Capitulo 9

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Los labios de Yuuri eran suaves, tiernos y al parecer, muy, muy sensibles.

Porque cuando Viktor mordió su labio inferior, de la garganta del muchacho se oyó un gemido ronco y excitado.

Notó entonces que estaba sobre el cuerpo del Yuuri, en medio del patio de la universidad, con su entrepierna pegada a la suya, y sin saber muy bien el por qué se presionó contra ella.

—¡Basta, que asco, Ugh dejen de besarse!

Yuuri rompió el beso, empujándolo, con el rostro ruborizado y los ojos nublados por

¿Placer? ¿Deseo?

¿Disgusto?

El que había hablado fue Chris, todavía en medio de Georgi y Pichit, que los contemplaban con verdadero interés.

Viktor limpió su boca con su muñeca, confundido consigo mismo por haber actuado de esa forma cuando no solía reaccionar así.

No es como si Yuuri hubiera sido su primer beso. Pero de todas formas, Viktor tampoco besaba a todo el mundo. Los besos eran eran demasiado íntimos. Reservados sólo para personas que realmente quisiera, no para

No para un novio falso, que estaba ahí sólo por dinero y lo dejaba quedarse para complacer a su mamá.

Pero Yuuri era

—No seas malo, solecito —regaño Pichit cariñosamente—, tú igual eres así de intenso a veces.

—¿De verdad? —preguntó Georgi poniendo una expresión de interés—. Me gustaría verlo.

Todos miraron hacia Georgi, que observaba de forma grosera a Pichit que ponía una expresión de rabia mientras las mejillas de Chris se ruborizaban.

—¡Eres horrible, tonto roba novios! —protestó Pichit tomando el brazo de Chris.

—Al solecito le encanta que me ponga así —replicó Georgi sin dejar de sonreír.

Pichit abrió la boca para responder.

—¡Sí! ¡Pelea de gatas! —grito Yuuri cambiando su expresión a la de siempre.

Tanto Pichit como Georgi lo miraron de forma incrédula.

Viktor ignoraba a Yuuri, sintiéndose todavía confundido consigo por haber actuado de esa forma, por no haber pensado en sus acciones, por haber besado tan intensa y desesperadamente a su falso novio cuando jamás habían hablado de eso.

No es como si Yuuri fuera desagradable, todo lo contrario, el chico era dulce, tierno y gracioso la mayor parte del tiempo, y a Viktor le gustaba eso. Contra su voluntad, se estaba sintiendo más cómodo de lo que correspondía, pero lo que más le chocaba era que a veces no le importaba para nada.

—¡No soy una gata! —se quejó Pichit poniéndose de pie—. ¡Me voy, Chris!

—¿Ah? —Chris lo miró, encogiéndose de hombros—. Está bien.

El rostro de Pichit se puso rojo por la molestia.

—¡Vete al diablo, Chris Giacometti, y ándate con este imbécil! —gritó antes de girarse para irse a pasos enormes.

—Pero qué

—Eres el peor novio del mundo, solecito —dijo Yuuri riéndose mientras Georgi tomaba a Chris del hombro llamando su atención.

A Viktor no le importaba seguir besando a Yuuri. Es más, ese pequeño tiempo juntos, lo había disfrutado un montón.

Así que cuando se pusieron de pie para irse a clases, tomó a Yuuri de la mano para llamar si atención en tanto Georgi como Chris se adelantaban.

—Oye, Yuuri

—No vuelvas a besarme —le interrumpió Yuuri de forma seria—. Al menos, no sin mi consentimiento.

Viktor sintió su corazón apretarse, pero se limitó a asentir, como si las palabras no le hubieran dolido.

Aunque por dentro estuviera muriéndose de a poco.

Novio de alquiler (Viktuuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora