Volvimos a la casa, Leo descansaba en su habitación y yo estaba junto a Mads en la cocina, bebiendo un poco de café caliente. Observé a Madelaine, con su cabello desaliñado, un poco (muy poco) morena por las salidas al parque acuático y su sonrisa usual llena de amor.
- ¿Por qué eres tan hermosa? - pregunté sin pensar y ella soltó la carcajada.
- ¿Y por qué lo eres tú? ¿Por qué eres tan hermosa, preciosa y divina? - me preguntó mirándome directamente a los ojos.
- No te merezco - sonreí. Bebí lo que me quedaba del chocolate y luego lo dejé en el lava platos - Iré a dormir Mads, te espero arriba.
- Ya voy, linda.
Subí tranquilamente las escaleras, sentía mis pies pesados, me sentía agotada, como si simplemente debiera descansar más de diez horas. Aún así, me tomé el tiempo de cambiar mí ropa y ponerme el pijama, ya lista, me acerque hasta la habitación de Leo y deposité un beso en su frente para luego encaminarme a mí baño a cepillarme los dientes. Quería gozar más tiempo de la noche a pesar del cansancio.
Cuan salí, Madelaine estaba sentada mirándome con su sonrisa encantadora.
- Ven aquí amor mío.
- Siempre iré hacia ti, Mads.
Me recuesto en sus brazos y me dejo empapar por su amor reconfortante y caluroso, podia sentir su corazón latir tranquilamente.
Me sentía tan llena de felicidad y de amor que no sabía como agradecer a lo que sea que me haya hecho llegar a éste punto. Mads apagó la luz, pero aún podía divisar su perfilado rostro, gracias a la luz de la luna que le acariciaba el rostro con miedo, ¿Cómo era que esa mujer pudiera lucir tan sensual y tan adorable al mismo tiempo?
Acerque mis manos al perfecto cabello rojo de Madelaine, su sedoso cabello me tranquilizaba y me gustaba acariciarla, además de que a Mads tampoco le incomodaba.
Cierro los ojos y me dejo caer dormida bajo sus latidos acompañados de su respiración. Sabia que ella aún seguía despierta, al igual que yo, que nos dejábamos ir al suave sueño juntas, como al orgasmo, juntas, a la par, si lográbamos encajar eso... ¿No era una clara respuesta a que estábamos destinadas a ser?
Mí sueño me arropo lentamente, pero deseé no hacerlo. Me levanté exaltada, observando de primer momento que no estaba en mi habitación amplía y matrimonial en la cual acababa de estar, me encontraba en mi habitación, en la casa de mis padres, de cuando tenía 16 años. Podía sentir las lágrimas cayendo sobre mis mejillas.
Dos minutos después, me doy cuenta que no tengo ningún recuerdo del supuesto sueño, no sé ni qué, ni con quién habia soñado. Pero el dolor estaba ahí, sentía que algo me faltaba, un vacío incapaz de ser llenado con cosas materiales, me faltaba alguien, como si una parte de mí hubiera desaparecido.
En pie, frente al espejo, veía mí cuerpo raro y diferente, sentía que le faltaban caderas, marcas, estrías, pero ¿Por qué? Tenia el cuerpo de una adolescente de 16, ¿Pero por qué sentía mí cuerpo diferente?
- ¡Mamá! - la llamé. No sabía que hora era pero llegó corriendo.
- ¿Qué pasó _________? ¿Estás bien? - ella tomo mí rostro con sus cálidas manos revisándolo, asustada, preocupada, confundida, pero no tenia dolores físicos, los tenia emocionales.
- Mami... tuve un sueño, - empecé a sollozar - y ahora no lo recuerdo, pero siento que me falta algo, una parte de mí.
- Ay ________, - ella me miró y respiró pesadamente para luego sonreírme - calma, es normal, hay veces en las que los sueños nos hacen sentir cosas que no han pasado. Los sueños se encargan de cumplir tus sueños de forma en que sientas felicidad breve. Sueños en donde tu subconsciente sabe que son irreales y quiere proporcionarte una realidad en donde sí.
- Mi sueño... - suspiré- ¿Entonces no me falta nada?
- Tienes todo completo hija - me sonrió y dió nuestra conversación por terminada.
Dejo un beso en mi frente y se fue. Me deje caer en el suelo y lloré, lloré porque aunque no recuerdo mi sueño, sé que esa realidad me hará falta durante mucho tiempo... y debo vivir con eso.
Y supongo que hay sueños que se quedan como lo que son, historias que nunca pasarán.
Fin
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My Dream// m. p.♡︎
FanfictionLo último que esperaba _______ al levantarse era ver a Madelaine Petsch en su cama, con un anillo de matrimonio y unos diez años más ensima. Hasta donde recordaba, ella tenía 16 años y estaba en preparatoria, ¿Por qué era ahora la esposa de Madelain...