Entre el Amor y el Odio... (Hades x Shaka) (Milo x Shaka)

~ Capítulo 5: Consecuencias de una relación antigua ~

Un nuevo día da comienzo en el santuario, Milo en toda la noche no pudo dormir ya que le sigue doliendo, quizás para su amigo Aioria resulte muy fácil olvidar todo el pasado atrás, pero él no lo siente así porque le hizo daño a la persona quien amó, los recuerdos felices volvieron en la noche para atormentarlo de un tonta decisión de jugar con dos al mismo tiempo. No debió dejarse llevar por su lujuria, no negara que por aquella mujer sintió el deseo de sexo, sin embargo, con Shaka sentía algo más allá de eso, no era simple sexo, sino que también amor, sensualidad y deseo… ¡¿Cómo pudo ser tan tonto?!... Seguirá lamentándose hasta no ver de nuevo a Shaka y hablar con él, quizás Aioria tenga razón en decir que le dé tiempo para que las cosas se calmen. Cuando eso ocurra espera su relación vuelva a como era antes de ser un idiota completamente.

Decidió arreglarse ya que debe asistir a los entrenamientos O lo castigarán con el doble para el otro día. Ya cuando se alistó con su ropa de entrenamiento comenzó a bajar los templos, aunque en su camino se encontró con Shura y Camus, gracias a sus dos buenos amigos se distrae un poco dejando de pensar en Shaka por unos instantes. Llegaron al coliseo para los entrenamientos dónde hicieron lo mismo de siempre de correr, sentadillas, lagartijas y algunos combates amistosos.

Todos los entrenamientos y ahora tenían el día libre para hacer otras cosas como el entrenamiento de discípulos o cuidar sus templos. Parecía tranquilo todo, pero la presencia se puso tensa cuando se apareció el juez Wyvern que apareció no con su Sapuri, sino con una ropa de Saga, le quedaba justamente, pero lo más extraño es el ramo de rosas en su mano derecha. Se acercó hasta el caballero de Géminis quien tiene una conversación con Aioros, pero guardan silencio cuando el juez está frente de ellos. Esto sorprendió a Saga quien no se esperaba la presencia del juez en el entrenamiento, según esperaría en su templo.

—      ¿Qué haces aquí, Wyvern? —Pregunta llamándolo por como es conocido por su sapuri.

—      Me aburrí en tu templo así que salí a las cercanías del santuario y encontré estás flores. Cómo a las humanos les gustan estos detalles pues quería dar un agradecimiento por aceptarme en tu templo y atenderme MUY cómodamente anoche hasta satisfacer mis necesidades.

Esto último dicho por el juez dejó extrañados a todos porque está diciendo esto con doble sentido o en realidad ocurrió una aventura entre ellos.

—      No era necesario. —Se mantuvo sereno— No puedo aceptar tus flores. —Rechazó.

—      Es de muy mala educación rechazar un regalo. —Sonríe burlonamente— Entonces así son todos los caballeros de Athena muy exigentes con los regalos que prefieren cosas comprarás o costosas que algo con un buen agradecimiento.

—      N-No. —Se puso rojo— Está bien, las aceptaré.

El juez le entrega las flores a Saga quien las acepta, pero es notable ese rubor que decide aprovechar en continuar el coqueteo porque puede sentir la mirada intensa de una cabra muy enojada.

—      Sabes que ese sonrojo te hace ver tierno y a la vez combina con las rosas rojas.

—      Eh… ¿Gracias? —Se pone más rojo.

—      Bueno ahora sí me enseñarás en lo que quedamos ayer porque la verdad estoy muy aburrido.

—      C-Claro. —Se aclara la garganta.

—      Entonces. —Le extiende la mano— Me permites tomar tu mano para que me guíes de esta manera.