿cómo se supone que harás eso? —pregunto de brazos cruzados— no puedes verlo sin sentir una pizca de miedo —siguió.

—Bueno, pues eso se acabo —sentencié.

Vanya y Allison tiraron miradas entre sí, no muy confiadas en lo que decía.

—Si tu lo dices... —murmuro levantando las cejas y viendo en dirección a sus zapatos.

Alguien abriendo la ventana hizo que las tres levantaramos la vista viéndonos entre sí.

Suspire entrecortado, pero mi miedo no me iba a ganar, ya no.

Me levante de mi cama siendo seguida con la vista por mis dos hermanas, les di una mirada antes de salir por completo cerrando la puerta, temble al verlo saliendo de la habitación.

Frunció el entrecejo, no se veía ni una pizca de nerviosismo al ver que lo vi saliendo de esa habitación.

Se cruzo de brazos tratando de descifrar que me sucedía, era hora de hablar.

— ¿Donde estabas? —pregunte con voz temblorosa, cerré los ojos con fuerza, frustrada de no poder confrontarlo sin sentirme nerviosa— no te vi en todo el día —volví a hablar, pero esta vez con una voz más firme y seria.

— ¿Otra vez con tus interrogatorios? —pregunto molesto, paso a un lado de mí dispuesto a irse “ofendido”

—Si, otra vez mis interrogatorios. ¿Donde estabas? —volví a preguntarle volteandome para verlo con los brezos cruzados.

— ¿Disculpa? —me fulminó con la mirada acercándose a mí.

Trague saliva armandome de valor, ya no más.

— ¿Estás sordo?, pregunte que en donde estabas —alce un poco la voz. Sus mandíbula se marco por el enojo, lo cual me asusto. No hubo respuesta.

—Fui a la cafeteria, ¿feliz?

— ¿Con quién? —pregunte, movió la cabeza algo confundido.

— ¿Con quién? — repitio entre pausas con ironía, sus cejas se encorbaron viéndome como si lo que dijera fueran ilusiones mías, como si estuviera loca.

—Sí, ¿con quién? —repetí—

— ¿De qué estás hablando? —pregunto frustrado.

Era ahora o nunca.

—Hoy te seguí —solté, iba a protestar, pero seguí hablando— sé que está mal, pero... Cinco —suspire pesadamente— eres mi novio y jamás me cuentas nada, nunca hablamos y mucho menos muestras afecto, ¿sabes cuantas citas hemos tenido? ninguna, porque siempre cancelas diciendo que estás ocupado o debes hacer algo, nunca te das el tiempo de venir hacia mí y preguntar algo sobre como estoy o como estuvo mi día. Jamás me tomas en serio y si hablamos solo lo hacemos para pelear, ¿nunca te das cuenta de como me tratas, de como me haces sentir?, estoy para ti siempre ¿mientras tu que haces? —pregunte dejando la pregunta al aire hasta que yo misma me respondí— engañarme... —murmure— ya me canse de intentar justificar toda la mierda que haces conmigo, así que... quiero terminar contigo —no sabía muy bien que era lo que hacia, mi cabeza dolía y posiblemente mi cara este inichada, pero era obvio que él no se daba cuenta de eso.

— ¿Qué? —pregunto desconcertado, normalmente él es el que termina conmigo, pero ahora fui yo quien termino con él por lo que no me sorprendería que haya lastimado su ego, se acerco a mí tomando mi brazo, era la primera vez que teníamos contacto físico— okey... estás alterada y lo entiendo, pero no estas pensando correctamente, yo digo que deberías...

—No debería nada, estoy más que segura de esto, ¿qué no entiendes? ¡me engañaste! —alce la vos saltándome de su agarre.

—Linda... —murmuro acercándose a mí, mi corazón paro por un instante “linda” era lo único que pasaba por mi cabeza, jamás me había dicho algo así— no sé quien te dijo que eso, pero es mentira, sabes que yo no haría algo como eso —cuando dijo eso supe que era lo que trataba de hacer.

—Yo te vi, Cinco —me aparte— ¿pensabas mentirme de nuevo? —cuestione molesta, negando decepcionada y sintiendo como mi corazón volvía a romperse.

—No, claro que no, Dios... —murmuro lo último frustrado— no es lo que quería, solo que —paso sus manos por su cabello— es tu culpa —entrecerré los ojos incrédula.

— ¿Mí culpa? ¿por qué debería ser mí culpa las estupideces que haces? —murmure, ya no caería en sus mierdas.

—Si tu no te acercaras tanto a Diego yo no sería un inseguro de mierda, es tú culpa que busque afecto en otra persona para no molestarte a ti y no sentirme mal, ¿alguna vez me has demostrado afecto? —alzo la voz.

— ¿Qué carajos estas diciendo? —me exalte— ¡siempre trato de saber como estás, que haces y como estuvo tu día, pero tu siempre me evitas! —grite— nunca he sido una empalagosa del orto contigo porque sé que te burlarías de mí, ¿te das cuenta de lo que haces y dices? ¿no te escuchas? —con mi dedo indice lo empuje— nada de lo que dices tiene sentido, nada. Tu decidiste engañarme y aun no sé las razones —murmure a nada de que mis lagrimas salieran de mis ojos— intente de todo para que me notaras, estuve años intentando que te enamores de mí, yo fui la única que estuvo ahí contigo mientras papá te usaba como su rata de laboratorio, me destruí por conseguir tu amor y aun así me engañaste, ¿por qué? ¿qué hago mal? ¿qué hago para que no me ames? ¿no soy lo suficiente linda para ti? —miles de preguntas rondaban en mi mente— ¿ella tiene algo que yo no? ¿qué eso eso que ella tiene que la hace especial? —pase mis manos por mis ojos limpiando mis lagrimas, que patética. Cinco solo se quedo callado— dime que es lo que te disgusta de mí y juro que lo cambiare, solo quiero que tengamos una verdadera relación en la cual me ames —murmure casi en suplica, no sé en que momento mi plan de mandarlo a la mierda se convirtió en el plan para hacerme mierda a mí.

—No hay nada —murmuro al fin, después de tantos años vi como esa pizca de compasión volvía a Cinco.

— ¿Entonces por qué estás con ella? —a este punto mis lagrimas ya estaban bajando por mis mejillas.

Suspiro antes de hablar.

—Ya no importa... —suspiro y puso ambas de sus manos sobre mis brazos acariciando estos— terminare con ella ¿okey?, haré las cosas bien esta vez —se acerco lentamente para abrazarme, nuestro primer abrazo, jamás había sentido ese cálido abrazo que de seguro se convertiría en mi favorito de ahora adelante, pegue mi cara a su pecho pasando mis brazos por su cintura y suspirando su olor— prometo que cambiare, lo prometo —coloco su barbilla sobre mi cabeza, suspire un poco más tranquila.

Solo no me falles esta vez.

𝖤 𝖥 Í 𝖬 𝖤 𝖱 𝖮 || Five Hargreeves [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora