Primer día de escuela

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Nico's pov

-¡CARIÑO, YA ES HORA DE LEVANTARSE! -Me levanté sobresaltado por los gritos de mi madrastra.

Hoy era mi condenado primer día en una escuela nueva.

Saqué mis pies de la cama, y fuí arrastrando los pies al baño.

Me miré al espejo, tenía el pelo negro azabache muy largo, tapaba mis ojos. Estaba un poco mas palido de lo normal.

Salí un rato después del baño a cambiarme.

Me coloqué el tonto uniforme: Pantalon negro, y blusa blanca de algodón. En la otra escuela, podía usar mi ropa usual: una polera negra, con unos baqueros pegados negros con cadenas a los lados, y unas Converse All stars, negras también.

Bajé con mi mochila en un hombro a desayunar.

Comí los huevos rápido, me cepille los dientes, y salí de mi casa sin decir adios.

Llegue rápido, pues la escuela estaba a 3 cuadras de mi casa.

Entré, y, como era el nuevito, todo el mundo me observaba. Posiblemente se fijaban en mis facciones, pues parecía un chico rebelde. En especial por las grandes ojeras que tengo.

Revisé la hoja de papel que indicaba el numero de el salón al que debía ír:
24.

Busqué entre todas las puertas, pero ninguna tenía el numero 24.

Me topé con un chico rubio, de ojos azules y lentes.

-Disculpa, -le hablé. -Soy nuevo y no encuentro mi salón.

-Hola, -saludó el rubio. -Mi nombre es Jason Grace. ¿Que numero es tu salón?

-24.

-¡Estas en el mismo salón que yo! -Comentó con entusiasmo. -Vamos, yo te guío.

-Ah, y...mi nombre es Nico di Angelo.

-Un gusto, Nico. -Dijo Jason.

(N/A: Todos tienen la misma edad: 17)

Caminamos por unos cuantos pasillos más, y encontramos el, muy buscado, salón 24.

Entramos al salón, era bastante amplio con una pizarra al frente y no muchos pupitres.

Sentado sobre uno, se encontraba un chico de cabello negro, parecido al mío, ojos verdes y bronceado, como si viviera en la playa, hablando con una chica, de cabello rubio y ojos grises que reflejaban sabiduria.

-¡¿DONDE ESTA MI SIRENITA?! -Grito Jason de repente.

El chico ojiverde voltio a ver a Jason con mucha alegría, y le devolvió el grito:

-¡AQUÍ, MI FEO SUPERMAN!

Una chica, sentada justo al frente de ellos, con ojos multicolor, y cabello cortado irregularmente, que, era bastante guapa, rió.

-Jason, cariño, no es necesario gritar -se dirigió al rubio a mi lado.

-Claro que sí, Piper. -dijo "La sirenita"

-¡Vamos, Percy! -exclamó la rubia.

La sirenita/Percy vió a la rubia, sorprendido.

-Listilla, ¿Ya no me dices Sesos de Alga?

La sirenita, Superman, Sesos de alga, listilla...

¡Que sobrenombres mas ridículos!

-Claro que sí, Sesos de Alga. -dijo la rubia.

Los dos contra el inframundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora