Han pasado 6 meses desde que Diana, la chica del pelo rosa, descubrió mi secreto. La verdad ha sido bueno tener el apoyo de alguien mas, en especial alguien tan listo como ella.
Por ejemplo me ayudo a buscar que era lo que tenía, aparentemente es Flos morbus evomuit. Es una enfermedad poco común, Diana dice que soy tan raro que solo a mi me podía dar una enfermedad tan extraña como esa, comúnmente se la conoce como Hanahaki Disease por un manga japonés que se basa en esta enfermedad.
Mas allá de eso no hay mucho en internet, debido a los pocos casos que existen, la información que hay son de pacientes que se han recuperado y algunas teorías basadas en Hanahaki Otome.
Estos meses ella ha sido mi soporte incluso consiguió medicamentos para reducir mi dolor y algunas de las molestias que me causa esto, claro que lo compro con mi mesada, pero las cosas estaban mejor.
Al menos... hasta que llegaron las vacaciones.
Era verano, lo que significaba Diana pasaría un par de semanas con sus padres en su casa de playa y yo me quedaría en mi casa, aun así prometió que escribiríamos todos los días, pero sabia que las cosas no serían lo mismo. Aunque no deje que lo notara, no quería entristecer su viaje.
Al inicio todo iba bien, había hecho una rutina fácil para disfrutar mis vacaciones, lo típico. Levantarme, jugar videojuegos, dibujar, tocar la guitarra, comer golosinas, salir a jugar con los gatos, entre otras cosas. Y estaba resultando genial.
Sin embargo, todo se fue al caño cuando papá me obligo a ir con Dee y Lif, la que ahora sabía que era su novia, a sus "citas", Dee jamás les decía así aunque eso eran, siendo la tercera rueda lo cual apestaba. Tenía que ir a donde sea que vayan y hacer todo lo que hicieran, para luego ser ignorado. Lif era amable, buscaba incluirme al menos al inicio, en cambio Dee solo lo miraba con fastidio, cosa que aumentaba el dolor en mi pecho, yo por mi parte no podía evitar sentirme solo y abandonado.
Era como si me restregaran en la cara lo que jamás podría tener... Y debía verlo desarrollarse frente a mi como un mero espectador.
Mientras ellos estaban en su "no cita" , me mensajeaba con Diana para distraerme.
Tratando de encontrar algo positivo en todo esto, últimamente no estaba vomitando las flores; aun así el dolor seguía alojado en su pecho y tenía problemas al respirar, especialmente cuando me agitaba.
Creí que las cosas seguirían mejorando... hasta que llego ese maldito concierto...
Estábamos los tres entre la multitud, debo admitir que me sentía intimidado por la cantidad de personas, nunca antes había estado en un concierto igual a ese. Como era de esperarse el Dee y Lif iban de la mano y yo estaba detrás de ellos tratando de no estar tan pegado y darles privacidad, básicamente Dee me estaba pagando por eso, ya que se dio cuenta que no podía deshacerse de mí. Insisto no por voluntad mía.
Pasamos la primera la media hora del concierto algo incómodos, pero conforme este avanzaba, el ambiente se volvió menos pesado y mucho mas animado, tanto que entre la euforia de la gente se cayo mi celular. Cuando me agache a recuperarlo no veía ni a Dee ni Lif por ningún lado.
Trate de no entrar en pánico, pensar con lógica como haría Dee. Intente de llamarlo por teléfono pero me mandaba al buzón de voz directamente, eso adicional a la gente que me aplastaba y me empujaba de un lado a otro hizo que empiece a desesperarme.
Para empeorar las cosas siento unas fuertes nauseas no se si es por el miedo de estar perdido en medio de un concierto o si era por la presión en mi pecho que había empezado desde hace poco. Aún no se como logre salir de ahí, pues estaba mas concentrado en no ser golpeado o aplastado mas de lo necesario.Ya cuando estuve fuera del concierto pude inclinarme en la acera y vomitar.
Decir que era doloroso sería una mentira.... era un verdadera tortura.
Nunca en mi vida había deseado tanto estar inconsciente, o muerto, o lo que sea para no sentir este suplicio. Para no sentir como mi garganta se desgarraba por la constante y fuerte tos que no me permitía respirar, buscando expulsar lo que la obstruía, esta agonía fue solo para vomitar un poco de una mezcla de sangre y la cena (arroz, carne y ensalada).
-¡Heavy!-
Solo con la voz lo reconocí, pero aún así alcé la mirada, y lo confirme.
Era Dee, venía corriendo hacía mí... me recordó tanto a esa vez que peleamos y me escape al parque, cuando él me encontró... cuando me abrazo con cariño... será algo que siempre atesorare.
Hoy sin embargo, viene corriendo junto con ella. Eso solo aumentan mis nauseas y mi tos, quise parar y tragarme el vómito, fingir que todo estaba bien. Lo intente en serio, en serio lo intente pero no resulto.
Todo lo que pude hacer es sostener mi abdomen, buscando algo de alivio, mientras otra oleada de vómito llegaba; ahora si vacié por completo mi estómago y con eso, por fin bote aquello que bloqueaba mi capacidad de respirar con normalidad.
No me atreví a mirarlos, así que miré el vómito... era realmente asqueroso de no ser porque no tenía ya nada que vomitar no lo hacia de nuevo. Entre esa mezcla densa y repugnante se podía ver una docena de flores amarillas grandes.
-¡Necesitamos llamar una ambulancia!- la primera en reaccionar fue Lif-
Aún no alzo la mirada pero puedo oírla marcar las teclas de su celular, no tengo mas fuerzas y me dejo caer hacia atrás, para mi sorpresa Dee es quien me sostiene.
-No te preocupes, todo estará bien-
Puedo notar un pequeño temblor en su cuerpo, su voz carece de la clásica seguridad e indiferencia. No puedo evitar sonreír levemente... esta preocupado por mí... quiere que no me sienta asustado. Es tan dulce de su parte, obviamente ignora que he pasado casi tres años y ya el miedo no es una emoción que esta situación me provoca.
Estiro mi mano débilmente y acomodo su mechón, ese rebelde que cada vez que se inclina se suelta. Él se mantiene estático ante mi caricia... esto es lo mas cercano que he tenido a un contacto íntimo con Dee, le da un poco de alivio a todo mi cuerpo...
Cuando las sirenas de la ambulancia se acercan yo no tengo energía para más, mis ojos se van cerrando lentamente.
-¿Heavy? ¡Heavy despierta! ¡Vamos Heavy!-
Puedo sentir como me agita buscando que abra los ojos, llamándome con una voz, que para él, es quebradiza. Eso es lo que escucho antes de perder la consciencia... me gustaría tanto consolarlo...
Y aunque suene egoísta está situación no es tan malos porque ya no me siento abandonado por él...
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🏵Inside me🏵
FanfictionLa primera vez que sucedió tenía 13 años, fue una cosa tan pequeña que ni siquiera la noto en ese entonces... justamente en ese tiempo su hermano mayor ya había cumplido los 15 años y como corresponde a la edad no estaba tan interesado en pasar el r...