CAPÍTULO 15

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Me levanto rápido sofocada inclinandome para calmar el vértigo y mi respiración, al estar calmada parpadeo varias veces para visualizar mi entorno mirando hacia los lados, estoy entre la mitad de la oscuridad y la luz, en un lado los árboles vivos...

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Me levanto rápido sofocada inclinandome para calmar el vértigo y mi respiración, al estar calmada parpadeo varias veces para visualizar mi entorno mirando hacia los lados, estoy entre la mitad de la oscuridad y la luz, en un lado los árboles vivos y el otro muertos, entre el piso seco y el piso lleno de flores, el aire fresco y contaminante.

Me paro y empiezo a caminar en el centro de los dos mundos sintiendo como mi cuerpo se adapta,, paro un momento y observo el mundo oscuro, el paisaje muerto y sin vida, trato de desviarme pero no puedo, al ver hacia abajo estoy encadenada de las manos y de los pies con un vestido blanco. Sigo caminando de entre la línea que divide dos mundos, las cadenas se estiran y hacen que camine más rápido, mientras que avanzo me comienza a arder la espalda, me rasca como si me fastidiara, encojo los brazos para tocarme, pero es imposible es como si alguien me impidiera. Comienza a dolerme más y siento que algo sale de mí, el líquido caliente que me recorre en el cuerpo, mi aliento se recorta y comienzo a respirar fuerte como si el aire me faltara, decaigo encogiéndome, la vista se me oscurece poco a poco, hago fuerzas para ver, pero la oscuridad se apiada más a mí.

—Respira hija mía —dice una voz tranquila y hermosa.

—¿Hija? —alzo la cabeza en busca de rostro —No... no eres mi madre —digo mirando su rostro divino, su rostro es como un diamante, delicado y hermoso.

—Vamos, levántate ya era hora —extiende su mano a mí, dudo en tomarla, pero al hacerlo, siento como un calor afectivo recorre mi corazón, volteo a verla, recorro mi vista en su rostro y su mano.

—¿Por qué lloras? —me dice relajando su expresión.

—¿Q-que? —toco mi cara húmeda —¿Por qué...? —sin entender que pasa, me seco los ojos —No entiendo —sigo llorando sin parar, pero lo mas raro es que no sollozo, solo salen lágrimas.

—Sé que te han hecho mucho daño cariño, te han quitado tu memoria. Vamos ya casi llegamos.

—¿A dónde?.

Sin responder nada solo me sonríe y así va durante el camino, sin estar cansada o dolerme la espalda, veo ángeles.

《Espera ¿Ángeles?》
《 Pero si ella no tiene alas》

Al llegar a nuestro destino, los ángeles de los dos mundos me miran, pero con una mirada sin expresión y con respeto. Al final del lugar hay dos altares, uno por su lado, pero juntos, una sombra negra sin ser visualizada su rostro está sentado en el altar de mundo sin vida.

《¿Está bien? 》

Una maya de espinas tapa todo su alrededor, me acerco a él sin pensarlo dos veces, pero sé cómo es sentirse así, al llegar donde él subo los escalones de su altar.

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