Skater Boy (Robby Keene/Hawk)

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Mi nombre es Odette, Odette Ainsworth. Quizás a manera de introducción debería hablar sobre mi, no es así? Vivo con mi madre y mi hermano menor en Encino, ella es una dermatologa muy bien pagada, y materialmente nada nos ha hecho falta. Nada quizás más que su cariño. Mi madre tiene una personalidad muy fuerte, constantemente quería que fuéramos perfectos y nos metía en diversas actividades. Así llevaba mi vida. Una de las actividades en las cuales destaco más, es el ballet. Voy a ballet desde los 6 años. Solo que había un problema: Siempre había sido gorda. Claro, hoy en fecha te dirían que ser gorda no es un problema y que te ames, pero mierda, la gente te deja muy claro tu lugar.

Y mi lugar quedó claro el semestre pasado. Usualmente en el receso como con mi mejor amigo River, hemos sido mejores amigos desde secundaria porque tenemos gustos parecidos y porque nos defendemos mutuamente cuando nos molestan.
La situación es, que un día River enfermo y un chico se sentó conmigo: Brandon.
Brandon se acercó amablemente y me preguntó si podía comer con el, lo cual se me hizo muy extraño, el siempre había sido un chico relativamente popular, porque me estaría hablando a mi?
Pero no importo, con el tiempo, se ganó mi confianza, y después me comenzó a gustar. Era amable, lindo y detallista, me trataba como nadie mas me había tratado. Llevabamos dos meses siendo novios, me dijo que me amaba, y yo ingenuamente creí en el y decidí amarlo también.
"Si me amas, pruébalo" Me hizo acostarme con el aunque no estaba lista, pero no importaba, se supone que eso era amor.

Estaba equivocada. Brandon nos grabó teniendo sexo, y al día siguiente termino conmigo. Poco después el vídeo se había difundido por toda la escuela.
Le pedí a mi mamá que me cambiara de escuela, pero ella al no saber porque, no lo hizo.
-"Es una escuela pública cerca de la zona"
Claro. Realmente no importaba como me sentía.

A principios de verano, tomé la decisión de ya no ser la misma chica a la que habían lastimado, iba a ser una persona completamente diferente para que olvidarán quien soy.
Siempre había odiado mi cuerpo. Sin embargo, nunca me había atrevido a restringir comidas, mucho menos solo comer poco o nada.
Pero todo empezó a partir del vídeo. Por mucho tiempo, solo se habló del vídeo pero nunca llegó a mis manos, no se cómo se había difundido tan rápido y aún así, no tenía acceso a el. Tuve acceso a el hasta que River le pidió a su novio, (ahora ex novio) que se infiltrara en los grupos que tenían los chicos.
Nadie sabía que era su novio. Todos pensarían estereotipicamente que era hetero y confiarían en el.

Y así fue. River me insistió en que sería mejor no ver el vídeo, que podría hacerme daño. Pero yo quería verlo. Quería castigarme por mi estupidez, quería que se grabará en mi memoria el maldito vídeo para recordar que no debo confiar en nadie.

Pero River tenía razón. Nunca debí verlo. Odie todo. Odie como todo mi cuerpo tenía rollos por todas partes, como me veía tan gorda y acaparaba todo el espacio de la cámara.

Desearía haber tenido el valor de hacerle algo a Brandon, de vengarme, pero se fue de California y se mudo a Nueva York.

Así fue como comenzó todo: me la pasé haciendo ejercicio en exceso, incluso unas 4 horas. Y dejé de comer tanto. Podía soportar el día solo con un café helado y un plátano. Me pesaba constantemente y comencé a llevar un cuaderno en dónde anotaba las calorías que comía por día.

No era suficiente. Aunque había bajado demasiado de peso, me seguía viendo gorda en el espejo.

Y las imágenes del vídeo se repetían en mi cabeza, una y otra vez. Ese era mi recordatorio diario de no comer, hacer ejercicio y hacerlo todo por ser delgada.

No era algo de lo que me sintiera orgullosa, claro que me sentía mal. Pero comienzas a notar como la gente te trata diferente cuando lo eres.

No era una suposición, yo lo sabía. Cuando me enteré que habían publicado el vídeo en Pornhub, los comentarios eran asquerosos. Unos que tenían el fetiche de que era gorda, otros que decían que mi cuerpo era asqueroso, todo aguado y que lo único que me salvaba era mi "trasero gordo". Cómo no odiar todo lo que era?

Si me ponía a pensar, el ballet había tenido mucho que ver con eso. Lo repito: siempre fui gorda. Es la complexión natural de mi familia.
De niña, no tienes ni idea. Solo sabes que tienes un cuerpo, que te ayuda a caminar, correr, bailar. Me sentía bien con el en ese entonces, pero la maestra siempre ha sido una gran perra. Siempre nos recalcaba a todas que no había que tener panza o rollos, que no era estético. Llegaba a pesarnos incluso y mientras menos pesaras, más probabilidades tenías de un protagónico.
Eso era lo que más me enojaba, ya que yo sabía que era buena, pero no pesaba poco, por lo cual siempre terminaba en papeles menores.

Siempre le tuve envidia a Heather. Siempre fue una niña delgada, sus padres siempre estaban presente y siempre tenía los protagónicos, incluso hasta el día de hoy. Y claro, eso ayudaría a qué tuviera el ego demasiado inflado.

En fin, eso fue lo que sucedió en el verano. Había bajado bastante peso en las vacaciones y era mi primer día de escuela. El chófer me llevo a la escuela y me encontré con River en la entrada.

River claro, ya sabía de este cambio. No estaba de acuerdo en que fuera de la manera en que lo hice, pero sabía porque lo había hecho de manera tan drástica, y en vez de juzgarme, trataba de entenderme y ayudarme. Sabía cuáles eran mis comidas seguras y por nada del mundo se le ocurría invitarme algo que tuviera pan. Dios, mucho menos pizza.

Era difícil pensar en que la cafetería se adecuará a mi. Por lo que si no había nada que pudiera comer, ya traía conmigo una caja de chicles para todo el día en la escuela.

Entramos a la escuela, era raro, podía sentir muchas miradas, y eso me ponía nerviosa. Nunca me habían mirado tanto. Pero decidí hacer frente, y fingir confianza.

Pasadas las clases fui al almuerzo con River. Un chico se sentó a lado mío.

-No te había visto antes, quieres venir a desayunar con nosotros?
-No
-Oh vamos- dijo viéndome más fijamente como tratando de recordar si me había visto- mierda! Eres la chica del vídeo.
-No se de qué hablas
-Claro que si, eres Odette, la chica con la que Brandon se acostó para una apuesta, demonios si que cambias-
Estaba muy enojada y aburrida, así que lo empuje.
-Que demonios te pasa?
-Tú, idiota. Deja de molestarme.
-Adelgazaste y te volviste una perra. Pero no creas que eso cambia algo.
River salió a mi defensa
-Dejala en paz.
-Ja! Y que vas a hacerme, marica?
River se molestó y le metió un puñetazo. Eso comenzó una pelea, y River termino con la nariz sangrando, hasta que la consejera Blatt llego a separarlos. Mandaron a River a la enfermería y fui a ayudarlo.
Me senté con el.
-Gracias por ayudarme.
-No podía dejar que te hablara así. Y bueno, tampoco que me dijera eso.
-Es un idiota, quien sigue utilizando "marica" hoy en día? Que estupidez.
River asintió poniendo un hielo en su nariz.

Después de la escuela, tocaba ballet. El chófer paso por mi y para entonces, ya tenía que estar cambiada para la clase. La profesora, me felicitó por mi perdida de peso.
No era algo que me ayudara realmente, solo me daba la razón. E incluso me la dió más cuando nos dijo que se haría el cascanueces, y me dió el papel principal. Al fin tenía uno, por primera vez en 10 años, finalmente era mío y eso me hacía muy feliz.

Al día siguiente, le pedí a mi mamá permiso para salir con River y celebrar mi papel. Por suerte me dió permiso y fuimos a una plaza.

-Sabia que ibas a lograrlo- me dijo sonriendo.
-Lo sé, aunque parte de mi piensa que solo fue por mi cambio físico. -dije desanimada-
-Bueno-, aunque fuese así al fin le quitaste el papel a Heather.
-Al fin- dije sonriendo-
Fuimos a ver las tiendas, ya que iba a haber un baile de halloween y queríamos disfrazarnos juntos. Habíamos encontrado algo parecido a lo que queríamos, así que lo compramos.

Saliendo de la plaza para esperar a mí chófer, un chico de cabello algo largo y castaño claro paso en su patineta, tomando nuestras bolsas de compra, entrando rápidamente a un auto y riendo con sus amigos.
-Hey! -gritamos
Pero los chicos ya se habían ido.
Estábamos realmente molestos, tendríamos que ver otro plan de disfraces entonces.