From the sky to Earth

Oscuridad

Se que es difícil creerlo pero se cuando rendirme y con mayor razón en mi situación actual, secuestrada por un ave de hielo, irreal aunque ¿quien soy yo para decir eso? Digo, convertí a mi madre en un oso e indirectamente a mis hermanos. Bueno, creo que me estoy desviando del punto. ¿en donde iba? Ah si secuestrada por un ave de hielo. Sus garras sirve como una prisión aunque no tengo muchas ganas de exigir mi libertad porque eso significaría una caída de mas de mil metros y aun no tengo deseos de morir.

Tiemblo del frío, el viento traspasa la tela de mi vestido y al parecer este pajarraco infernal no tiene planes de aterrizar aun. Pasan horas cuando de repente el pájaro libera un chillido, desciende un poco y toma impulso llevando sus patas hacia atrás para luego tirarme a una cueva. Ruedo un poco y por el impacto me separo de mi arco. Me arrastro por el piso rápidamente para alcanzarlo mi mano se estira y puedo tocar la textura de la madera con la punta de mis dedos pero algo me jala hacia arriba.

-¿pero que?-pataleo con todas mis fuerzas-¡SUELTENME!  

-no lo creo niñita-miro hacia un lado para ver a esa persona, un hombre corpulento con cicatrices en la cara y una capa de piel me tiene levantada con una sola mano

-¡¿quien eres tu?!

-me llaman "el gran domador de dragones"-sin mucho esfuerzo me lanza hacia el piso y coloca su pie sobre mi pecho evitando que pueda levantarme-pero puedes llamarme por mi nombre...-cierra la boca y su cara se retuerce de furia al ver mi reacción-¿estas sorda o solo eres estúpida?

-¡puedo escucharte a la perfección bestia!

-¿bestia?

-nunca en mi vida había escuchado sobre un tal domador de dragones-escupo de mi boca con la sangre hirviendo-¡no eres nadie para mi!-su cara se retuerce mas y levanta el pie para aplastarme, gracias a eso aprovecho para moverme y tomar mi arco-me la vas a pagar bestia

-baja esa arma niña

tenso mi arco y apunto a su cabeza-¿o que?

-pagaras las consecuencias de apuntar al domador de dragones

me le quedo mirando por un segundo, reviso ágilmente con mis ojos y encuentro una ruta de escape-oblígame.

Lanzo la flecha por arriba de su cabeza, eso lo desestabiliza y se resbala cayendo al suelo. Aprovecho el momento y corro con todas mis fuerzas hacia la salida. Giro hacia la derecha y alcanzo escuchar los gritos del tal "domador de dragones". Escucho pisadas detrás de mi, si mis oídos no me fallan creo que tengo un ejercito completo pisándome los talones. 

Siento la adrenalina correr por mis venas, mi pecho arde por todo el esfuerzo que estoy haciendo. Giro por varias esquinas hasta que quedo atrapada, la puerta esta cerrada. En cuestión de segundos soy rodeada por un pelotón, apuntan sus armas hacia mi, por detrás de ellos una mujer de cabellera casi igual a la mía solo que de color negro se abre paso, me mira con sorna y luego sonríe.

-querida niña, ríndete, no tienes ni la mas mínima oportunidad contra nosotros-es cierto, estoy perdida, lastimosamente para ella nací igual de testaruda a mi padre, frunzo en ceño y vuelvo a sacar una flecha-ríndete- dice entre dientes, eso solo hace que que mi pecho hierva de valor y tenso la flecha apuntando hacia una de las paredes de hielo-bueno si eso es lo que deseas, ¡guardias!-la mujer se transforma, sus ojos se oscurecen y las facciones de la cara se delinean mas dando la forma de un espectro-¡ACABENLA!

Lanzo la flecha sin pensarlo y esta rebota por todo el espacio, uno de los guardias deja caer su espada a mis pies, la tomo y con ella rompo la perilla de la puerta. Entro a una biblioteca, miro a mi alrededor buscando algo para obstruirles la entrada y lo único que se me ocurre es tirar uno de los estantes. Mis manos entran por el espacio entre los estantes y empujo, los libros son los primeros en caer, los guardias retroceden y yo aprovecho para escapar. Corro, giro y giro, escucho una explosión y veo el estante volar, me detengo y escucho con atención, la mujer da ordenes y grita.