𒊹︎︎︎𝑫𝑬𝑷𝑷 𝑾𝑬𝑩 -(𝑴𝒆𝒘𝑮𝒖𝒍𝒇) ✔️

chapter 13

❝¿Así de maravilloso se siente el amor? Es que joder, siento las malditas mariposas en el estómago cuando le muerdo los labios hasta sangrar y siento un placer inexplicable cuando lo hago llorar. ❞

...

Fíat alzó su cabeza encontrándose con el rostro sonriente de Tul Parkon, Gulf se estremeció ante el hombre que rondaba por su casa anteriormente acosando con sus cartas.

—Hola, manzanita prohibida. He pecado para tenerte.

Gulf comenzó a hiperventilar cuando notó que el hombre se acercaba a ellos de manera peligrosa, negó efusivamente. No quería irse con ese tipo, tampoco era como si quisiera quedarse con Fiat pero particularmente Tul le hacía sentir escalofríos. Más que cualquier otro de los tipos, era aterrador.

—No dejes que él me lleve, Fíat. —Susurró el moreno con temor, el castaño negó rotundamente mirando nuevamente a Tul.

—¿Qué quieres, Tul? No te lo entregaré si eso es lo que buscas.

—¿Y quién te lo está pidiendo, Fiat? Estás siendo muy maleducado, le diré a tu mamá.

—Tú eres el maleducado por no pedir las cosas.

Tul fingió estar apenado y hizo un ademán de disculpa.

—Tienes razón. ¡Lo siento demasiado, Fiat! ¿Puedes dármelo amablemente, por favor?—Cuestionó pasándose una mano por las hebras negras que lo hacían resaltar, se humedecio los labios unos segundos y luego esbozó una descarada sonrisa. —Es mejor para ti. Además si me lo entregas ahora, te invitaré a un rico buffet.

—Si claro, yo seré el buffet. —Le respondió Fíat con enfado, Tul río con ganas.

—Bien, lo admito. Me descubriste.

—¡Déjate de juegos, Tul!—Gritó Max desde la puerta, a un lado de él se encontraba Signto con la nariz sangrante por el anterior golpe de Fiat.

—¿Escuchaste? Esa es mi señal, no quiero ser grosero pero en serio tengo que obtener ese fruto prohibido o Adán se pondrá histérico.

—No creo que sea Adán. —Le dijo Fiat entre dientes, Gulf miró a través del hombro a Tul que estaba a nada de enfadarse.

—Lo que sea, entrégame al niño ahora. —Ordenó duramente, al parecer si existía alguien que pudiera hacer enfadar al caníbal y ése era Fiat.

—No te daré nada, ya te lo dije.

Tul sacó una de sus navajas del pantalón y se mordió los labios mirándole todo el cuerpo a Fiat.

—¿Alguien te ha dicho que estás bueno? Aunque tus muslos no están tan rellenos como los de la manzanita prohibida.

Fiat apretó la mano de Gulf y intentó avanzar rápidamente, Tul frunció el ceño tomándole del cabello bruscamente.

—¿A dónde crees que vas? Tenemos algo pendiente, Fiat. Santo cielo, ¿Es que acaso nadie tiene un poco de modales?—Habló con una fingida decepción en su voz, apretó el cabello de Fiat con fuerza sacándole un quejido. —Te dije que hicieras esto más fácil.

—Púdrete, Parkon.

—Joder, ¡Apúrate, Tul!—Volvió a gritar Max con enojo, estaba cabreado por tener que esperar.

—¡Maldición! ¡Atrévete a apurarme de nuevo y te encajo la navaja en la polla! ¿Entendido?—Respondió enfadado también, arrastró a Fiat del cabello avanzando hasta donde se encontraban Signto y Max.

Gulf soltaba quejidos también ante el dolor de su manita, ya tenía marcas en ambas muñecas y por si no fuera suficiente lo lastimaban de nuevo.

—¡Suéltalo, maldito esquizofrénico!—Signto le gritó también con enfado, Fiat se negó a soltarlo.