Rise

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La ventisca nos azota sin piedad. Pitch a caído de rodillas y me encuentro jalándolo, no se cuanto pueda durar de esta forma, el abrigo me mantiene caliente pero el viento es demasiado fuerte. E perdido la cuenta de todas las veces que he caído o resbalado, mis pies tiemblan del cansancio, llevar un peso muerto y el escudo me esta dejando sin fuerzas.

El camino parece eterno, un sendero de nieve espesa sin fin, quisiera descansar pero no puedo, me están siguiendo, no puedo entregarles a Pitch. Todo depende de mi, no puedo fallar debo seguir. Todo... todos... Hipo...

Ya no se cuantos días han pasado, tampoco se si he perdido a los dragones o solo esperan a que colapse. No se nada. Una parte de mi desearía estar en casa bajo mi cobija, junto a mis padres pero el recuerdo de la partida de Eugene sigue ahí, comprimiendo mi corazón, rasgandolo en pedazos y cuando creo que ya no puedo dar un paso mas escucho la risa de Jack, su delgada figura baila en el aire de la ventisca detrás de el lo persigue Merida, dando brincos tratando de alcanzarlo, sonrío aliviada de tenerlos conmigo, pero la ventisca vuelve a golpearme el rostro y sus figuras se desvanecen en medio del torbellino y entonces el hocico de un gran dragón de aire aparece.

Me detengo ante ese monstruo y mi cuerpo tiembla, me han encontrado, he fallado, les falle a todos, es mi culpa. Caigo de rodillas y cierro los ojos

"levántate..."

Es como un susurro.

"sigue..."


-¿Eugene?-pregunto con la voz quebrada, pero que tonta, claro que no, no es el es imposible el me abandono


"Este no es el final"

Lo escucho con claridad, mis ojos se abren en par y lo ven, con su armadura y espada, listo para la batalla, esta frente a mi dándome la espalda, su espada se prende en llamas con un movimiento de su brazo. Quiero gritarle, pedirle que se detenga, que no vaya, que no me deje sola pero el solo se voltea y me sonríe, es la misma sonrisa de siempre, segura y cálida, la misma que me regalo la noche en que nos conocimos, esa tarde cuando quise cocinarle y al amanecer cuando las tropas del Rey Oscuro atacaron nuestro campamento y me dijo que corriera que el los detendría, que me fuera lejos y me llevara lo que ellos buscaban, que no les diera el placer de entregarlo en bandeja de plata.

Esa misma sonrisa.

Y sin dudar corrió contra el dragón blandiendo su espada.

Mi corazón latía agonizante, no permitiré que el lo enfrente solo. Nunca jamas abandonare a mis amigos y con mis ultimas fuerzas me levante del suelo y corrí hacia el perdiéndome en la oscuridad.

Otra vez sola, siento mi cuerpo pesado, el frío se me cuela hasta los huesos, veo solo pequeñas luces y por un momento vuelvo a ser una niña, viendo la noche iluminada desde mi ventana en la torre, siempre el día de mi cumpleaños es ese momento cuando una pregunta me abruma, ¿estoy muerta? No puedo permitirlo debo levantarme, con la poca fuerza que me queda me retuerzo intentado escapar de mi prisión de nieve, saco mi cabeza apartando un poco de nieve, la ventisca a terminado y ahora estoy en medio de un desierto nevado.

Con torpeza logro salir de la nieve tirando  a Pascal de paso, el se queja molesto conmigo y yo solo puedo disculparme un par de veces. Estoy exhausta, con un poco de esfuerzo logro sacar a Pitch, su cuerpo esta casi inerte pero puedo ver que respira. Solo esta dormido.


-tengo hambre-susurro-oh Pascal-lo tomo entre mis manos-las cosas no pintan bien ¿verdad?-el solo me mira con sus grandes ojos, se que quiere decirme algo pero estoy tan débil.


Necesitamos encontrar comida o voy a desfallecer en cualquier momento y no creo que esta vez logre levantarme sola. Lo único que puedo hacer es seguir caminando y rezar a que encontremos un pueblo.

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⏰ Última actualización: Nov 16, 2018 ⏰

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