Corría, corría y no avanzaba nada, me dolían los pulmones, venía por mi... Desperté, sudando, alterada, esto es una mierda, ¿cuánto tiempo más tendré qué soportar esto?, Quisiera morir y hacerle un favor al mundo, me siento en mi cama con trabajo y comienzo a pensar en mi suicidio, de pronto una voz suena en mi cabeza -No lo harás, débil- Odio ésa voz, -cállate- dije en voz baja, me miré al espejo, me mire de los pies a la cabeza - mis pies están feos, mis piernas muy gordas, ¿mi estómago? No sé si es un estómago o es una bola de grasa, mi cara redonda, obesa, mis ojos sin brilló, ojeras enormes, estoy realmente horrible-. Me metí a bañar, sentía mis huesos, pero no los veía, me odiaba, odio todo, a las personas, a mi "madre", a la sociedad, a la vida, en fin, no acabaría si digo todo lo que odio.
Me puse unos jeans ajustados color negro, mis converse negros, un sueter un poco aguado color gris y por último cepille mi cabello, -soy un desastre, soy un error- dije.
Bajé y mi madre, si se le puede llamar así a ésa señora, me dijo -Mírate, tan fea, ¿por qué no te moriste tú en vez de tu hermana-, Yo solo la ignore y salí de mi casa, con ése maldito nudo en la garganta, -mi madre tiene razón- pensé, llegué a la escuela, un día más de mierda.
Entré a mi clase de Historia, aburrida, me puse mis audífonos y comenzó una de mis canciones favoritas, Dead Memories de Slipknot, al final de la escuela pasé a mi casillero, unos chicos comenzaron a insultarme, solo subí el volumen, me les quedé viendo a los ojos por unos segundos, mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas, -Débil, débil, eres débil- ésa voz comenzó a hablar, salí corriendo, llegué a mi casa, tomé los antidepresivos que tenía mi mamá y dije -un día más, un día menos, da igual-
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Depresión.
Teen FictionVerónica Gray, una chica de 16 años que quiere morir, tiene una depresión desde hace años, y con el pasar de los años se da cuenta que es una suicida. Ahora tiene que tomar la decisión de morir o de vivir.