Desperté rodeada por los brazos de Jungkook. Mi rostro estaba tan cerca de él que escuchaba su respiración e incluso el latir de su corazón. En la noche anterior no tardé ni dos minutos en tirarme a la cama y quedarme dormida. Lo único que sí había hecho, fue cambiarme de ropa y dejar la bolsa en el salón. Me moví con cuidado para no despertar al actual Rey y me di la vuelta para tratar de ver que hora era. El sol aún no salía, si así fuera, la luz se colaría por mi ventana mejor dicho, el agujerito de la pared.
—¿Estás despierta?—gruñó mi pareja.
Sonreí, no sabía en qué momento su voz me producía esa sensación en el cuerpo. Acaricié sus manos entrelazadas en mi estómago.
—Aún es de noche —susurré.
Jungkook restregó su rostro contra mi espalda; me provocaba ternura esas acciones de su parte.
—Quiero ver el amanecer—susurró atrayéndome más a él.
Me imaginé su sonrisita traviesa al decir eso.
—Aún tengo sueño—dije en un murmullo.
—Luego seguimos durmiendo, ¿sí?
Así fue como acabé caminando a oscuras por el bosque junto a Jungkook. Este parecía más activo que yo, sobre todo porque me obligaba a acelerar el paso. Se notaba que tenía experiencia madrugando.
—Venga, Cirene, acelera.
Tiraba de mi mientras daba saltitos, parecía un niño pequeño. No sabía que le hacía tanta ilusión ir a ver el amanecer en el lago, pero aproveché para llevarme lo necesario para darme un baño más tarde.
—Siempre quise verlo con alguien—dijo entrelazando sus dedos con los míos—Pero con el tema de las clases y los papeles, no tuve tiempo ni de ir con mi hermanito.
—No sabía que eras taaaaaan romántico, Jungkook.
Dije para molestar.
—Sólo a veces—murmuró.
Soltó mi mano al llegar a la enorme roca, ambos subimos sobre esta y miramos al horizonte esperando a que el sol saliera. Ya estaba el cielo algo iluminado, no debía faltar mucho.
—Que tranquila estás.
Tranquila, normalmente lo era; ¿A quién trato de mentir? Era raro que no estuviera saltando o empujando a Jungkook para molestar. También era preocupante mi silencio, con lo habladora que era yo normalmente.
—¿No debería?—pregunté tumbándome sobre sus piernas—Sigo teniendo sueño y no tengo razón alguna para estar alterada.
Él bajó su cabeza para coincidir con mi mirada. Estiré la mano y acaricié su mejilla fascinada por el atractivo aparente del chico. Lo veía distinto, desde que mi padre me explicó la palabra: "enamorarse" ya no pensaba igual de él . Lo veía único, un desastre hermoso, alguien a quien cuidar y que me cuidaría; la persona que no me dejaría sola por nada.
—¿Dónde está la salvaje Cirene?
Salvaje, los primero días sí que lo era un poco.
—¿Y el arrogante Jungkook?
Se inclinó poco a poco y sonrió.
—Entre tus labios—respondió antes de besarlos.
Me sentía extraña. Estaba cómoda con él, demasiado. Mis mejillas se enrojecían por su sonrisa, mis piernas temblaban por su cercanía y mi corazón latía por su mirada. No sabía con certeza en qué momento comenzó todo; si fueron sus sonrisas, sus ayudas discretas en palacio, su preocupación constante por mí...pero sin duda, cuando nos escapamos del palacio al bosque por primera vez mi cuerpo tenía claro que sería mi perdición.
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El Secreto mal Guardado De La Corona- JK
Fiksi PenggemarLa corona guardaba un pequeño secreto que acabó enlazando la vida de Cirene y Jungkook. -Jeon Cirene, hija del verdadero Jeon Kerel y por tanto la verdadera descendencia de la corona.