El chico del cielo

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Que bella mañana, me desperece sin mucho energía mientras bostezaba. Iba a ser un día tranquilo, algo que en verdad ¡me molesta mucho! Desde que mi madre comprendió lo que quería se ha suavizado conmigo al punto de dejarme hacer lo que se me venga en gana, es increíble, ahora todo lo que hago es una rutina, me levanto, arreglo, desayuno, monto en Angus, doy una vuelta por el bosque, lanzo flechas, vuelvo, como, me voy a dormir, ¡es tan aburrido!

No tengo ganas de lanzar flechas, solo me arreglare, desayunare y cabalgare por el bosque, sin prisa solo quiero tomar una bocanada de aire. Después de ponerme mi vestido baje a desayunar con mi familia. Mi padre como siempre contaba la historia de cómo perdió su pie mientras los trillizos agonizaban de aburrimiento en sus sillas. Mama leía las cartas en la otra esquina de la mesa


-buenos día cariño

-buenos día mama, papa, hermanos

-¿algo que comentar?

-heh, nada

-bueno al parecer, no hay nada interesante en las cartas de los otros señores de los demás clanes

-que interesante

-oh espera-mama abrió una carta negra-Fergus...

-¿qué pasa linda?-detuvo su historia, los trillizos suspiraron aliviados-¿qué dice esa carta?

-oh Fergus...-dijo con tristeza-tu primo ha muerto

-¿cuál primo?

-¿tienes muchos primos papa?

-somos una familia extensa, tendrás que ser mas especifica Elinor

-Estoico el Basto, ha muerto.


En mi corta existencia, nunca había visto a mi padre llorar. Ni cuando perdió el pie, ni cuando mama desapareció o cuando mi abuelo murió, nunca derramo una sola lagrima pero ahora lo veía con mis propios ojos, estaba destrozado. Mama lo abrazo con fuerza, los trillizos se veían los unos a los otros confundidos. Los dos se levantaron y desaparecieron en el pasillo, podía escuchar los sollozos de papa, me parte el corazón.

Alrededor del castillos las personas se juntaban y susurraban, que el gran rey Fergus llorara de forma desconsolada era una noticia que nunca pensaron escuchar. Monte en Angus ahora si quería una cabalgata, no le exigí que fuera rápido, esta vez quería ir despacio y en silencio. No tenía un rumbo en especifico, pasamos por varias rocas, sin darme cuenta llegamos a las enormes rocas. Baje de un salto y camine hacia el centro, como siempre Angus se quedaba afuera caminando de una lado a otro diciéndome con sus enormes ojos que saliera de ese lugar.

El cielo estaba gris, parece que el cielo llorara la perdida del primo de papa, respire hondo, debo hacer algo por papa, con el siempre me entendía muy bien, siempre estuvo de mi lado cuando mama no hacía nada mas que criticarme cada cosa que hacía, no puedo llegarle con las manos vacías o sin palabras de consuelo, ¿qué podría alegrar a papa? Piensa Merida, piensaaaa, el relincho de Angus me desconcentro, lo mire sorprendida en ese momento las luces aparecieron.

Mis ojos se abrieron en sorpresa ¡hace mas de un año que no las veía! Pensé que había perdido la habilidad para verlas o que solo se había olvidado de mi. Las luces rodearon la formación de rocas y terminaban en un camino. Monte en Angus, ¿a dónde me llevaran las luces? Cada vez que Angus pasaba por una desaparecía y volvía aparecer mas adelante, se en que dirección voy, vamos a un lago donde papa me enseño a pescar.

No faltaba mucho cuando el viento nos azoto de frente, casi caigo de la montura pero logre agarrarme de la de la silla, mire hacia el cielo y vi con horror como las nubes se arremolinaban, ¿qué esta pasando? Sin explicación el remolino tomo los colores del arcoíris, ¡no puede ser! Algo acaba de salir de ese remolino ¡parece una persona! Retome el camino asustada, ¿es mi imaginación? Al llegar al lago el remolino desapareció, baje de la montura y busque con desesperación lo que sea que saliera de ese fenómeno natural.

From the sky to EarthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora