Tenías que ser tú ||KamiJirou||

~ Capítulo 8 ~

Era impresionante.

Me di cuenta de lo bueno que era al escucharlo.

Sabía que era una de sus aficiones pero me sorprendió lo mucho que había evolucionado desde la última vez que lo había escuchado tocar.

Me encantó como los dos nos combinábamos tan bien al ritmo de la música. Era como si mi guitarra necesitara de la suya y la suya de la mía.

Y lo peor de todo es que no podía despejar mi mirada de sus ojos.

Kaminari estaba sonriendo y se veía súper emocionado. Se notaba lo mucho que le gustaba hacer esto.

Eso hizo que mi corazón se llenase de ternura.

- ¿Jirou?- su voz me sacó de mis pensamientos- ¿Por qué has parado?

- ¿Eh?- me avergoncé al darme cuenta de que me había quedado mirándolo fijamente y me había distraído- Solo... se me había metido algo en el ojo.

Llevé mi dedo a mi ojo intentando disimular pero no sirvió de mucho. No tardó en escucharse su risa sexy.

- No lo haces nada mal, de hecho tocas bastante bien- dijo mientras se apoyaba su rostro en su guitarra y me miraba fijamente- Y me ha gustado bastante acompañar a tu guitarra.

Lo miré sorprendida por sus palabras.

- ¿A ti no te ha gustado?- dijo sonriendo.

- Me ha encantado- mierda, había pensado en alto- Quiero decir... no ha estado mal.

Este se mordió el labio divertido y se acercó a mi oído.

- A mi también me ha encantado.

Tragué saliva.

- B-Bueno, creo que debería ir volviendo a casa.

Me levanté de la cama y dejé la guitarra en su sitio para irme de allí lo antes posible, pero entonces una mano me detuvo.

- Quédate aquí- dijo haciendo un puchero.

¡Se veía demasiado lindo!

Pero no podía dejar que eso me ganase. Además, a saber lo que pasaría si me quedara allí a dormir.

- Mañana me tengo que levantar temprano y resolver unos asuntos del trabajo- dije aun algo nerviosa- Así que no creo que pueda.

Este me miró molesto.

- Esta bien, te dejare ir pero con una condición.

Lo miré confundida.

- ¿Cuál?

- Que mañana tengamos una cita.

Sentí mis mejillas arder.

¿Me lo estaba pidiendo como si nada?

- Pero...

- Es eso o que te quedes a dormir, tú decides- dijo sonriendo burlón-  A mi me gustan las dos opciones.

Suspiré.

- Vaya idiota estás hecho- dije sin poder evitar sonreír.

- Lo sé- dijo mientras se levantaba- ¿Y bien?

- Mañana a las cinco en la plaza.

- Perfecto, estaré esperándote.

Intenté soltar su mano para poder irme pero este apretó mas su agarre.

- Tengo que irme.

- Eres muy cruel, Jirou- dijo acercándose a mi rostro- No puedes irte sin antes darme un abrazo.