Capitulo 1- Parte 2

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    👑 ~La Sultana Melek~👑

CARLOS🤴🏼

El joven príncipe fijaba su mirada discreta, llena de amor, en la princesa de Éboli mientras ella, arreglada con su vestido escotado color rojo quemado hecho con las mejores telas, las cuales hacían juego con su piel, danzaba con rapidez, sensualidad y gracia.

La hermosa princesa parecía incansable. No había parado de bailar desde que iniciara la fiesta y, aunque su rostro parecía sonrojado por el esfuerzo y el cansancio, su cuerpo se doblaba con facilidad a su paso temblaban los cimbreantes tallos de los juncos con tantas celeridad como al principio.

Carlos la miro fijamente por un momento. Dejo caer la cabeza y se acaricio la nuca, sin dejar de pensar. Estaba lleno de desprecio por si mismo. Se había prometido que nunca iba a hacerle daño a su futura esposa, y había vuelto a faltar a esa promesa. Había pasado toda la vida intentando superar su herencia y ocultar sus imperfecciones.

El príncipe sabia que otros hombres lo envidiaban por tener una prometida como esa, y se complacía en sus logros. Amberly se la consideró como una de las mujeres de más talento en la época y también se le ha considerado como una de las damas más hermosas de la corte española. Y en eso estaba de acuerdo, era la mujer más hermosa que había visto en su vida. Su largo cabello oscuro y quebrado que le llegaba casi hasta la cintura, sus ojos verdes esmeraldas, su rostro virginal y fino a la vez, su boca pequeña que parecía demandar atención. Todo el mundo coincidía en que era una mujer tranquila y encantadora, un modelo de dominio de si misma. Carlos no había lamentado el enamorarse de ella ni por un minuto. Pero eso no hacia de ningún modo mas fácil de soportar el hecho de que ella no sentía lo mismo hacia el.

Recordaba el día en que su padre y el señor Diego lo había abordado para sopesar la posibilidades de casarse con Amberly. A pesar de ostentar un titulo tan distinguido, Debian de asegurarse de tener un futuro solido. Nobles de tanto porte como aquella a veces caían en la necesidad de sacrificar a sus hijas, para asegurar un futuro mejor para su dinastía. Comprometerse con Amberly no había resultado tan difícil como Carlos había previsto. Al final todo se había reducido a una cuestión beneficiosa para ambos lados.

-Se que usted se merece a mi hija.- le había dicho Diego, con una expresión en la que se mezclaban la vergüenza y comprensión.- Se conocen desde que son niños. Se que le tiene una gran consideración. Y obviamente queda fuera de toda duda que va a proporcionarle lo que necesite.

-Tendrá todo lo que desee- había respondido Carlos dócilmente, ocultando su sensación de triunfo por obtener al fin a la mujer que había deseado desde siempre.

Después de eso se había comprometido oficialmente con Amberly, informándole de esa decisión que su padre y el rey Felipe ya habían tomado. No hubo cortejo de ninguna clase, pues Carlos estimaba que no era conveniente ofrecerle ninguna oportunidad de rechazarlo, cosa que sin duda hubiera hecho en ese tiempo y quizás todavía. Realmente Carlos no se explicaba como había pasado, pero el destino se había maniobrado para que la situación fuera tal que ella no tuviera mas remedio que aceptarlo como su marido en un tiempo cercano. El sabia que de otra manera no cabía oportunidad de obtenerla, lo sabia porque ya lo había intentado de otras maneras. Nunca había funcionado hasta ese momento. Todos los buenos partidos de España y otros lugares la deseaban como esposa. De no haber sido por el, se hubiera convertido en la mujer de un caballero que la mereciera mas que el. Al que ella amara de la manera en qué no podía amarlo a el.

-¿Príncipe?- dijo por tercera vez, el hombre enfrente de el- ¿Esta poniendo atención, príncipe?

-Disculpe señor Hutton.-respondió Carlos quedamente- Prosiga, lo escucho...

La Sultana MelekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora