Capítulo 26.

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Me senté en la cama, me sentía cansada, el sueño me puso un poco alterada.
-¿Qué vamos a hacer?- le pregunté a mi madre, ella parecía estar entusiasmada.
-Primero vamos a ir de compras, después vamos a inscribirte en la escuela donde estabas y al final vamos a hacer un poco de ejercicio.
Me quede pensando un momento, ¿a la misma escuela? Es una locura, pero ya no me iba a dejar, basta de sufrir, basta de qué me insulten, basta, de ahora en adelante iba a ser muy feliz, sin importar lo que digan los demás.
-¿Está bien Verónica?
Suspire y respondí que sí.
Me cambie, me puse mi playera de Slipknot, una chamarra de mezclilla, e iba a ponerme mi pantalón negro, pero no cerraba.
-Maldita sea.- susurré.
No tuve de otra que ponerme un absurdo short, me puse unas medias negras y el short y mis tenis converse.
Baje a desayunar, amo las tortas de tamal, hace mucho que ya no comía una.
-¿A dónde van a ir?- pregunto Víctor viendo a mi madre.
-De compras-contesto entusiasmada.
-Mamá, a penas tengo 3 meses, tampoco estoy tan gorda.
-No, pero ya veras que se te saldrá la panza muy rápido. Como hoy, que ya no te cerro el pantalón.
-Obviamente ya no me iba a cerrar, antes pesaba muy poco, ahora peso unos 65 kilos mamá.
-Bueno, no importa, te falta ropa y yo amo ir de compras. Además, va a venir a visitarte alguien.
-¿Quién?- tocaron la puerta y mi madre se paro y abrió la puerta.
-Buenos días señora.
-Buenos días, pásate.
-¡Verónica!
Volteé, Sebastián. Me pare rápidamente y lo abrace y me cargo.
-¡Sebastián! ¡¿Qué haces aquí?!
-Me dijeron que íbamos a ir de compras- dijo con voz de mujer.
-Cállate- le di un ligero golpe en el brazo.
-Oye, mira, tienes un poquito de panza- la toco y comenzó a reírse.
-Amm, tengo que decirte algo.
-Dime.
-Pues, Sebastián, estoy embarazada.
-¿Quién fue? Lo matare.
-El mismo lo hizo por ti...
-Taylor-susurro- lo siento por haber dicho eso.
-No te preocupes- le sonreí. -Pues vamos de compras- dijo mi madre tomando su bolso.
Sebastián y yo nos sentamos en los asientos traseros.
Platicamos, reímos, después me acosté en sus piernas y me quede dormida.
-Vero, Vero- abrí los ojos lentamente.
-Ya llegamos- dijo Sebastián dándome la mano para salir del coche.
Entramos al centro comercial, muchas personas, entre esas personas esta la odiosa Elizabeth y su grupo de marionetas.
-Miren, ahí está Verónica- me señalo esa estúpida y se acercaron a mí.
-Hola Verónica- comenzaron a reírse todas.
-¿No te han dicho que es de mala educación señalar a las personas?
-Es que tú no eres una persona, eres una gordita.- todas comenzaron a reírse.
Sebastián trato de decirles algo, pero no lo permití, ahora me toca defenderme a mi misma.
-¿Ya leíste lo que dice ahí? Bueno, suponiendo que al menos aprendiste a leer, dice "no sé permiten mascotas" ¿qué haces aquí? No vaya a ser que se las lleven a la perrera.
Elizabeth estaba furiosa, se largo con su grupo de guangas.
Comenzó a reírse Sebastián, mi mamá estaba en una tienda de ropa así que no escucho ni vio nada.
-¡Verónica!- grito mi mamá, sus ojos le brillaban, entramos Sebastián y yo, había mucha ropa, ombligueras, faldas, vestidos, pijamas que parecían que eran para prostitutas y en la parte en la que estaba mi madre, ropas para embarazada, de color: rosa, blanco, verde, azul, lila, ninguna decente. -En pocos meses vendremos a comprarte tu ropa aquí.
Después de un largo rato en la tienda, salimos para volverme a inscribir, mi madre le comento al director sobre mi situación, él dijo que lo entendía y que hablaría con mi profesor de educación física. Después salimos a los estúpidos ejercicios de "zumba fitness", Sebastián se estaba riendo, al fin se acabo la patética clase.
-Te mueves precioso.
-Cállate.
-Lo que mas me daba risa era tu cara de "mantenme".
-jajaja, ya cállate.
Después fuimos a mi casa, me metí a bañar, baje a cenar con Víctor, mi madre y Sebastián.
Después Sebastián se fue a su casa y yo me fui a dormir.
Desperté, me cambie para ir a la escuela, mi madre me fue a dejar. Entre y todo el mundo me volteo a ver. Era tan incómodo.

Depresión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora