De camino a casa, alrededor de las 17hs, todo parecía apagado, mi hijo dormía en la silla del carro especial para él, mientras que Madelaine manejaba y yo iba en el haciendo del copiloto.
Escuchábamos alegremente algunos "clásicos", música del 2016 que parecía muy lejana ahora.
No podía dejar de pensar en que todo parecía una locura ahora. Realmente lo era.
Si lo pensaba ahora, era la vida que siempre había soñado, al menos por lo que me habían mostrado en esta realidad en la que estoy.
Si esto es así, se supone que mi trabajo será escritora. No sabía con exactitud, quizá podría sacarle un poco de información a Madelaine.
Al llegar, Mads entro a Leo a la casa y yo me deje caer en el sofá. El cómodo, caro y estúpido sofá. Observé los grandes aparatos tecnológicos que adornaban la sala, se notaba el lujo, el dinero y aún así, sin derroche exagerado. Me gustaba. Mire hacia la cocina, ¿Debía preparar algo? Realmente no se cocinar, pero se supone que debo saberlo, ¿No?
Me pare y me acerque a la cocina, al menos debía preparar algo de tomar. Miré a la alacena, llena de frutas y otras cosas, no, definitivamente no se que hacer.
Suspiré frustrada y volví a la sala. Al ver que Madelaine no bajaba decidí subir a la que era nuestra habitación.
Escuché la regadera así que entre al clóset, deje mi bolso, sacando solo mi celular y me cambie por un pijama. Recogí mi cabello en una coleta y salí, Mads salía del baño al igual, secándose el cabello. ¿Está mujer podía lucir más sexy?, Me sonrió y entro al clóset para salir en solo ropa interior.
- ¿Vemos una película?, - le pregunto y ella asiente. Nos acomodamos en la cama y puse Netflix - ¿Cuál vemos?
- ¿Una de comedia o una de terror?
- Comedia, - respondí ante sus dos opciones. Madelaine siempre a tenido un fanatismo por las películas de terror, son sus favoritas. Pero en lo personal no son muy de mi agrado. Ella río y busco en las categorías de comedia y note la gran variedad de películas que habían, ni si quiera pude reconocer a alguna actriz o actor - ¿Puedo poner un clásico?
- Adelante - me respondió mientras tomaba su teléfono y me entregaba el control. Busque una de las películas que más me habían hecho reír, "El diario de Bridget Jones".
Le di reproducir agradeciendo que Netflix no la haya sacado de su catálogo, me dispuse a verla, ignorando que Madelaine seguía en su teléfono. A los veinte minutos ya me estaba riendo de la pobre Bridget, quizá no todo de lo que me reía era muy cómico pero era lamentable, y hasta cierto punto, no podía parar de reír porque lo imaginaba posible. La consideraba una de las mejores películas de 2001, y eso que yo no había nacido para esa época. A la mitad de la película sentí la risa de Mads junto a la mía, también sentía sus besos en mi cien y su brazo alrededor de mis hombros. Eso también tenía una sonrisa en mi rostro.
Cuando la película acabo tome mi teléfono y entre a Instagram. Observé las fotos que tenía y quedé impresionada, me veía muuuy bien, demasiado, podía apostar que fueron tomadas solo por profesionales. Una gran parte de las fotos eran con Mads y Leo, y me encantaban. Pude ver una foto mía en una biblioteca y gracias al enunciado, supe que si era escritora. Sonreí aún más si eso era posible.
Vi que Madelaine había subido una historia y la abrí, era un vídeo mío riendo. Voltee a verla con una expresión sería en mi rostro y ella solo río. Hice un puchero.
- Me veo rara riendo - le dije.
- Te ves hermosa amor.
- ¿Cómo se supone que haga mi show si sales con eso? - me senté sobre ella y ella acercó su rostro a mí pero sin tocarnos. Sentía su respiración mezclarse con la mía y su gran sonrisa. Quería acercarme más y pegar mis labios con los suyos, quería, tenía, anhelaba.
- Pues, no lo hagas, has el amor, no la guerra - susurró sin quitar su sonrisa y se alejo de mí. Fruncí el ceño.
- Entonces hazme el amor - respondí y pegue rápidamente mis labios a los suyos.
Sí, quizá me estaba dejando llevar por el momento, quizá en mi mente aún no había tenido sexo pero mis hormonas y este cuerpo no. Podía sentir las corrientes eléctricas de su toque, el ardor de su toque, el amor de sus besos y el deseo de su mirada. No sé sentía nada mal está sensación, este deseó, este calor.
La ropa empezó a desaparecer lentamente, lujuriosamente, sensualmente, sus manos recorrían cada espacio de mi cuerpo, sus besos dejaban el camino que recorría, mis manos tocaban su cuerpo lentamente, a falta de ropa lo que mis manos tocaban, no las saciaba, quería más, sentir más. Mis súplicas lentamente se cumplieron.
Cuando ella frotó su sexo con el mío, me sentí llena. Sabía que no era solo sexo, era hacer el amor. Lo sentía, ella me amaba y al parecer iba para las mismas. No la amaré solo por ser mi ídola si no también por ser mi esposa. Cuando llegamos juntas al climax mis hombros se destensaron y me sentí feliz. Cansada, agotada, saciada, felíz y cómodamente acostada sobre el pecho de la mujer a la que siempre soñe y ame desde mi fanatismo. No sabía si esto era correcto, pero se sentía así. Se sentía como si todo estuviera bien, correcto, exacto.
Bien, creo que podría adaptarme totalmente a esta vida.
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Con calma, que ya sabemos que sos re fantasma Jajajaja
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Créditos a la autora.
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My Dream// m. p.♡︎
FanfictionLo último que esperaba _______ al levantarse era ver a Madelaine Petsch en su cama, con un anillo de matrimonio y unos diez años más ensima. Hasta donde recordaba, ella tenía 16 años y estaba en preparatoria, ¿Por qué era ahora la esposa de Madelain...