#21 El Enfrentamiento del Destino

9 1 0
                                    

—Livia, detente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Livia, detente. Puedes lastimarte a ti misma. —Damián se aparece preocupado entre los árboles con sangre negra en su rostro.

—No puedo controlarlo, Damián. Estoy tan enojada y asustada. —Livia con lágrimas en los ojos se mira las manos—no sé quién soy ni dónde estoy, todo es confuso —me mira desconcertada.

Livia parpadea varias veces, en algunas le brillaban los ojos y en otras no, como si fuera su humanidad la que luchara con ella, como si combatiera internamente entre el bien y el mal.

El hombre se levanta con dificultad del piso, acercándose rápidamente para atacarla por la espalda.

—Debes irte ahora mismo. No quiero que nadie salga herido. —Damián se mantiene firme y le dice a Sebastián.

—Esto no ha terminado, ella pagará por lo que me hizo. —Sebastián dice temeroso entre las garras de Damián.

—Tú deberías pagar por lo que le hiciste, imbécil.

Livia continúa luchando por controlar sus poderes mientras Damián intenta calmarla.

—No puedo dejar que me lastime de nuevo. No puedo permitir que nadie más me lastime. —Livia grita desesperada.

—Livia, entiendo tu dolor, pero debes aprender a controlar tus poderes antes de usarlos. —Damián dice mientras combate con el hombre.

En medio de la pelea, los árboles se sacuden violentamente y una tormenta comienza a formarse en el cielo oscuro. Los relámpagos iluminan el campo de batalla, resaltando la furia en los ojos de Livia.

—¡No puedo contenerlo más! ¡Todo están fuera de control! —Livia grita mientras una ráfaga de energía sale disparada de sus manos, golpeando todo a su paso.

Damián se esfuerza por protegerse y mantenerse firme frente a la fuerza desatada de Livia. El enfrentamiento se intensifica, cada golpe y explosión aumenta la tensión en el aire.

—¡Livia, por favor, escúchame! Debes encontrar la paz dentro de ti. No dejes que la ira te consuma. —Damián intenta hablarle entre los estruendos.

Livia se detiene por un momento, mirando a Damián con ojos llenos de confusión y dolor. La lucha interna dentro de ella es evidente en su rostro. Respira profundamente, intentando controlar su respiración agitada.

—Damián, no sé si puedo hacerlo. Todo es tan confuso y siento que estoy perdiendo el control. —Livia susurra con voz temblorosa.

Damián se acerca lentamente a ella, extendiendo una mano hacia su rostro cubierto de lágrimas.

—Confía en ti misma, Livia. Eres más fuerte de lo que crees. Juntos superaremos esto y encontrarás tu verdadera identidad. —Damián le asegura con determinación.

La tormenta comienza a calmarse lentamente, los relámpagos se vuelven más débiles y los árboles dejan de temblar. Livia cierra los ojos, concentrándose en encontrar la paz interior.

—Está bien, Damián. Haré todo lo posible por controlar mis poderes y encontrar mi camino. No dejaré que la oscuridad me consuma. —Livia responde con determinación.

Damián sonríe con orgullo y juntos se preparan para enfrentar cualquier desafío que se les presente, sabiendo que su unión y valentía los llevará a superar cualquier adversidad.

—¿Crees que te creí? Maldito demonio —se rie cambiando su humanidad, volviendo a su ser espiritual —no nos subestimes y no tratar de desafiar algo que no este a tu nivel, somos los esclavos de la reina.

—Saben que solo ella nos maneja, aunque no este consiente de lo que es en realidad

—Exacto, mientras ella no este, nosotros sí y por eso aprovecharemos la oportunidad

la oscuridad envuelve a Damián, pero aun así no le hace daño, ya que él forma parte de eso y lo reina

Los demonios que manejan el alma y cuerpo de Livia notan su originalidad y optan por relucir su espíritu de luz, pero el poder no se utiliza en momentos de en vano o situaciones que no requieran.

—Recuerda cuando vivimos juntos, los momentos felices que compartimos. No quiero pelear contigo, Livia. —Hablando mientras combaten

Livia lanza ataques cada vez más furiosos, pero Damián esquiva habilidosamente sin hacerle daño.

En medio de la pelea, Damián y Livia se teletransportan al cielo. La gente que los observa desde abajo queda sorprendida por su aparición.

—Livia, escucha. Tú y yo tenemos una conexión especial. No quiero hacerte daño, solo quiero recordarte quién eres. —Tratando de calmarla

Livia, sin ningún rasguño, atrapa a Damián por el cuello cerca de un gran árbol viejo que le trae recuerdos.

—Hay algo que necesito decirte... Nuestro hijo, él está vivo. Se llama… —se le dificulta hablar ahorcándolo más.

Antes de que Damián pueda terminar la frase, Livia se queda estupefacta y preocupada por la revelación.

—¿Qué? ¿Nuestro hijo está vivo? ¿Dónde está? ¿Cómo es posible? —Livia conmocionada despierta a su humanidad

La conmoción es tanta que Livia se desmaya en los brazos de Damián, quien la sostiene con cuidado.

—Creo que tus desmayos serán las respuestas de que estás por momentos y te irás.

La cargo en mis brazos llevándola hasta su habitación bajando delicadamente en su cama, Damian se sienta junto a Livia, mirándola con ternura. Una lágrima baja por las mejillas rojas de Livia mientras escucha el nombre de su hijo.

Lo dije de tal manera que ella solo escuchara, nuestro lenguaje era uno, la lengua madre que habíamos creado, uno por el que crearía una nueva generación y revolvió en el mundo espiritual y humano.

—Livia, siempre te he amado y siempre estaré aquí para ti. Vamos a descubrir la verdad juntos, y encontraremos a nuestro hijo. —su ojos estaban medio abiertos, no tenía la fuerza de poder mirarme bien y lo mejor es que no me reconozca en un futuro.

Sentía que Livia se debatía entre su deseo de protegerse y el temor de dañar a los demás.

—No quiero lastimar a nadie más. Haré lo que sea necesario para controlar mis poderes. —en un susurro aprieta su cálido tacto

—Estoy aquí para ayudarte, Livia. Juntos encontraremos una manera de manejar esto. —sonrió ante su dedicación.

Al rato, ya la niña de las pequitas roja se ha dormido,  la acopio y muy despacio me aparto mirando con nostalgia todo el sufrimiento que ha vivido sin yo poder intervenir

—Sea quien nos haya hecho este mal, le volaré la cabeza.

—No tan rápido.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 30 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Mundo Oscuro y NosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora