👑 ~La Sultana Melek~👑
Amberly se despertó extrañamente mareada. Sin embargo, en cuanto abrió los ojos, se dio cuenta de que se hallaba en una habitación llena de humo espeso y dulzón, cuyas ventanas estaban cubiertas con pesadas cortinas.
Tardo un poco de tiempo en recobrar la calma, le dolía la mandíbula y tenía la boca terriblemente seca. Sintió necesidad apremiante de beber agua fría y respirar aire fresco.
Tenía las manos atadas a la espalda, y estaba recostada en un sofá, vestida con su camisón. A pesar de lo borroso de su visión. Amberly reconocía aquel sucio camarote, y también al hombre que se encontraba sentado a su lado. El capitán, levantó un estrecho tubo de madera. Se lo llevó a los labios, dio una calada, la retuvo y echó una nube de humo blanco.
-¿Que hago aquí?- pregunto Amberly con la voz rasposa y la lengua hinchada.
El capitán se le acercó, estiró una mano y la tomó de la barbilla. Al principio, con los ojos llenos de lágrimas, paralizada y medio desnuda como estaba, Amberly no pudo oír otra cosa que los latidos de su corazón. El tiempo pareció detenerse, y, cuando se reanudó, lo hizo muy poco a poco.
-Es de sobra decir que es hermosa. ¿Cuántos años tiene?
El respondió con un murmullo, o eso es lo que le pareció, Todavía le zumbaban los oídos. Era como si los sentidos y las terminaciones nerviosas le funcionaran de una manera distinta a la habitual.
-¿Podría bebe un poco de agua?- pidió con la voz ronca.
-Kadir.
Kadir obedeció. Fue a servir un vaso y se acercó a Amberly, arrimándoselo a los labios y viendo cómo ella bebía lentamente de él.
Kadir se retiró y Amberly aguardó, mientras el capitán, le daba otra calada a la pipa.
-No más de dieciocho - El capitán hizo una pausa, como esperando que Amberly se lo confirmara. Sin embargo, cuando no obtuvo lo que pretendía, prosiguió con gracia- ¿Eres Virgen?
El capitán volvió a pegarle una buena calada, expulsando, a continuación, otra mareante nube de humo. Cuánto más tiempo pasaba, más nauseabundo era el olor que, unido al calor, creaba una atmósfera irrespirable.
-¿Eres Virgen?- insistió el
-Deje que yo lo compruebe, padre- pidió el hombre que hace unos momento estaba a punto de morir en manos de Amberly.
-En todo caso, Kadir, sería yo. A ti te falta experiencia, hijo.- Unas risotadas resonaron sobre cubierta.- Pensaba que eras un poco más lista, Majestad. Dado que no quieres responder...
Aturdida y adormilada, Amberly hizo un esfuerzo por mantener sus ideas en orden.
-Desátenle.- ordenó el Capitán
Kadir se acercó y le desató las manos. Amberly trato de incorporarse, para enfrentarse a ellos, intentando conservar el orgullo, pero todo intento fue en vano.
-¡Fuera todos!
- ¿Qué pretende usted de mi?
-Sacar una gran riqueza- susurró el Capitán- Desnúdate.
-Preferiría mil veces morir, antes de desnudarme frente usted.
-Mire "su majestad" si no lo hace por las buenas, puedo llamar a mi flota para que la ayuden.- amenazó el- Le aseguró que no sería nada gratificante para usted.
A pesar de la ensoñación opiácea de Amberly, el tono meloso del hombre le puso la piel de gallina. Cerro el puño, tratando de contener sus lágrimas. Se sentía humillada, sabía que no le quedaba otra opción que hacer lo que le pedían. Lo que más deseaba era salir de aquel camarote y saltar por la borda. Ahogarse en mar abierto era mucho mejor que ser ultrajada por una banda de corsarios. Sus posibilidades de escapar eran nulas en su estado.
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La Sultana Melek
General FictionSi tú también te preguntas ¿Que hubiera pasado si Cihangir hubiera tenido un primer amor como los demás príncipes? Esta historia te interesará Turquía 🇹🇷, siglo XVI. Amberly de Mendoza de la Cerda, princesa de Éboli, acaba en manos de unos escla...