Día 4 - Family Time.

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Morgan y Peter estaban en la habitación de éste, esperando a ser llamados a bajar a la sala para la llegada del novio de su papá. Y los dos estaban preocupados.

No era porque les molestara que su papá rehiciera su vida; era un Alfa joven que merecía una segunda oportunidad y ellos, a sus ocho años de edad, una figura materna. Pero el problema era que las últimas dos parejas de su papá no los habían querido a ellos y tenían miedo de que las cosas fueran igual esa noche.

Ellos también anhelaban a un Omega que los quisiera como sus hijos, aunque no lo fueran.

Escucharon la puerta y por ella entraron sus tías Natasha y Pepper.

-Ya nos vamos, pequeños -les informó Natasha.

Ambos se pusieron de pie para abrazarlas. Morgan lo hizo con Pepper y Peter con Natasha.

-¿De verdad no se pueden quedar? -preguntó Morgan.

-Serían un gran apoyo moral -dijo Peter.

Las mujeres les sonrieron.

-Los dos saben que no podemos, no sería apropiado -razonó Pepper.

-¡Por favor! -suplicaron los dos, haciendo caras adorables a las que nadie decía que no.

-No pongan cara de perrito apaleado bajo la lluvia -ordenó Natasha -. Y si el nuevo novio de su papá no les gusta, saben que él no hará nada que ustedes no quieran o estará con alguien no los acepte. -Los niños asintieron-. Mañana vendremos por ustedes para ir por helado y nos cuenten todo, ¿de acuerdo?

-Su papá dijo es hora de bajar -avisó Pepper.

Los cuatro bajaron al comedor, donde ya todo estaba listo para la cena de esa noche. En la mesa había cuatro lugares puestos y en el centro estaba un bonito arreglo de flores de colores.

Natasha y Pepper se fueron, dejando solos a los tres -de momento- miembros de la familia Stark.

-Ok, ¿cómo me veo? -preguntó Tony a sus hijos.

-Elegante -respondió Peter.

-Desesperado -respondió Morgan.

Tony le lanzó una mirada a su hija. Morgan se encogió de hombros, con una sonrisa.

-Niños, Steve no tarda en llegar y quiero que se porten bien.

-Nos lo dices como si fuéramos unos revoltosos -se quejó Morgan.

-Nosotros siempre nos portamos bien. Esa vez cuando de manera accidental le prendimos fuego una cortina, técnicamente fue culpa de Clint.

Tony trataban de no pensar en eso. Desde ese día, no volvió a dejar a sus hijos bajo el cuidado de ese idiota.

-Hablemos un momento -le dijo a Morgan y Peter, llevando a los dos a la sala. Los hizo sentarse en uno de los sillones, mientras Tony se sentó en la orilla de la mesita del centro-. Quiero pedirles una disculpa.

Los niños intercambiaron una mirada, sin entender a que hablaba su papá. ¿Se había casado sin decirles? O peor, ¿iban a tener un hermanito? Esa última idea no les molestaba, pero ambos estaban preocupados.

-Papi, ¿qué hiciste? -preguntó Morgan, con un tono cansado se parecía al de su tía Pepper.

-De manera reciente, nada malo, pero es una disculpa por lo sucedido en el pasado. Sé que mis elecciones en una pareja no fueron las más acertadas y todos terminamos heridos. Aceleré las cosas antes, en un intento por darles una familia.

-Hiciste lo que creías correcto -dijo Peter. Tony sonrió.

-Y de pésima manera, pero les aseguro que Steve es el indicado. En cuanto lo conozcan lo notarán.

El timbre sonó y no hubo tiempo para decir nada más. Tony se puso de pie y avanzó a la puerta.

Peter y Morgan lo siguieron. De manera inconsciente se tomaron de la mano; tenían miedo, no se querían ilusionar, no querían que a su papá se le rompiera el corazón.

La puerta se abrió y los dos se voltearon a ver. Ya sabían el novio de su papá era un Omega y que se llamaba Steve, pero no lo imaginaban así: Steve era alto, más que su papá y también tenía una complexión como la de un Alfa. Pero su aroma a primavera, a sol y a seguridad, hizo que los dos quisieran abrazarlo. Eso era nuevo, ya que los anteriores solo les habían provocado ganar de correr en la dirección contraria.

-No llegué tarde, ¿verdad? -preguntó Steve.

-Para nada, adelante.

Steve se entró a la casa y se quedó frente a Peter y Morgan. Les sonrió y parecía nervioso.

-Hola, am, mi nombre es Steve y yo soy...-su voz murió al intentar terminar la oración.

-Eres el novio de papá -finalizó Peter. Steve asintió.

-Espero podamos ser amigos -dijo Steve.

A su lado, Tony observaba la interacción entre los tres. Él ya sabía Steve era diferente a los demás y quería que sus hijos lo vieran.

-Creo que podríamos ser más que eso -propuso Morgan, acercándose a Steve y extendiendo su mano hacia él-. Pero con un par de condiciones.

-Las que sean -se apresuró a decir Steve, tomando la mano de Morgan y siendo llevado a la sala.

-La primera, es que tener que hacer a papá muy, muy feliz.

-Eso ya lo hace -dijo Tony, con una sonrisa.

-La segunda -continuó Morgan-, es que tienes que darme una hermana. No es que Peter sea malo, pero voy a necesitar con quién pelear en mi adolescencia.

-No, otra niña no, con una es suficiente -se apresuró a decir Peter-. Que sea un niño.

Eso desató una pelea sin sentido entre los chicos, pues alegaban cuántos hermanos y hermanas querían tener.

Steve estaba abrumado, pero feliz. Tenía ya varios meses saliendo con Tony y había tenido mucho miedo del día en el que le presentaría a sus hijos y bueno, las cosas iban mejor de lo que esperaba.

Definitivamente, podía imaginar esas peleas durante la cena como algo en su día a día.

Definitivamente, podía imaginar esas peleas durante la cena como algo en su día a día

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Espero les haya gustado ❤️

Muchas gracias por leer.

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