Una intensa alarma sonó innecesariamente logrando que yo abriera mis ojos; lo primero que sentí fue la piel caliente de Madelaine sobre la mía. Su brazo rodeando mi cintura por encima de la sábana blanca y nuestras piernas estaban enrolladas debajo de está, su rostro, ahora con ciertas arrugas y con expresiones maduras, se encontraba cerca del mío, logrando que suelte una sonrisa.
Anoche me había entregado a ella y no me arrepentía de nada. Me sentía bien, cómoda y feliz. No sé sintió mal, se sintió realmente exitante y el hecho de que lo hiciéramos estando casadas es la mejor parte.
Madelaine es mi esposa.
¿Que podía sonar más fantástico que eso?
Le quité una cabello rebelde de su rostro y me separé lentamente de ella. Apagué la alarma y camine hacia el baño sintiendo el frío golpear contra mi cuerpo desnudo.
El sol estaba por salir y era yo esta vez quien arreglaría al niño. Hoy conoceríamos formalmente al futuro marido de Lili y le prometí a Emma que llegaríamos temprano.
El agua calló sobre mi cuerpo y el frío fue abrasador. Dejé que el sudor y cansancio de anoche salieran junto al sifón. Acabé de bañarme y me dirigí hacia el closet para luego buscar un vestido que me gustará.
Opté por un vestido floral suelto y unas sandalias sencillas, no quería lucir exagerada. Dejé mi cabellera suelta y salí. Me tope con una Madelaine recién levantada y restregandose los ojos. Le sonreí y me acerque a darle un casto beso en los labios.
- Buenos días amor, - saludé y sentí su sonrisa sobre mis labios - ve a bañarte, tenemos que llegar temprano, tu madre tiene pensado salir de viaje con tu cuñado. Arreglaré a Leo y después haré la maleta, agradecería que si acabas primero, me ayudarás.
- Okey, Okey mujer, déjame levantarme primero - me responde con una risa y yo salgo de la habitación.
Entro en la habitación con un gran letrero en la puerta que decía: Leo Petsch Jhonson. Sonreí y ví a mi pequeño dormido en su cama. Me acerque a él y lo levanté, el me miró suplicante por lo que supuse que quería dormir más.
- Lo siento campeón, iremos de paseo después de conocer al novio de tu tía, asi que vamos.
El extendió sus brazos hacia a mi, así que lo alcé y camine hasta el baño que había en la habitación. Nunca había bañado a un niño de tres años así que simplemente llené la bañera y le puse jabón con burbujas. Él se puso a jugar y yo busqué el shampoo para después proceder a lavarle el cabello.
Fue entretenido, nuevo y para nada incómoda está escena para mí.
Al salir, Leo estaba en su toalla de ranitas y yo busqué su atuendo. Lo termine de vestir y lo mandé con su madre mientras que yo hacia la maleta para el viaje.
Le empaque su traje de baño y tres outfits diferentes. Quizá durariamos dos o tres días entonces no consideré hechar más. Dejé la maleta de él sobre la mesa del comedor en el primer piso y subí a mi habitación, entre al closet y ví a mis dos amores haciendo la maleta.
- ¿Te ayudo?
- No, tranquila, dime si te gusta lo que escogí para tí - responde Madelaine y asiento. Había elegido dos vestidos junto a unos shorts y una blusa de tirantes negra acompañada de una camisa manga larga a cuadros. Me gustaba. Sonreí y ella se miraba orgullosa.
- Bien, bajemos todo. Tus padres deben estar esperándonos, ya debe estar por llegar el prometido de tu hermana.
Madelaine metió las maletas al baúl, yo acomode a Leo en el asiento de niños y me senté en el asiento de copiloto, mientras que Mads se sentó en el del conductor. En veinticinco minutos ya estábamos en la casa de mis suegros, esta vez, Mads entro con mi hijo en sus brazos. Mis suegros nos recibieron con el desayuno en la mesa. Madelaine decidió ayudarle a Leo a comer por lo que pude comer tranquilamente. Eran alrededor de las 8:30, Lili estaba ansiosa por la llegada de su prometido y por el paseó pendiente. Realmente espero que todo salga bien.
Diez minutos después de que acabarán de comer el timbre suena y Lili corre disparada a la puerta. No faltó mucho para que un hombre alto, fornido y muy elegante apareciera por la puerta. Podía entender porqué a Lili le atrae el tipo, no era feo, para nada, era en realidad muy atractivo. Pero nada se compara con mi linda esposa.
- Bueno familia, les presento a Benedit Howell. Mi prometido - Lili comenta con gran orgullo.
Madelaine, que volvía a tener a Leo alzado, se acerca y le da un amigable abrazo. Su expresión era neutra, parecía que no tuviera emociones y podía notar como de vez en cuando lo veía entrecerrando sus ojos, como examinandolo. Después lo saludó Manuel, luego Emma y por último yo.
- _________ Jhonson Petsch - le estreché la mano para luego situarme al lado de mi esposa e hijo.
Lo reciben, le hacen un poco de charla, la cual decidí no entrometerme y me quedé en el comedor jugando con mi hijo. Me atrevería a decir que Elio era tan adorable que podría estar toda la vida repartiendo besos por sus mejillas. Subí unas cuantas historias a mi Instagram de mi hijo hablando o haciendo alguna tontería, podía leer la cantidad de comentarios de las fans diciendo lo adorable, sorprendente y hermoso que se veía Leo y no podía estar más de acuerdo.
Una hora después, nos empezamos a subir a los vehículos, Lili y su prometido vendrían con nosotros en el auto así que sería más entretenido. El plan era ir a un parque acuático y durar allá alrededor de dos o tres días y disfrutar del plan familiar al que se integra Benedit.
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Créditos a la autora.
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My Dream// m. p.♡︎
أدب الهواةLo último que esperaba _______ al levantarse era ver a Madelaine Petsch en su cama, con un anillo de matrimonio y unos diez años más ensima. Hasta donde recordaba, ella tenía 16 años y estaba en preparatoria, ¿Por qué era ahora la esposa de Madelain...