Capitulo 24.

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Han pasado muchos días, creo que semanas, no estoy segura de cuantos días han pasado, mi vida dejo de tener sentido, al igual que los días.
Mañana la psicóloga me dará de alta, según ella es doctora y psicóloga, y no es algo que me interese, ya nada me interesa.
Estaba acostada, y comencé a sentir nauseas, he estado vomitando todos estos días y no es porque yo quiera, deben ser los medicamentos. Ya no podía resistir, fui corriendo al baño y vomite, esto es un asco. Volví a acostarme, mientras cantaba la canción de Dead memories, entro la psicóloga y se sentó en mi cama, yo ignore por completo su presencia.
Seguía cantando la canción, pero me interrumpió.
-Verónica.
-Qué.
-Cantas muy bien.
-Ah.
-Tengo que informarte algo.
Me senté y la mire fijamente a los ojos.
-Haz pasado tres meses aquí.
¡Tres meses! ¡Santa madre de Teresa! No me había dado cuenta.
-¿Tres meses?- dije sorprendida.
-Sí- tomo una pausa y continuó- hay algo que no te dije, estabas muy mal y no podía permitir que te pusieras peor, no sabía como reaccionarias, pero es mi deber decirte antes de que te vayas.
-Dígame-dije nerviosa.
-Tu madre estuvo de acuerdo conmigo sobre guardar esto hasta hoy.
-¡Dígame ya!
-Estás...- respiro- estás embarazada.
No sabía como reaccionar, estaba paralizada, solo toque mi estomago, con razón mi estómago había crecido, senti felicidad y tristeza a la vez.
La psicóloga me tomo la mano, suspiro
-Verónica, mañana te iras, necesitas estar lista, creo que deberías despedirte de Christian, te ha tomado un gran cariño.
Fui corriendo con Christian y le dije que estaba embarazada, ella comenzó a llorar de felicidad.
-Serás una gran madre Verónica- me abrazó.
-Me iré mañana.
-Lo sé. Y quiero que me hagas un favor Verónica.
-Sí, dime.
-Quiero que cuides a ese bebé, quiero que lo ames y lo adores, es un "regalo" que te dejo Taylor, es como un recuerdo que te dejo.
-Y así lo haré.
No pude dormir, estaba impaciente por salir de aquí, además, mi madre quiere llevarme con la ginecóloga para ver que todo va bien con mi bebé, también quería ver al bebé desde el ultrasonido. Mi madre había cambiado bastante, fue con un psicólogo y al parecer mi nuevo padrastro era muy bueno, se llama Víctor.
-Ya es hora de irse Verónica.- dijo la psicóloga.
-Ya- suspire.
-Tienes que ser fuerte, llevas un bebé dentro que te necesita.
-Lo sé- toque mi panza.
Salí y estaba mi madre, la psicóloga me guió hasta ella, mi madre me abrazó muy fuerte
-Estoy embarazada eh.
-Si, perdón, se me olvido.
Me puso sus manos en mis hombros y me miro fijamente
-Eres muy hermosa, te quiero.
-Ah.- no la iba a perdonar así de la nada, me ocasionó mucho daño.
Víctor me abrió la puerta del carro y entre, la psicóloga hablaba con mi mamá sobre mis dolores fe cabeza, dijo que no podía seguir con el medicamento por el bien del bebé, que no me podían hacer enojar, o ponerme nerviosa. Mi mamá asintió con la cabeza y le dio las gracias. Íbamos para la casa, yo tenia puestos mis audífonos y escuchaba Custer me acoste en el asiento trasero, estaba imaginando a mi bebé, sí sería niño o niña, si se parecería a mi o a Taylor, sí era niña que nombre ponerle, y de pronto me quede dormida.

Depresión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora