7:00 a.m
Sonaba todos los días. Molesta y persistente, su alarma vibraba en la mesita de noche.
La apagó perezosamente y su rutina de todos los días comenzó.
Se incorporó en su cama de sábanas blancas y miro a su ventana. Aún no salía completamente el sol. Arrastrando los pies se dirige al baño donde se cepilla los dientes y lava su cara. Por un momento mira detenidamente a su reflejo.
Era un muchacho apuesto de grandes ojos y sonrisa encantadora. Pero últimamente sus ojos reposaban en ojeras provocadas por sus noches sin dormir, y la amplia sonrisa que tanto le caracterizaba no se había visto en semanas.
Había una razón, claro que lo había. Pero Jungkook se negó a seguir pensando en eso.
Salió del baño dispuesto cambiar su pijama por ropa para salir a la calle. Tomó un pantalón y camisa negra, unos tenis y una chamarra de mezclilla. Lo usual. Roció un poco de perfume en su cuello y salio de su vestidor.
Su desayuno también fue lo normal. Cereal y leche, sentado en una mesa para dos plazas, revisando novedades en su teléfono.
Limpió todo, cepillo sus dientes una vez más y tomó su mochila con sus cosas.
Como un rápido reflejo, acomodó su cabello frente al espejo de la entrada y con una sonrisa satisfecha, abandonó su hogar.
Hacía algo de frío pero su ánimo lo hacía sentir más cálido. Definitivamente aquel se había convertido en su momento favorito del día.
Caminó entre las ya ruidosas calles de la ciudad hasta que llegó a su destino de todas las mañanas: El hospital local.
Conocía ya lo suficiente aquel lugar después de frecuentarlo últimamente.
Piso 3. Habitación 317.
Recorrió el pasillo. El olor no le agradaba. Era el típico olor a hospital, a nadie le agradaba. Pero ahora mismo no podía importarle menos.
- Buenos días Jungkook - dijo una melodiosa voz.
- Hola Mina - respondió encontrándose con la bonita pelinegra uniformada.
- ¿Cómo amaneciste? -
- Guapo. Como siempre - respondió pasando su mano por el pelo como un gesto exagerado.
La chica rodó los ojos.
Mina era una dedicada enfermera del hospital. Conoció a Jungkook después del incidente. Conmovida por la situación, Mina comenzó a acercarse a Jungkook con intención de ayudarle en todo lo que le era posible y desde entonces ambos habían sido buenos amigos.
- Supongo que el doctor Park ya te dió las buenas nuevas -
El rostro de Jungkook se iluminó.
- ¡Si! Ayer me lo hizo saber a través de un correo - dijo con una radiante sonrisa - No lo puedo creer Mina, casi no dormí anoche con toda esa emoción -
Mina le dio una genuina sonrisa devuelta.
- No sabes lo mucho que me alegró la noticia también. Sabes que cualquier novedad te la haré saber de inmediato ¿de acuerdo? Así que no te preocupes. Y por favor, aprende a dormir mejor -
- De acuerdo, gracias -
- Bien ojalá que todo salga viento en popa - cruzo los dedos en señal de suerte.
- Ojalá - dijo Jungkook con un suspiro.
- No te quito más tiempo, hay alguien esperándote - dijo señalando con la cabeza la puerta con la placa 317.
- Claro - contestó Jungkook saliendo de su pequeño trance - Nos vemos Mina.
A ciencia cierta no sabía si realmente lo esperaba. Tal vez si o tal vez no. Pero le gustaba pensar que si, que cada mañana él lo esperaba con ansias. Le gustaba pensar que lo escuchaba. Le gustaba pensar que simplemente estaba dormido.
- Hola Yug, buenos días - saludó alegre Jungkook.
Ahí estaba, como todos los días reposando en una cama, rodeado de aparatos médicos feos. Pero eran aparatos que le hacían saber a Jungkook que él seguía ahí. Que Kim Yugyeom seguía ahí.
- ¿Cómo te encuentras? - dijo dejando su mochila en el sillón de cuero del la habitación - Bueno, creo que yo puedo contestar eso. El doctor Park ayer me dijo has presentado mejorías y que la probabilidad de que pronto vuelvas es cada vez más alta. - suspiró esperanzado de nuevo - Espero que así sea, todos te extrañamos.
Jungkook se dirigió a la ventana para alzar la cortina.
- De mi no hay mucho que decir. Todo ha marchado normal. Ayer fue un día tedioso en el banco, y juro que no soy solo yo, Nayeon piensa lo mismo. Pero está bien, la paga es buena -
La habitación se iluminó y Jungkook miró a través de la ventana antes de continuar.
- La cafetería también está bien, aunque últimamente ha tenido más clientes. Eso es bueno, pero por lo tanto hay más trabajo -
Se sentó finalmente en el sillón.
- Los chicos también están bien. Ayer hable con Bam, me envió fotos de Dalkyum y se ve muy feliz - dijo con una sonrisita - Desearía poder cuidarlo yo pero ya sabes, sé que no tengo el tiempo para cuidarlo, y Bam lo hace bien, por más increíble que parezca -
Soltó una risa víctima de su propio chiste.
- De cualquier manera, mañana lo veré para dejarle la comida a Dal - mencionó mientras hacía girar su anillo en el anular - No quiero que Dalkyum me extrañe a mi también.
Jungkook mordió su labio.
- Nos haces falta ¿lo sabes? - dijo mirando al suelo - Me haces mucha falta.
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Si algún día me olvidas // 𝒀𝒖𝒈𝒌𝒐𝒐𝒌
Fanfiction¿Qué es lo primero que le recordarías a alguien que ha perdido la memoria? Tal vez su canción favorita, sus más grandes sueños, sus más preciados recuerdos. "Pero no puedo obligarlo a recordar cuanto me amaba" 𝙍𝙚𝙘𝙤𝙧𝙙𝙖𝙧 𝙨𝙞𝙚𝙢𝙥𝙧𝙚 𝙦𝙪𝙚...