Jacinto amarillo

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En la tercera vez que  sucedió fue que note que algo estaba mal en mí...

Ella era hermosa, incluso yo podía notarlo. Con su cabello lacio azabache, con su piel tersa y clara, con sus ojos café rojizo, talentosa dibujante y con esa actitud tan fresca y genial.

No es de extrañar que él se haya enamorado de ella, aunque en ese momento no lo sabía, pues a pesar de no ser mi tipo puedo reconocer que es hermosa.

Apenas la conocí me cayó muy bien por eso no dude en ayudarla a recoger su cuaderno, además de querer ir a golpear al idiota que había hecho caer sus cosas; quién diría que eso me permitiría ser testigo de algo legendario.

Dee Shvagenbagen estaba siendo tímido.

Eso pude notarlo de inmediato sin ningún problema, después de todo soy tu hermano y aunque lo dudes te conozco a la perfección, 14 años juntos no son en vano.

Claro que no entendía al inicio la razón detrás de su timidez, sus nervios y su forma de actuar. Debo admitir que era muy inocente en las cosas del amor, quizá si no lo hubiera sido no estaría padeciendo esto ahora, pero bueno en este momento no hablamos de mí, sino de lo enamorado que Dee estaba de Lif.

Y si que estaba enamorado de ella, ¡si hasta se creo una cuenta de Instagram solo para apoyarla en sus posts!, cuando me había dicho que jamás tendría una cuenta en una plataforma como esa. Se había contradicho por ella. Clásico de alguien enamorado.

Durante el camino, aunque pase entretenido conversando con nuestra nueva amiga, pude notar su cara amargada y caminar pesado incluso ella que no lo conocía tanto lo noto, fue curioso porque nunca había sido tan transparente con sus emociones.

Busqué justificarlo lo mejor que pude... Aunque la verdad no lo hice tan bien, en retrosperspectiva no sé si fue a propósito o no, debido a mis sentimientos.

Tal vez, nunca lo sabré.

Bueno, en esta ocasión fue demasiado transparente hasta llego a ahorcarme, a mí realmente no me importó, ahora sé que quizá me lo merecía un poco por arruinar tan feo el ambiente romántico que tenía preparado.

Trató de arreglar la situación pues ella al vernos así estaba a punto de huir, creo que cualquier persona lo hubiera hecho. Tenía una sorpresa preparada, entradas para una banda que Lif oía... hizo muchos esfuerzos por ella... ¿Qué tenía ella de especial para sacar lo mejor de Dee?

Se me vino un sabor amargo a la boca, el pecho me dolía y me costaba respirar, era como ver frente a mi desarrollarse una de esas historias clichés que a las niñas tanto les gusta.

El cielo se despejó dejando que los rayos del sol lo iluminarán, a ella le brillaban los ojos de la emoción, ,el viento movió unas hojas frente a él, al igual que su cabello... Incluso si estaba de espaldas pude notar que estaba expectante de su respuesta... nunca lo había visto así... parecía una escena sacada de una empalagosa película romántica.

Me sentí aún más enfermo... y en lugar de vomitar como parecía que lo haría, dije la primera tontería que se me ocurrió... Realmente no era una tontería solo fingí que yo también estaba invitado al concierto y que ella era a la que le faltaba un boleto porque Dee solo tenía dos.

Me dolió ver su obvia irritación por mis palabras, creo que quería volverme a ahorcar. Sin embargo, ella se río dulcemente divertida por nuestra interacción, eso lo calmo e hizo que me ignore de nuevo...

Al final Lif acepto ir con él al concierto. Dee aprovecho y se quedo conversando un rato con ella mandándome a casa, con una mirada que no daba pie a discusión. No quise abusar de mi buena fortuna y me adelanté a casa.

Cuando llegué a casa fui directo a mi habitación, me dolía la cabeza por lo que esperaría a Dee para comer, quizá hasta eso el dolor se me habría pasado. Mientras, para distraerme, trate de analizar mis sentimientos con tranquilidad.

Tarde un poco y con ayuda de internet supe que eran celos... me sentía celoso... para mi no era tan claro el porque hasta que lo pensé mejor.

Estaba celoso de Lif... específicamente estaba celoso de como Dee la trataba, de que ella fuera especial para él. Lo que ella podía provocarle.

El ponerlo nervioso, que de él salieran sonrisas, esa actitud encantadora que ahora sabía que tenía... Jamás lo había visto así, Dee jamás se había portado así conmigo...

Cuando lo entendí mis ojos se llenaron de lágrimas... No supe cuando empezaron a derramarse por mis mejillas pero lo que si es que no fueron de tristeza, para nada. Eran de celos y coraje, eso era de lo que estaba lleno mi interior en ese momento y no podía evitar pensar ¿Por qué yo no podía ser así de especial para él? ¿Qué tenía ella que yo no?

Y antes de ser completamente consciente de que deseaba ser algo más que solo un hermano para Dee, sentí que me picaba el respirar y empecé a toser. Tosi bastante fuerte incluso me dolió el pecho al igual que la garganta por un rato... pero eso no era importante, no tanto como lo que estaba en mi cama en ese momento.

Eran 3 flores amarillas, no más grandes que mi meñique junto algunos pétalos rosas, aquello que había visto en aquel día de lluvia cuando me escondía de Dee...

Esas flores no estaban ahí cuando había llegado a la habitación... Esas flores habían salido de mí...

🏵Inside me🏵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora