Capítulo 23

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Amity Blight
1992

¿Podría existir algo más bello que la lectura?
No lo creo, y nada de lo que puedan llegar a decirme me hará cambiar de opinión.
La lectura no solo es leer un libro...
Nos hace reflexionar sobre quiénes somos, a qué aspiramos y cómo nos comportamos. Nos ofrece nuevos horizontes y nuevos puntos te vista. Aprendemos palabras nuevas y nos da una capacidad asombrosa para satisfacer nuestras inquietudes.

Sin dudas leer es hermoso...

Y por supuesto adoro todos mis libros...
Adoro a La buena bruja Azura, adoro los poemas y amo las biografías de personas desaparecidas. Es muy raro ¿No?
Luz no creía que lo fuera, ella decía que leer era como ver un mundo nuevo, un mundo donde las cosas son fáciles y puedes temer de que las cosas fracasen. Si algo no te gustaba, solo cerrabas el libro.

Pero como todas las cosas.... Tiene su lado negativo.

A algunos los hace vivir una fantasía y creen que la humanidad es como en los libros... Gran error.
A otros nos hace darnos cuenta que tan  horrible es el mundo y nos hace desear vivir en una fantasía.

Algunas veces prefiero los poemas, siento que puedo conectarme con aquel o aquella poeta que quiere expresar sus sentimientos y dar vida a nuevos horizontes.
Sin dudas adoro el poema de "La despedida"

Si muero,
dejad el balcón abierto.

El niño come naranjas.
(Desde mi balcón lo veo).

El segador siega el trigo.
(Desde mi balcón lo siento).

¡Si muero,
dejad el balcón abierto!

                           —Federico García Lorca

Sin dudas este poeta es uno de los mejores que tiene el mundo de la literatura.

Quizás mis habladurías pueden aburrirte, pero ¿Qué es mejor que charlar con mi conciencia misma misma?

Entré a mi hogar con uno de mis libros favoritos en mano y mis pensamientos en la luna. Hubiera deseado por haberme quedado para siempre de aquella manera...
Con la tranquilidad a flor de piel, pero... Esto no es un cuento de hadas.

—Tú y yo tenemos una conversación pendiente —Dijo mi madre entrando en la casa detrás de mí. Mi padre suspiró y caminó por la entrada hacia su oficina privada con evidente molestia; por supuesto no podía pasar por mi lado sin darme un empujón que hizo que me tambalee y cuando llegó a su oficina allí se encerró de un portazo que hizo temblar las finas paredes.

—Madre.. Yo... —Tragué duro mientras apoyaba mi libro en la mesita de roble negro.

—Callate, no hables —Escupió con molestia

Solía creer que mi hogar era un lugar seguro, un lugar en donde podría estar segura de todas las amenazas del mundo.

Tal y como siempre suelo hacerlo...
Me equivoqué.

¿Por qué?
Pff... Es muy fácil.

Soy como una oveja.
Ellas pasan toda su vida temiéndole a los lobos y a lo que hay más allá de los árboles y pastizales. Cuando en realidad... Su propio criador es el que acaba comiéndolas.

Quizás... Yo sea de aquel pequeño grupo de amantes de la literatura que viven en un mundo de ilusiones.

—Odalia —Mi abuela se acercó a mi madre con cariño mientras ponía su mano en el hombro de esta última —No la regañes por favor...

El Deseo De Amar Para Siempre | LumityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora