Flores para el Agotamiento [ Parte II ]

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Su sonrisa reflejaba el cansancio de su alma y la voluntad dañada por el tiempo y el mundo. Su rostro añadía pesadez a su mirada y su cuerpo acostado se mantenía quieto ante la falta de energía.

Pero a pesar de eso, la sensación en su alma y pecho no se detuvieron. Un sentimiento hermoso de plenitud invadía su cerebro.

A su lado, en una pequeña mesita de cama estaban en un jarrón con agua algunas flores que se pudieron salvar de su intento de jardín.

Mei Nian Qing se encontraba a su lado, sentado en la cama leyendo un libro. —¿Otra vez cansado?.

Su cuerpo se sentía pesado y piensa que, si aún tuviera poderes espirituales, podría ver fácilmente los destellos de esencia demoníaca que eran arrebatados de su ser.

A pesar de eso, su alma se sentía tan liviana como una pluma. Probablemente esta es la primera vez en la que sonreír se sentía tan sencillo y cálido. Su cuerpo le dificultaba moverse, pero no era necesario si sentía la calidez del otro a su lado.

Ya cien años han pasado desde que esta sensación volvió a su vida, y no tiene interés en perderla de nuevo.

[...]

La reina oculto una sonrisa de satisfacción detrás de su mano, fingiendo total ignorancia a las miradas de su hijo con aquel joven amo.

La comida estaba servida por todo el largo y ancho de la mesa de Jade con grabados de oro; en los platos estaban todas las riquezas gastronómicas de WuYong, los mejores platillos que representaban su esencia y gran parte de su cultura.

Ambos monarcas, sentados lado a lado, observaban con interés a su primogénito y único hijo. Para lo reyes, esta escena no tenía un igual y pocas veces lograban que su hijo mostrará interés por las reuniones y ceremonias reales por lo cual estaban contentos del avance.

Como invitado de honor y motivo del banquete se le había otorgado el honor a Mei Nian Qing de sentarse en frente de Su Alteza el Príncipe Heredero, justo al extremo de la mesa donde también comían tranquilamente los monarcas.

La charla fue amena, cordial y sumamente agradable; Mei Nian Qing toda su vida fue educado de la mejor forma y fue instruido con todas las reglas de Ética y respeto de la nobleza baja y media; como dirigirse a Fiscales, Mariscales, Duques, y algo que agradecería por toda su vida: Las formas más educadas de evitar a los terratenientes ricos y a la burocracia en general.

Todavía recordaba con cariño como le habían escrito y enseñado el santo régimen de Como dirigirte a la Emperatriz Madre y a una consorte del rey loca sin morir en el intento. Que los dioses y Buda bendigan a la pobre alma que se sacrifico para dar a conocer todos los truquillos para complacer a las mujeres nobles.

-Recuerdo muy bien mi primera clase de equitación, fue un desastre; los caballos salieron del establo y corrían por todos lados, aun me cuesta imaginar que algo así haya pasado - dijo de forma relajada la reina, con una voz muestra de que solo su esposo y el nuevo joven eran participes de la conversación.

El Rey río entre dientes y añadio: -No lo sabrá nadie, pero de joven me escapaba para practicar mi arco y flecha, casi le doy por accidente a un carruaje que pasaba por el sendero del bosque. Esa noche me espante y regrese corriendo a meterme en mi cama

Cortando de forma rígida un pedazo de pan, una voz interrumpió la tranquila charla entre el prodigio de los tres reinos y la reina: -¿Cuales son tus verdaderas intenciones? - esa voz era de nada más y nada menos que Su Alteza Real, arto de ver aquella falsa sonrisa en la boca del otro.

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