From the sky to Earth

El enemigo de mi enemigo...

Me desperté de golpe, otra vez ese sueño, tuve que levantarme para relajarme, aun era de noche pero faltaban horas para que amaneciera. Salí de mi cama improvisada, nos encontrábamos en el bosque a una distancia considerable del área donde las bestias rondaban, los sobrevivientes suplicaron que los lleváramos con nosotros, no pudimos negarnos aunque no sabíamos si éramos de mucha ayuda,  lo único que podíamos hacer era ubicarlos en un lugar seguro y así lo hicimos. Armaron sus tiendas con las pocas pertenencia que traían y en menos de una semana se formo una aldea. Pequeña, casi deshabitada.

Pero era lo mas cercano a un hogar para estas personas. Aunque para nosotros, hablo por mi, tengo que adaptarme a la idea de que jamas volveré a ver a mi familia, a mis amigos, a los dragones. Sacudí mi cabeza, era un hecho no volvería a dormir. Salí de la tienda no sin antes de ver por ultima vez a Punzie. Jack, ella y yo dormíamos en la misma tienda lejos de los demás en un terreno elevado cerca a la cueva donde descansaba Chimuelo.

Aun recuerdo cuando los aldeanos miraron por primera vez a Chimuelo, no lo recibieron con los brazos abiertos, lo vieron con terror, al principio no entendía porque reaccionaban de esa manera pero luego un hombre nos contó todo. El Rey Oscuro, el es el culpable de que el mundo se encuentre en este estado, gobernaba con puño de hierro desde hace mas de 300 años. Aunque para mi era imposible, debía creerles. El uso a los dragones para tomar el poder, los esclavizo y uso a su antojo, destruyo ciudades enteras, castigo a todo aquel que se le opusiera y como símbolo de su soberanía sumergió al mundo en un eterno invierno.

-no uses tanto la cabeza Hipo-Jack salió de la nada, llevaba su capucha puesta, trataba de ocultar su rostro

-oh Jack, cada día te ves peor-sus ojeras se volvían mas grandes-debes descansar, ya no eres un espíritu...

-lo se...

-se que estas preocupado por Merida... pero hacemos todo lo posible

-a veces pienso... que no es suficiente -caminamos hasta la cueva de Chimuelo en silencio. Yo también estaba preocupado por Merida, según algunos aldeanos, las bestias secuestraban con el fin de crear un gran ejercito o de llevarlos a las minas para extraer piedras

-la encontraremos.

Coloque mi mano sobre su hombro, quería reconfortarlo pero tampoco tenía la energía, ni yo mismo puedo consolarme. Nos encontrábamos a unos pasos de la cueva cuando escuchamos un rugido y una explosión cerca de la entrada. Alguien estaba atacando a Chimuelo, nos apresuramos, saque mi espada y me pegue contra el borde de la entrada de la cueva, desde el borde logre ver a Chimuelo gruñéndole a una sombra. ¡Una sombra! 

-¡es Pitch!-susurre alarmado y me di cuenta de mi error-Jack no

-Jack ¡si!-no pude detenerlo, se lanzo rápidamente contra la sombra

-¡espera!-tuve dificultades para ayudarlo pero al final cuando a Jack se le escapo le di una pata lanzándolo contra la pared de piedra-¡ni un solo movimiento Pitch!

-claro que no mocoso-se paro con dificultad, para nuestra sorpresa Pitch no nos llegaba ni a la cintura, sentí mi pecho arder de cólera

-¿que es esto? ¡¿es alguna clase de broma enferma?! ¡muestrate como eres ser despreciable! 

-no es lo que parece...

-tomando la forma de un niño, cobarde...-susurro Jack-¡que vergüenza! Tu le arrebataste la vida a niños inocentes en Berk y ahora te presentas ante nosotros ¿así?-el maldito solo se encogió de hombros y dibujo una sonrisa-me das asco-se acerco de forma amenazante con los puños apretados

tuve que detener a Jack-espera, nos puede servir.

La idea no me agrada, mi estomago se revuelve con solo pensarlo. Cuando lo presentamos ante la aldea, Conejo y Tooth lo encerraron. Durante todo el día el no paraba de insistir en que tenía información valiosa. Nos reunimos todos en la cueva de Chimuelo. Las cosas no avanzaban, Jack insistía en derrotarlo aprovechando su mal estado, Rapunzel proponía obtener toda la información de el, Tooth lo quería para que nos guiara hacia Merida pero Conejo protestaba alegando que podría tendernos una trampa.