Los secretos de una Adolescente

Carta N•29

Viernes 5 de enero 2013.

Volver a vivir

A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante, porque como dicen muchos "Al final, lo que importa no son los años de la vida sino la vida de los años". ¿Te ha pasado alguna vez sentir de repente que todo encaja y que por fin comprendes lo que necesitas, de lo que quieres,pero,entonces te das cuenta de que quizás ya es demasiado tarde de que esperaste mucho tiempo para conseguirlo, te has tardado demasiado para llegar al final del camino? Es raro como funciona la vida. Quieres algo y tienes esperanzas de que lo vas a conseguir ,esperas y esperas pero sientes que no llegara nunca, en algunos casos sucede pero luego se esfuman como la nieve en tiempos de primavera y todo lo que deseas es acurrucarte una vez mas en el instante en que cambiaron radicalmente las cosas.

Yo estaba esperando volver a vivir, volver a ser quien era, volver a emocionarme de nuevo,reir,a bromear, a correr, a saborear cada instante de mi tiempo, a respirarlo todo, hasta el fondo, quería vivir de ahora en adelante ,lo quería vivir pero sin prisa y comenzar de nuevo. "La vida sigue" dicen pero en realidad es que la vida no sigue a veces solo pasan los días, pero a veces lo que mas deseas nunca se cumple y otras veces lo que menos esperas que suceda, ocurre. La vida es muy complicada.

 

 A pesar de tantas cosas he visto el espíritu de la abuela en todos estos escritos, la abuela es una luchadora, estoy tan orgullosa de ella.

 Al llegar al parque me senté en el mismo banco de siempre, un poco alejado de las personas que paseaba por allí, espere a que Sebastián llegara para leer la siguiente carta juntos, mientras llegaba me quede mirando los alrededores, todo era tan perfecto, hay que mirar atreves de nuestros ojos, es injusto que las personas sigan encerradas en si mismas y no miren su alrededor, tanta belleza y no saben aprovecharla.

En ese instante llego mi querido sebas, sin decir nada me abrazo y sentó como siempre a mi lado, sin mas que decir comencé a leer la siguiente carta.